Cribado de anticuerpos antieritrocitarios (prueba de Coombs indirecta)

7/11/2020

También conocido como: prueba Indirecta de antiglobulinas humanas, cribado de anticuerpos antieritrocitarios, test de Coombs indirecto

Nombre sistemático: prueba indirecta de antiglobulinas

Aspectos generales

¿Por qué hacer el análisis?

Para detectar los anticuerpos dirigidos contra los antígenos de los hematíes (glóbulos rojos) de la sangre.

¿Cuándo hacer el análisis?

Antes de recibir una transfusión sanguínea, durante el embarazo y en el momento del parto.

¿Qué muestra se requiere?

La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre venosa del brazo.

¿Es necesario algún tipo de preparación previa?

Para esta prueba no se necesita ninguna preparación especial.



¿Qué es lo que se analiza?

La prueba indirecta de antiglobulinas detecta los anticuerpos circulantes dirigidos contra los hematíes. El motivo principal para que una persona pueda tener anticuerpos dirigidos contra sus hematíes es el hecho de haber estado expuesta, a través de una transfusión de sangre o por el embarazo, a los hematíes de otra persona. La principal implicación clínica de estos anticuerpos está en su capacidad de destruir los hematíes extraños si se realiza una transfusión no compatible, o en las embarazadas porque pueden atacar a los hematíes del feto en desarrollo.

Los hematíes suelen tener unas estructuras en su superficie conocidas como antígenos. Cada persona presenta en sus hematíes un conjunto de antígenos característico, determinado por la herencia. Los antígenos principales de superficie de los hematíes humanos son los antígenos O, A y B, otorgando a los individuos unos grupos sanguíneos característicos: A, B, AB o O, en función de la presencia o ausencia de dichos antígenos.

Otro antígeno de superficie importante es el factor Rh, también llamado antígeno D. Si el antígeno D está presente en los hematíes de una persona, se dice que la persona es Rh+ (positivo); si estuviera ausente sería Rh- (negativo). Para más información, consultar el artículo sobre tipaje sanguíneo. Por otra parte, existen otros muchos antígenos eritrocitarios que también caracterizan a otros grupos sanguíneos menos conocidos, como los grupos Kell, Lewis y Kidd.

Las causas que inducen a una persona a producir anticuerpos contra los antígenos de los hematíes pueden ser:

  • Después de una transfusión sanguínea: los anticuerpos frente a los antígenos A y B de los hematíes se producen de forma natural, sin necesidad de haber estado expuesto a la sangre de esos grupos. Antes de recibir una transfusión sanguínea, se verifica la compatibilidad ABO y Rh entre el receptor y el donante, para prevenir que se produzcan reacciones transfusionales graves. Es importante saber que los anticuerpos del receptor no reaccionan ni destruyen los hematíes del donante. En una transfusión sanguínea, el sistema inmune del receptor también reconoce como extraños otros antígenos que sus hematíes no tengan, como los de otros grupos sanguíneos, (por ejemplo: Kell o Kidd). El receptor puede entonces generar anticuerpos que se unirán a los hematíes del donante. Cuantas más transfusiones se hayan recibido, más fácil es que se presenten anticuerpos frente a los hematíes.
  • En el embarazo, por incompatibilidad materno-fetal: un bebé puede heredar los antígenos paternos que no se encuentran en los hematíes de la madre. Durante el embarazo y en el momento del parto, cuando se va desprendiendo la placenta, algunas células del bebé entran en la circulación materna y entonces la madre puede quedar expuesta a los antígenos extraños. Esto ocasiona que la madre comience a fabricar anticuerpos que pueden afectar a los siguientes embarazos, en los que los anticuerpos maternos cruzan la placenta y se unen a los hematíes del bebé, dando lugar a la enfermedad hemolítica del recién nacido. Una prueba de Coombs indirecta puede determinar si la madre ha producido anticuerpos distintos de los del grupo ABO.

La primera vez que una persona se expone a los antígenos extraños de hematíes, ya sea por una transfusión o durante el embarazo, puede empezar a producir anticuerpos aunque sus células no tendrán el tiempo suficiente como para llegar a producir tantos anticuerpos como para destruir a los hematíes extraños. No obstante, en la segunda exposición, la respuesta inmune puede ser mucho más intensa, de manera que la cantidad de anticuerpos producida es suficiente para unirse y hemolizar los hematíes transfundidos o los del bebé. Los anticuerpos contra los antígenos ABO ya se producen normalmente y por lo tanto no es necesario ninguna exposición a hematíes extraños para que se produzcan.

