Déficit de testosterona

7/9/2018

También conocido como: hipogonadismo tardío, síndrome de déficit de testosterona

¿En qué consiste?

El término se refiere a aquel estado patológico en que el hombre no produce la cantidad suficiente de testosterona. La testosterona es la principal hormona sexual (andrógeno) del hombre y es producida principalmente por los testículos. Es la hormona responsable de los caracteres físicos masculinos tales como el vello facial y la cantidad de masa muscular entre otros. La testosterona también ayuda a mantener el impulso sexual o también conocido como libido, la producción de esperma, el mantenimiento óseo y síntesis de glóbulos rojos (eritrocitos). Las mujeres también tienen testosterona aunque en concentración mucho menor por lo que este artículo se centra solamente  en el estado de déficit de testosterona en hombres.

El cerebro y la hipófisis (una pequeña glándula situada en la base del cerebro) son las encargadas de controlar la producción de testosterona por parte de los testículos. El déficit de testosterona puede venir dado por una afectación testicular, hablaríamos entonces de hipogonadismo primario, o por una afectación a nivel de hipófisis o hipotálamo tratándose de un hipogonadismo secundario.

Los niveles de testosterona en hombres empiezan a disminuir a partir de los 30 años; esto forma parte del proceso normal de envejecimiento y  normalmente no suele causar problemas. El déficit de testosterona no es de per se una enfermedad por lo que concentraciones bajas de testosterona por si solas no son suficientes para que se indique suplementación hormonal con inyecciones o parches de testosterona. Tanto las pruebas de laboratorio como la evaluación clínica de los signos y síntomas asociados son importantes para el diagnóstico de déficit de testosterona  en el hombre adulto.

A parte de la edad, hay una gran variedad de factores que contribuyen a la aparición de concentraciones bajas de testosterona. Algunas causas están relacionadas con enfermedades  adquiridas como la obesidad y otras son enfermedades congénitas como el síndrome de Klinefelter, éstas últimas son muy poco frecuentes. Otras causas de déficit de testosterona son:

  • Enfermedades crónicas como diabetes tipo 2, HIV, enfermedad hepática, enfermedad renal o enfermedades autoinmunes.
  • Lesión o trauma en los testículos.
  • Orquiectomía  para tratamiento de cáncer.
  • Quimioterapia o radiación.
  • El uso de fármacos como antidepresivos o tratamientos con narcóticos para el dolor.  

El tratamiento sustitutivo con testosterona ayuda a contrarrestar los signos y síntomas causados por el déficit de esta hormona. Sin embargo hay riesgos asociados a estos tratamientos y probablemente no son apropiados en todos los casos.

Acerca del déficit de testosterona

Signos y síntomas

El déficit de testosterona puede producir un amplio rango de signos y síntomas que varían de un individuo a otro. Algunos síntomas están significativamente ligados a las concentraciones de testosterona cómo podrían ser:

  • Menor cantidad de vello facial y corporal.
  • Testículos muy pequeños.
  • Desarrollo sexual incompleto y/o retrasado.

Algunos ejemplos  de síntomas que podrían sugerir un déficit de testosterona son:

  • Una baja libido o impulso sexual.
  • Disfunción eréctil.
  • Reducción de las erecciones espontáneas.
  • Crecimiento de los pechos.
  • Infertilidad.

Otros síntomas no específicos del déficit de testosterona pero que aparecen con frecuencia son:

  • Reducción de la masa muscular y del tejido óseo.
  • Síntomas de depresión o cambios de humor.
  • Debilidad continúa o fatiga.
  • Aumento de la grasa corporal o incluso obesidad.
  • Irritabilidad.
  • Trastornos del sueño.
  • Pérdida de función cerebral cómo pérdidas de memoria o atención.

Pruebas relacionadas

El diagnóstico del déficit de testosterona se realiza a través de la elaboración de la  historia clínica de los signos y síntomas acompañada de un examen físico así cómo pruebas de laboratorio para determinar las concentraciones de testosterona. The Endocrine Society y la American Urological Association recomiendan basarse tanto en criterios clínicos como en pruebas de laboratorio para establecer el diagnóstico.

Es importante saber que las sociedades científicas no recomiendan realizar un cribado en la población masculina adulta que no presente signos o síntomas asociados al déficit de testosterona.

Las pruebas de laboratorio no sirven solo para el diagnóstico sino que también nos son de utilidad para determinar la causa del déficit así como para realizar la monitorización del tratamiento con terapias sustitutivas hormonales.

Pruebas de Laboratorio

Testosterona: es la prueba más importante a realizar en la analítica sanguínea para detectar su déficit. La muestra de sangre debe obtenerse por la mañana en ayunas para así minimizar las variaciones  de testosterona a lo largo del día. Normalmente se realizan dos determinaciones de testosterona en días diferentes para confirmar el resultado. Alrededor de un 30 % de los pacientes con una testosterona inicial baja tienen concentraciones normales de testosterona en la repetición del análisis. También se miden los niveles de testosterona para la monitorización del tratamiento.

