Para realizar un cribado de la infección por el VPH, algunas variedades del cual están asociadas con el cáncer de cuello uterino, o después de una citología vaginal cuando se han hallado alteraciones diversas.
Virus del papiloma humano
En mujeres con edades comprendidas entre los 30 y 65 años; entre los 21 y 29 años de edad si se detectan anomalías en la citología vaginal.
La determinación se realiza a partir de una muestra de células de la zona del cuello uterino.
Los dos días anteriores a la realización de la prueba es importante no ducharse ni bañarse, no usar tampones, cremas vaginales, desodorantes o ciertas medicaciones. También se le puede indicar que se abstenga de mantener relaciones sexuales durante las 24 - 48 horas previas a la realización de la prueba. En caso de estar menstruando se recomienda aplazar la prueba. Es posible que se le indique vaciar completamente la vejida urinaria antes de someterse a la exploración.
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¿Cómo se utiliza?
La prueba del VPH se utiliza principalmente para detectar el cáncer de cuello de útero (parte inferior del útero o matriz) y/o para identificar mujeres que puedan tener un riesgo elevado de desarrollar cáncer cervical. La prueba determina si las células de la muestra de células cervicales (cuello uterino) de una mujer están infectadas por alguna de las variedades del VPH consideradas de alto riesgo (hrHPV, por sus siglas en inglés). Si esta infección perdura en el tiempo, pueden producirse alteraciones en las células cervicales que finalmente pueden conducir al desarrollo de un cáncer cervical o de cuello de útero. Actualmente, al saber que la infección con hrHPV es la causa de gran parte de cánceres cervicales, la prueba que detecta el VPH constituye una parte esencial en la estrategia de cribado del cáncer en la mujer.
Actualmente, el American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG), U.S. Preventive Services Task Force (USPSTF) y la American Cancer Society (ACS) recomiendan las siguientes opciones de cara al cribado rutinario del cáncer cervical en mujeres con edades comprendidas entre los 30 y los 65 años:
- Realización simultánea de la citología vaginal y de la prueba para detectar infección por hrHPV cada 5 años, o bien
- Citología vaginal cada 3 años
No obstante, no se descarta que próximamente se vuelvan a introducir nuevas recomendaciones. La Food and Drug Administration (FDA) ha aprobado ya una prueba hrHPV como prueba principal y de primera línea para el cribado del cáncer cervical, lo que significa que podría obviarse la citología vaginal. A pesar de que no todas las sociedades u organizaciones de expertos en el tema han actualizado sus recomendaciones de cribado, un panel de expertos editó unas guías (si desea más información acceda a este enlace) en el 2015 con las siguientes recomendaciones:
- Realizar la prueba del VPH entre los 25 y los 65 años de edad, sin que sea necesaria la realización de la citología vaginal
- En caso de que el resultado sea negativo, repetir la prueba de cribado pero no antes de que hayan transcurrido 3 años
Como las infecciones por VPH son relativamente frecuentes en mujeres menores de 25 años, y además suelen resolverse sin tratamiento ni complicaciones, no se recomienda el cribado de la infección en este subgrupo poblacional. Sin embargo, si la mujer tiene entre 21 y 29 años de edad y se ha detectado alguna anomalía en la citología vaginal (como por ejemplo "presencia de células escamosas atípicas de significado incierto"), sí se recomienda realizar un seguimiento con la prueba del VPH. Los resultados determinarán la necesidad o no de realizar una colposcopia, procedimiento por el cual se puede inspeccionar visualmente la vagina y el cuello cervical.
Le recomendamos que se refiera a Cáncer cervical (adultos) y a Cáncer cervical (adultos mayores de 50 años).
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¿Cuándo se solicita?
Actualmente distintos organismos internacionales recomiendan la prueba del VPH para el cribado rutinario del cáncer de cuello de útero en mujeres entre 30 y 65 años de edad, junto a la citología vaginal y cada 5 años.
Se recomienda un cribado más frecuente en mujeres con factores de riesgo para desarrollar este tipo de cáncer, como haber estado expuestas in utero a DES (dietilestilbestrol), diagnóstico previo de una lesión cervical precancerosa o cáncer cervical, infección por VIH o debilitamiento del sistema inmunitario.
La prueba del VPH puede realizarse cuando se han obtenido resultados anómalos en la citología vaginal.
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¿Qué significa el resultado?
Los resultados de la prueba del virus del papiloma humano (VPH) suelen interpretarse conjuntamente con los de la citología vaginal cuando se pretende establecer el riesgo de que una mujer desarrolle un cáncer cervical. La realización simultánea de ambas pruebas permite conocer si las células cervicales están infectadas con alguna de las variedades de alto riesgo del VPH, a la vez que se pueden identificar alteraciones en las propias células.