La prueba de Coombs indirecta detecta la presencia de anticuerpos contra hematíes (distintos a los ABO) en sangre; estos anticuerpos se identifican con una prueba de identificación de anticuerpos. Para más información consultar el artículo sobre trasfusión de sangre-banco de sangre.

Preguntas comunes

¿Cómo se utiliza?

La prueba de Coombs indirecta se utiliza para detectar los anticuerpos dirigidos contra los antígenos de los hematíes, distintos de los antígenos del grupo ABO. Se realiza siempre que se haya previsto realizar una transfusión de sangre, o como parte de las pruebas de cribado realizadas durante el embarazo.

La razón principal por la que una persona puede tener anticuerpos antieritrocitarios es que haya estado expuesta, mediante una transfusión o un embarazo, a hematíes distintos de los suyos propios. Estos anticuerpos tienen el potencial de causar daño si la persona se transfunde de nuevo con hematíes que los anticuerpos sean capaces de reconocer, o si una mujer embarazada tiene anticuerpos que reconozcan los hematíes del bebé.

Si se detecta algún anticuerpo, debe procederse a una prueba de identificación de anticuerpos para conocer cuál de ellos está presente. Mediante el uso de las pruebas cruzadas, y en el caso de que se detecten anticuerpos, se realiza una prueba de Coombs indirecto modificada. Es importante que la sangre del donante no contenga los antígenos frente a los cuales el receptor presenta ya anticuerpos.

Si alguien presenta una reacción postransfusional (inmediata o tardía), el médico solicitará la prueba de antiglobulina directa para investigar la causa de la reacción (en esta prueba, se detectan los anticuerpos pegados en los hematíes). Una vez se haya resuelto la situación, puede solicitarse nuevamente la prueba de cribado, para saber si el paciente ha desarrollado más anticuerpos.

Durante el embarazo, la prueba de cribado se utiliza para detectar los anticuerpos que podrían atravesar la placenta y atacar a las células del feto, causando la enfermedad hemolítica del recién nacido. Revisten especial importancia unos anticuerpos frente al llamado antígeno D, que forma parte del llamado sistema Rh.

Una persona se considera Rh+ cuando el antígeno D está presente en sus hematíes. Por el contrario, una persona se considera Rh- si no tiene este antígeno en sus hematíes. Una madre Rh negativa puede desarrollar estos anticuerpos si resulta expuesta a los hematíes de un bebé Rh-positivo. Como prevención, se realiza a todas las madres Rh-negativo una prueba de cribado de anticuerpos antieritrocitarios durante el embarazo (a las 28 semanas), y nuevamente en el momento del parto. Si no se detectan anticuerpos frente al Rh a las 28 semanas, se administra a la embarazada una inyección de inmunoglobulina de tipo Rh (Ig-Rh) con la finalidad de eliminar de su circulación cualquier rastro de hematíes fetales Rh positivos, así se previene el desarrollo de anticuerpos de tipo Rh por parte de la madre.

En el momento del nacimiento se determina el sistema Rh del recién nacido. Si el bebé es Rh negativo, la madre no requerirá ninguna otra inyección de Ig-Rh; si el bebé es Rh positivo y la madre no tiene anticuerpos frente al antígeno D, se le administrará Ig-Rh.

Esta prueba también puede realizarse para diagnosticar una anemia hemolítica autoinmune, junto con una prueba de Coombs directo. Esto sucede cuando una persona produce anticuerpos frente a sus propios antígenos, que puede ser el caso de ciertas enfermedades autoinmunes, como el lupus eritematoso sistémico, de enfermedades malignas como el linfoma o la leucemia linfocítica crónica, y de ciertas infecciones como por ejemplo la neumonía por micoplasma y la mononucleosis. También se puede desarrollar como consecuencia de la toma de ciertos medicamentos, como la penicilina.

¿Cuándo se solicita?

  • Previamente a una transfusión de sangre prevista.
  • En las mujeres embarazadas Rh-negativas: se realiza a las 28 semanas, previamente a la inyección de la Ig-Rh, y después del alumbramiento si el bebé es Rh positivo. En las mujeres embarazadas Rh-negativas con anticuerpos de tipo Rh (sensibilizadas frente a antígenos extraños), se solicita a veces también para conocer de manera aproximada la cantidad de anticuerpo presente.

¿Qué significa el resultado?