Alrededor del 66 % de la testosterona circula en sangre unida a una proteína llamada SHBG, que son les siglas en inglés de sex hormone binding globulin. Una pequeña parte (30%) va unida a la albúmina y en último lugar (menos del 4 %) la encontramos como testosterona libre. La hormona biológicamente activa es la libre y la unida a albúmina. En la mayoría de los casos la determinación de testosterona total es suficiente y adecuada para realizar el diagnóstico. Sin embargo, en ciertos casos, como por ejemplo cuando haya niveles de SHBG anormales, la determinación de la fracción libre o de la biológicamente activa puede ser mejor y aportar una información más precisa del estado fisiológico del paciente.

Los valores de referencia para el hombre adulto varían en función de la edad ( las concentraciones de testosterona van disminuyendo con la edad). Mientras que la exactitud de las pruebas de laboratorio ha evolucionado significativamente en estas últimas décadas, la variabilidad inter-laboratorio es alta  a consecuencia de los diferentes equipos, reactivos o técnicas usados para medir la testosterona. Debido a estas limitaciones no se puede establecer unos valores de referencia estandarizados y se deben usar los que proporcione cada laboratorio en concreto basándose en su población y método utilizado.

Se debe tener en cuenta , incluso al valorar individuos jóvenes, que los valores de referencia se establecen aceptando el 95% central de los valores obtenidos en la población sana estudiada, y por definición se excluye un 2.5% de hombres sanos con valores por debajo de los valores de referencia.

Otro punto de discusión es si los hombres de edad avanzada deberían de tener sus propios rangos de referencia o si por el contrario los valores de referencia se deberían de establecer basándose solamente en hombres de edades comprendidas entre los 20 y los 40. En cualquier caso, se debe de consultar con su médico sobre los resultados de testosterona para tener una buena interpretación.

Hormona luteinizante (LH) y hormona folículo estimulante (FSH): la LH es la hormona que estimula la producción de testosterona y la FSH se asocia a la producción de esperma. Se deben de interpretar sus resultados conjuntamente  para poder distinguir entre un déficit de testosterona causado por un problema testicular (hipogonadismo primario) de uno de origen hipofisario o hipotalámico (hipogonadismo secundario). Cuando encontramos LH y FSH elevadas con concentraciones de testosterona bajas hay que sospechar de hipogonadismo primario. En cambio LH y FSH normales o disminuidas indican hipogonadismo secundario. En el caso de baja destosterona debida a la edad las concentraciones de LH y FSH son normales.

Prolactina: se trata de una hormona de origen hipofisario que puede medirse si se sospecha que la causa del déficit de testosterona puede tener origen en la hipófisis. Concentraciones elevadas de prolactina pueden indicar patología hipofisaria como por ejemplo algún tumor. Elevaciones de la prolactina por cualquier causa pueden interferir en la función testicular.

Otras pruebas de laboratorio van dirigidas a hombres sometidos a terapia sustitutiva con testosterona para monitorizar posibles reacciones adversas. Algunos ejemplos son:

Hemoglobina: la hemoglobina puede ser útil para detectar aumentos en la producción de glóbulos rojos  ya que la Policitemia es uno de los efectos adversos asociados a las terapias sustitutivas y podría derivar en problemas vasculares como la formación de coágulos.

Estudio de lípidos: para comprobar niveles de lípidos anormales (HDL, LDL, VLDL, Colesterol total y Triglicéridos)

Antígeno específico de próstata (PSA): para detectar cáncer de próstata.

Otras pruebas

Resonancia magnética (RM) del cerebro: se usa a veces para comprobar la funcionalidad y normalidad de la hipófisis y el hipotálamo

Densitometría ósea: puede ser útil para ver cambios en la densidad ósea como consecuencia del déficit de testosterona.

Prevención

Mantener un estilo de vida saludable incluyendo ejercicio, una buena nutrición, mantener un peso adecuado y evitar el abuso de drogas y/o alcohol pueden ser de ayuda para mantener unos niveles de testosterona adecuados. No se han descubierto formas de prevenir el déficit de testosterona ligada a enfermedades genéticas, daño testicular o patologías hipofisarias.

Tratamiento

Aquellos hombres con déficit de testosterona debido a una tardía aparición de ligado de hipogonadismo deben de ser tratados con terapia sustitutiva hormonal para mejorar la sintomatología asociada.

La “American Urological Association” recomienda prescribir tratamiento solamente  a aquellos hombres que cumplan tanto criterios clínicos como de laboratorio. Aun así, no siempre la terapia sustitutiva está indicada en todos los casos y debe de ser prescrita atendiendo a cada caso en particular. Por ejemplo, “The Endocrine Society” desaconseja tratar a aquellos hombres mayores de 65 años sugiriendo revisar caso por caso. El tratamiento puede ser considerado inapropiado en casos concretos como aquellos hombres que padezcan además del déficit de testosterona otra patología como cáncer de próstata o apnea del sueño.

Algunos de los beneficios y riesgos de la terapia hormonal sustitutiva permanecen aún inciertos y son sujeto de investigación activa en la actualidad. Es de gran importancia que en caso de diagnóstico de déficit de testosterona consulte a su médico especializado para establecer los beneficios y riesgos del tratamiento.

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