¿Hasta qué punto puede reducirse el volumen de sangre extraído al paciente sin que se afecte la fiabilidad de los resultados?

25/09/2016      

La extracción de un menor volumen de sangre a los pacientes para realizar los análisis de laboratorio solicitados por el médico puede plantear problemas en el laboratorio.

Las flebotomías (extracción de sangre de una vena o venopunción) realizadas repetidamente constituyen una causa de anemia no despreciable en personas hospitalizadas. La anemia se caracteriza por una disminución de la concentración de hemoglobina y una disminución del recuento de hematíes, y puede causar fatiga y debilidad. En diversos estudios se ha establecido que la tasa de anemia en personas hospitalizadas es cercana al 45 % en mayores de 18 años y que es de alrededor de un 41% en unidades de cuidados intensivos pediátricos. Por otra parte la anemia también se ha asociado a mayor morbilidad (presencia de enfermedad) y mortalidad intrahospitalarias.

En consecuencia, los profesionales sanitarios tienen gran interés en reducir la cantidad de sangre extraída a los pacientes, ya sean niños o adultos, ya sea en régimen ambulatorio o en régimen de hospitalización. La obtención de menores volúmenes de sangre reduciría el riesgo de desarrollar anemia en determinadas ocasiones, aunque plantearía diversos inconvenientes en el laboratorio. A continuación se exponen algunos ejemplos:

Cantidad mínima de sangre necesaria para realizar el análisis en un instrumento automático (analizador)

  • La cantidad mínima de sangre necesaria para que un analizador pueda realizar un análisis completo con fiabilidad depende de la cantidad total que se requiere para cada una de las pruebas solicitadas, más la cantidad mínima requerida por el analizador para poder aspirar con precisión un volumen concreto de muestra (a menudo referido como el “volumen muerto”). El volumen muerto puede ser significativo dependiendo de la prueba y el instrumento. Por ejemplo, es posible que para una determinada prueba (glucosa, potasio, etc.) se requiera menos de una gota de plasma o suero (30 microlitros), pero que el volumen muerto del analizador sea hasta 10 veces mayor.
  • Algunos analizadores realizan comprobaciones para conocer si en la muestra pueden existir interferentes, como por ejemplo presencia de hemoglobina procedente de la rotura de glóbulos rojos (hemólisis). Las pruebas para identificación de interferencias se suelen realizar antes del resto de pruebas y por lo tanto, el volumen final de sangre necesario para completar los análisis será mayor.

Tipos de tubos de recogida de muestras y aditivos empleados

  • Muchos tubos contienen aditivos necesarios para que el ensayo se lleve a cabo con buenas prestaciones analíticas (exactitud y precisión). Si se introduce menor cantidad de sangre en un tubo de recogida que contiene una cantidad fija de aditivo (por ejemplo, anticoagulante), se alterará la relación esperada entre sangre y aditivo (estará disminuida). Esto puede generar resultados inexactos. Por ejemplo, los tubos utilizados cuando se solicita un tiempo de protrombina (PT) contienen citrato. Si los tubos de citrato se llenan con un volumen de sangre menor al recomendado, la proporción anormalmente elevada de citrato puede falsear los resultados (tiempos de coagulación falsamente prolongados).
  • Debido a que ciertas pruebas sólo pueden realizarse cuando se recoge la sangre con un tipo de aditivo específico, a menudo se obtienen varios tubos de sangre, cada uno de los cuales debe contener una cantidad de sangre determinada para asegurar la fiabilidad analítica de los resultados obtenidos.
  • Existen tubos especiales diseñados para volúmenes reducidos, conocidos como “microtubos” (Fuente de la foto: Khushbu Patel, PhD) que contienen cantidades menores de aditivos. Sin embargo, estos microtubos no son fácilmente adaptables a la mayoría de analizadores.

Muestras de sangre capilar

  • Este tipo de muestra de sangre se obtiene a partir de una punción en el dedo o en el talón (muestra de sangre capilar). Las extracciones de sangre capilar se han utilizado tradicionalmente en los niños, aunque cada vez resultan más atractivas para adultos por varias razones. A menudo resulta difícil realizar una correcta extracción de sangre en ancianos por la calidad de sus venas, por lo que la punción en el dedo representa una buena alternativa. Algunos tratamientos (como la quimioterapia) conllevan la realización de análisis de sangre con cierta regularidad, con las consecuencias que ello puede tener en la calidad de sus venas. A veces las venas se deben preservar para garantizar que, en un momento dado, se pueda realizar algún tipo de intervención directamente por vena (vía intravenosa).
  • Sin embargo, el uso de muestras capilares puede asociarse a mayor imprecisión, de tal manera que los resultados pueden variar en comparación con las muestras recogidas en una vena. Por ejemplo, se ha demostrado que la glucosa en sangre capilar es generalmente más alta que la obtenida en sangre extraída de una vena.
  • Las muestras capilares también se asocian a mayor índice de hemólisis (rotura de hematíes con extravasación de su contenido a la parte líquida de la sangre) y a mayor riesgo de que la sangre llegue coagulada al laboratorio, imposibilitando su análisis. Es esencial emplear una técnica apropiada para la recogida de la muestra para minimizar así su hemólisis. No se recomienda apretar, presionar o intentar exprimir el dedo o el talón, ya que también puede causar hemólisis y puede desencadenar la formación de coágulos. Por lo tanto, se evita realizar pruebas de laboratorio relacionadas con el sistema de la coagulación (tiempo de tromboplastina parcial) en muestras capilares.

La utilización de muestras de sangre con poco volumen se asocia a más dificultades y retos en el proceso de análisis en el laboratorio. Sin embargo, debido a los beneficios que supone para determinados pacientes, tanto los profesionales sanitarios como las empresas implicadas en los desarrollos tecnológicos deben continuar realizando esfuerzos para superar las inconveniencias asociadas a pequeños volúmenes de muestra.

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