En la tabla siguiente se destaca una posible interpretación a los resultados obtenidos, teniendo en cuenta las recomendaciones de la American Cancer Society (ACS), la American Society for Colposcopy and Cervical Pathology (ASCCP) y la American Society for Clinical Patholgy (ASCP). Es importante recordar que la realización simultánea de ambas pruebas (VPH y citología vaginal) está recomendada en mujeres entre los 30 y 65 años de edad.
Resultados Posible interpretación Recomendación VPH negativo, citología vaginal normal Bajo riesgo de cáncer cervical Repetición de ambas pruebas a los 5 años (o tan solo citología vaginal a los 3 años) VPH positivo, citología vaginal normal Las células cervicales están infectadas con una variedad de alto riesgo del VPH, aunque no se observan anomalías en las células Opción 1 - repetición de ambas pruebas a los 12 meses
Opción 2 - Realización de una prueba para determinar si existe presencia de las variedades 16 o 18 del VPH:
- Si presencia de VPH-16 y/o VPH-18, se recomienda la colposcopia
- Si ausencia de VPH-16 y/o VPH-18, repetir VPH y citología vaginal a los 12 meses
VPH negativo, citología vaginal no concluyente No existe infección por CPH; las alteraciones de las células pueden ser debidas a infecciones, inflamaciones o cambios hormonales y probablemente desaparecerán sin tratamiento alguno Repetición de ambas pruebas en 3 años VPH positivo, citología vaginal no concluyente Las células cervicales están infectadas por un tipo de VPH de elevado riesgo. Es probable que la infección sea la causa de alteraciones en las células cervicales Colposcopia para examinar las células cervicales VPH negativo, citología vaginal anómala (alteraciones de bajo grado) No existe infección por VPH; se desconoce la causa de las alteraciones observadas en las células cervicales Opción 1 - repetición de ambas pruebas a los 12 meses
Opción 2 - Colposcopia para examinar las células cervicales
VPH positivo, citología anómala (alteraciones de bajo grado) Infección de las células cervicales con un tipo de VPH de alto riesgo que probablemente es la causa del crecimiento anómalo observado en las células Colposcopia para examinar las células cervicales y tratamiento de lesiones precancerosas en caso de que se hayan observado Cuando la citología vaginal detecta células cervicales con anomalías y no se ha realizado la prueba del VPH, es necesario realizarla para determinar si una infección por VPH puede ser la causa de las anomalías celulares observadas.
Cuando se realiza tan solo la prueba del VPH , las recomendaciones editadas en el año 2015 sugieren unas pautas en función de los resultados de la prueba del VPH (hrHPV) (aunque los expertos concluyen que se dispone de pocos datos y que se deben realizar estudios más amplios):
- Después de un resultado negativo a la prueba hrHPV no es necesario repetir el cribado hasta al cabo de 3 años
- Un resultado positivo de hrHPV (VPH de alto riesgo, como la varieadad 16 o la 18), justifica la realización de una colposcopia
- Un resultado positivo a cualquier otra variedad de las 12 conocidas como de alto riesgo (VPH-31 y VPH-45, por ejemplo) supone realizar un seguimiento con una citología vaginal
- Si la citología es positiva debe realizarse una colposcopia
- Si la citología es negativa, se repite la prueba de seguimiento a los 12 meses
La prueba más común para VPH detecta ADN de distintos tipos de alto riesgo del VPH, si bien no permite identificar de cual de ellos se trata. También se dispone de otras pruebas para detectar ADN o ARN de los subtipos 16 y 18 del VPH (son los dos tipos que ocasionan el 70% de los cánceres cervicales).
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¿Hay algo más que debería saber?
La mayoría de personas que contraen la infección por tipos de alto riesgo del VPH no desarrollará nunca lesiones precancerosas ni cáncer.
El hecho de tener la infección por VPH no implica que la pareja sexual esté manteniendo relaciones sexuales con otra persona. El VPH puede permanecer latente en las células cervicales durante años; por lo tanto, si cualquiera de los dos miembros de la pareja mantuvo anteriormente relaciones sexuales con otra persona, podría ser que estuviera infectado y se transmitiera la infección.
A pesar de ser muy raro, una mujer embarazada puede transmitir la infección por VPH a su hijo en el momento del parto, resultando en la aparición de verrugas en la garganta o en la laringe (papilomatosis laríngea o papilomatosis recurrente respiratoria).
La infección por VPH no dificulta para nada quedarse embarazada ni tener dificultades para que el embarazo llegue a término. Sin embargo, algunas opciones terapéuticas para tratar lesiones precancerosas derivadas de una infección por VPH pueden hacer que sea más difícil quedarse embarazada o que se produzca algún problema en el momento del parto.
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¿Cómo se trata una infección por el virus del papiloma humano (VPH)?
No existe un tratamiento propiamente contra el virus, aunque el sistema inmunitario del organismo normalmente es capaz de combatir la infección y erradicarla en pocos años. Sí se dispone de tratamientos para tratar las alteraciones causadas por el virus. Las verrugas genitales pueden eliminarse con productos químicos, o aplicando frío (congelándolas) o calor (quemándolas), o extirpándolas quirúrgicamente o con láser. En la mayoría de casos estos tratamientos funcionan. A veces, si las verrugas reaparecen, el médico opta por inyectar en el interior de las mismas un fármaco conocido como interferón. En caso de no tratarse , es posible que las verrugas desaparezcan por sí solas sin tratamiento alguno, o bien que crezcan y se extiendan por toda la zona afectada.
