La gripe: vacunación contra un virus mutante

04/12/2025

La gripe es una enfermedad respiratoria causada por el virus de la influenza, que afecta cada año a millones de personas en todo el mundo, especialmente durante los meses más fríos. Este virus se transmite fácilmente a través de las gotas de saliva expulsadas al toser o estornudar, y sus síntomas incluyen fiebre alta, dolor de cabeza, tos, dolor muscular y malestar general. Aunque en muchas personas la enfermedad es leve, puede causar complicaciones graves, sobre todo en niños pequeños, personas mayores y aquellas con enfermedades crónicas.

La vacunación anual contra la gripe sigue siendo la medida más efectiva para prevenirla. Las vacunas contra la gripe son de dos tipos principales: atenuadas o inactivadas. Las vacunas atenuadas contienen virus vivos debilitados que no son capaces de causar la enfermedad, pero sí de estimular al sistema inmunológico para que lo reconozca y se prepare para luchar contra el virus si entra en el cuerpo. Las vacunas inactivadas, por otro lado, contienen virus muertos que no pueden replicarse, pero igualmente generan una respuesta inmunológica.

Una de las razones por las que se recomienda la vacunación anual es que el virus de la gripe sufre mutaciones constantes, lo que significa que las cepas del virus cambian de un año a otro. Estos cambios pueden ser pequeños o grandes, y aunque la vacuna de un año puede proteger contra las cepas más comunes de esa temporada, la protección no es permanente. A medida que el virus muta, las células inmunológicas que reconocen el virus pueden perder efectividad, lo que hace que la inmunidad adquirida disminuya con el tiempo.

La inmunidad obtenida a través de la vacuna también disminuye gradualmente. Tras la vacunación, el sistema inmunológico crea anticuerpos que protegen contra el virus de la gripe. Sin embargo, con el paso de los meses, la cantidad de anticuerpos circulantes en el cuerpo disminuye, lo que hace que la persona quede más expuesta a la infección, incluso si fue vacunada en la temporada anterior. Por eso, la recomendación de vacunarse cada año es fundamental para mantener una protección adecuada y actualizada frente a las cepas más recientes del virus.

Este proceso de actualización de la vacuna es crucial, ya que, sin una inmunización anual, la persona puede quedar vulnerable a las nuevas variantes del virus de la gripe. Además, la vacunación contribuye a reducir la propagación del virus en la comunidad, protegiendo no solo a la persona vacunada, sino también a aquellos que no pueden recibir la vacuna debido a razones médicas.

Bibliografía:

Ministerio de Sanidad - Áreas -Promoción de la salud y prevención - Vacunas y programas de vacunación - Gripe- Ciudadanos - Vacunas [Internet]. Gob.es. [citado el 3 de diciembre de 2025]. Disponible en: https://www.sanidad.gob.es/areas/promocionPrevencion/vacunaciones/gripe_covid19/gripe.htm