¿Un reloj biológico en la sangre? La pérdida del cromosoma Y en hombres como biomarcador de envejecimiento

26/05/2025

La pérdida progresiva del cromosoma Y (mLOY) en las células sanguíneas de los hombres ha emergido como un fenómeno intrigante en biología del envejecimiento. Este proceso ocurre de forma somática con la edad (es decir, es adquirido a lo largo de la vida y no heredado genéticamente), y parece deberse a errores mitóticos acumulados en células hematopoyéticas, donde ciertos clones de leucocitos pierden este pequeño cromosoma. Aunque el cromosoma Y contiene pocos genes, algunos de ellos desempeñan funciones inmunológicas relevantes, por lo que su desaparición puede tener consecuencias significativas, es por ello que este fenómeno se está posicionando como un biomarcador potencial del envejecimiento y de diversas enfermedades crónicas.

Estudios recientes indican que esta alteración genética, que afecta aproximadamente al 20% de los hombres mayores de 60 años y más del 50% de los mayores de 90, se asocia con un mayor riesgo de cáncer, enfermedades cardiovasculares, deterioro cognitivo e incluso mortalidad general. Investigadores del Centro Oncológico Cedars-Sinai de Los Ángeles han demostrado que la mLOY en células tumorales de cáncer de vejiga permite al tumor evadir la vigilancia inmunitaria, facilitando su progresión.  

Figura 1: Representación de los cromosomas sexuales: el cromosoma X (izquierda) y el cromosoma Y (derecha). El cromosoma Y contiene unos 70 genes codificantes, muchos de ellos implicados en la determinación sexual y espermatogénesis, pero también con un papel emergente en la regulación inmune.

Desde el punto de vista clínico, ya se están desarrollando test basados en tecnologías de secuenciación masiva (NGS) y arrays de SNP que permiten cuantificar la proporción de células con pérdida del Y en sangre periférica. Incorporar esta prueba en los laboratorios clínicos, especialmente en varones de edad avanzada podría facilitar una estratificación de riesgo más precisa y una medicina personalizada preventiva.

Los hallazgos más recientes, procedentes de universidades como Uppsala y Virginia, también apuntan a que la mLOY podría causar fibrosis cardíaca al alterar la función inmunológica de los leucocitos, lo que explicaría el aumento de mortalidad por causas cardiovasculares observado en varios estudios. Estos resultados refuerzan la idea de que este análisis no es solo una curiosidad genética, sino una herramienta con gran potencial clínico.

A medida que avanza la investigación, la pérdida del cromosoma Y se perfila como una nueva y poderosa ventana hacia el envejecimiento masculino, capaz de predecir y posiblemente prevenir complicaciones graves mediante su implementación en el laboratorio clínico de rutina.

Bibliografía:

Forsberg LA, Rasi C, Malmqvist N et al. Mosaic loss of chromosome Y in peripheral blood is associated with shorter survival and higher risk of cancer. Nat Genet 2014;46:624–8.

Sano S, Horitani K, Ogawa H et al. Hematopoietic loss of Y chromosome leads to cardiac fibrosis and heart failure mortality. Science 2022;377:292–7.

Loftfield E, Zhou W, Yeager M, Chanock SJ, Freedman ND, Machiela MJ. Mosaic Y Loss Is Moderately Associated with Solid Tumor Risk. Cancer Res 2019;1;79(3):461-466.