El desarrollo de lesiones precancerosas en el cuello uterino puede tratarse de varias maneras, como con criocirugía para congelar y destruir las células anómalas del cuello del útero u optando por extirpar quirúrgicamente el tejido alterado. Lo más importante es detectar cuanto antes mejor cualquier cambio en la zona cervical, para evitar la aparición del cáncer cervical que es ya mucho más difícil de tartar.
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¿Cómo se puede prevenir la infección por el VPH?
A pesar de que la monogamia no evita la infección por el VPH (podría haberse adquirido la infección por mantener relaciones sexuales con una pareja estable anterior e infectada), el hecho de limitar el número de parejas sexuales reduce el riesgo de infección.
El uso de condones puede reducir la propagación del VPH aunque tan solo la piel que queda recubierta por el condón o que entra en contacto con él es la que queda realmente protegida de la infección. El virus puede infectar cualquier otra zona de los genitales, ingles, muslos, ano, recto y posiblemente la boca.
La Food and Drug Administration (FDA) ha aprobado tres vacunas para la prevención de la infección por el VPH.
- Gardasil® protege frente a los tipos de VPH 16 y 18, responsables del 70% de los cánceres cervicales (los tipos 6 y 11 de VPH causan cerca del 90% de las verrugas genitales)
- Gardasil 9® protege frente a los mismo tipos que Gardasil®, y además frente a 5 tipos adicionales causantes de aproximadamente un 15% de cáncer de cuello de útero
- Ceravix® protege frente a los tipos de VPH 16 y 18
El uso de las tres vacunas está aprobado para niñas y mujeres entre 9 y 26 años de edad. Las dos vacunas Gardasil están aprobadas para la prevención de las verrugas genitales en niños y en hombres entre los 9 y los 26 años de edad. Las vacunas se administran en 3 dosis durante un período de seis meses. Debería de administrarse el mismo tipo de vacuna en cada dosis.
La American Academy of Pediatrics (AAP) recomienda vacunar tanto a niñas como a niños a los 11 - 12 años de edad; también recomienda la vacunación en varones menores de 21 años y mujeres menores de 26 años que no recibieron la vacuna anteriormente.
La FDA considera que las vacunas son seguras pero que sólo son eficaces si se administran antes de haber estado expuesto al virus. La AAP recomienda vacunar a jóvenes aunque ya sean sexualmente activos ya que así, a pesar de estar infectados por alguna variedad del VPH, quedarían protegidos frente a otras variedades incluidas en la vacuna.
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¿Debe realizarse el cribado de la infección por el VPH en varones?
No, no se realiza el cribado rutinario de infección por VPH en varones, a menos que pertenezcan a alguna categoría de riesgo de desarrollar cáncer, como serían los individuos con disfunción del sistema inmunitario o con prácticas homosexuales. Las pruebas actualmente aprobadas por la FDA no son adecuadas para detectar la infección por VPH en varones. Sin embargo, algunos laboratorios especializados disponen de pruebas de ADN validadas, que permiten analizar muestras anales de varones obtenidas mediante torundas. En caso de que se obtenga un resultado positivo, debe ampliarse el estudio con pruebas adicionales, posiblemente con una biopsia.
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¿Debe realizarse un cribado del cáncer cervical en mujeres que han recibido la vacuna frente al VPH?
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¿Es necesario el cribado del cáncer cervical cuando se ha realizado una histerectomía?
Cuando a una mujer se le ha realizado una histerectomía total (extirpación del útero y del cuello uterino) ya no es necesario realizar el cribado del cáncer cervical, a menos que la histerectomía se practicara para tratar una lesión precancerosa cervical o un cáncer cervical. Si la histerectomía no ha sido total y se ha conservado el cuello del útero (histerectomía supracervical) se debe continuar realizando el cribado del cáncer cervical.
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¿Cuáles son los otros factores de riesgo del cáncer cervical además del VPH?
Según la American Cancer Society (ACS), existen otros factores que pueden hacer aumentar el riesgo de desarrollar un cáncer cervical, una vez se tiene la infección por VPH: haber tenido varios embarazos, uso prolongado de contraceptivos orales e infección por clamidia.
También se sabe que el hecho de iniciarse en las relaciones sexuales a edades tempranas se asocia a mayor riesgo de desarrollar cáncer cervical, así como tener múltiples parejas sexuales, no realizarse citologías vaginales regularmente, fumar, haber padecido anteriormente un cáncer cervical, tener alguna disfunción del sistema inmune (transplantados o infección por VIH), y finalmente tener otras enfermedades de transmisión sexual como por ejemplo un herpes.