Transfusión: si la prueba de Coombs indirecto es positiva, existe uno o más tipos de anticuerpos frente a los hematíes. Algunos de estos anticuerpos pueden ser más significativos que otros. Si la prueba se utiliza antes de una transfusión de sangre, un resultado positivo indica la necesidad de realizar una prueba de identificación de anticuerpos para saber qué anticuerpos están presentes. Una vez que se ha identificado el anticuerpo, se debe buscar la sangre de un donante que no contenga el antígeno correspondiente, para no producir una reacción de destrucción de los hematíes.

Embarazo: si una madre Rh-negativa tiene una prueba de Coombs indirecto negativa, puede administrarse durante las siguientes 72 horas la inyección de Ig-Rh, para prevenir la producción de anticuerpos. Si por el contrario tiene un resultado positivo, debe identificarse el tipo de anticuerpos presentes. Si los anticuerpos resultan ser del tipo Rh, la inyección con Ig-Rh no será útil. Si se identifica un anticuerpo diferente, la inyección con inmunoglobulina Rh todavía podría administrarse para prevenir el desarrollo de anticuerpos.

¿Hay algo más que debería saber?

Cuando existen anticuerpos circulantes frente a los hematíes, estos ya no desaparecen nunca. Si han transcurrido ya muchos años desde la exposición al antígeno, es posible que la concentración de anticuerpos disminuya hasta valores indetectables. Sin embargo, si el paciente se expone al antígeno nuevamente, la producción de anticuerpos se pondrá en marcha, atacando a los hematíes extraños.

En cada transfusión de sangre la persona se expone a la combinación de antígenos de los hematíes del donante. Siempre que los hematíes transfundidos contengan antígenos extraños para el receptor, este podrá producir anticuerpos. Si una persona recibe múltiples transfusiones de sangre, producirá anticuerpos frente a muchos antígenos y esto dificultará encontrar la sangre de un donante compatible.

¿Qué sucedía antes del desarrollo de inmunoglobulina Rh?

Previamente al desarrollo de esta inyección, las madres Rh-negativas solían resultar sensibilizadas a partir de la sangre de su primer bebé Rh-positivo, empezando a desarrollar anticuerpos anti-Rh. Cualquier otro bebé Rh-positivo podía presentar potencialmente algún grado de incompatibilidad Rh, debido a la presencia en la sangre materna de los anticuerpos anti-Rh, con capacidad para atacar a los hematíes del bebé. Los abortos y los recién nacidos muertos se producían de manera relativamente frecuente, y los bebés que nacían, a menudo necesitaban transfusiones de sangre para sobrevivir. La inyección ha permitido evitar estas complicaciones, aunque todavía se dan casos (muy pocos) en los que la mujer desarrolla anticuerpos de tipo Rh.

¿Las mujeres del grupo O pueden tener algún bebé con la enfermedad hemolítica ABO del recién nacido?

Sí. La enfermedad hemolítica del recién nacido puede ocurrir cuando existe una incompatibilidad ABO entre madre e hijo, especialmente en las madres del grupo O. En estas situaciones la prueba de Coombs indirecto no es útil, porque el organismo produce de manera natural anticuerpos frente a los antígenos A y B que no se encuentran en los hematíes. Una mujer del grupo sanguíneo A desarrollará normalmente anticuerpos frente a antígenos de superficie B de los hematíes, y viceversa. Generalmente, es una forma leve de enfermedad hemolítica fácilmente tratable.

¿Se pueden adquirir anticuerpos por el hecho de ser donante de sangre?

No, ya que en el curso de la donación no se está expuesto a la sangre de ninguna otra persona.

Enlaces

Pruebas relacionadas:

Prueba de antiglobulina directa

Tipaje sanguíneo

Artículos:

Transfusión de sangre - Banco de sangre

Estados fisiológicos y enfermedades:

Anemia

Embarazo

En otras webs:

KidsHealth: La incompatibilidad de Rh durante el embarazo

Medline: Prueba de Coombs

Instituto Nacional del Cáncer (NIH): Definición de prueba de Coombs

Medline: Reacción transfusional hemolítica



También conocido como:
HSV-1, HSV-2, HHV1, HHV2, VHS, herpes oral, herpes labial, herpes genital
Nombre sistemático: virus del herpes simple tipo 1 y tipo 2

Aspectos generales
¿Por qué hacer el análisis?
Para hacer un cribado o un diagnóstico de la infección por el virus del herpes simple (VHS).                  

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