Enfermedad cardiaca

24/8/2022

También conocido como: enfermedad cardiaca coronaria (ECC), enfermedad arterial coronaria (EAC), enfermedad cardiovascular (ECV), angina de pecho, ataque cardiaco, infarto agudo de miocardio (IAM), paro cardiaco repentino, síndrome coronario agudo (SCA), insuficiencia cardiaca congestiva (ICC), miocardiopatía, miocarditis, pericarditis, endocarditis, fibrilación auricular (FA)

El corazón

El corazón es un músculo del tamaño de un puño localizado en el mediastino, espacio delimitado entre los dos pulmones. El corazón bombea la sangre de manera continua, y late a un ritmo cercano a unas 100.000 pulsaciones diarias. La sangre que moviliza el corazón transporta oxígeno y nutrientes a todo el organismo. Por otra parte, también transporta dióxido de carbono y productos de desecho hacia los pulmones, riñones e hígado para su eliminación.

El corazón mantiene su propio aporte de oxígeno a través del conjunto de arterias y venas coronarias. El corazón también funciona como órgano endocrino ya que produce hormonas como el péptido natriurético atrial (ANP) y el péptido natriurético tipo B (BNP), que se encargan de coordinar la función cardíaca con los vasos sanguíneos y los riñones.

En su interior, el corazón está prácticamente hueco. El septum lo divide verticalmente en dos mitades y cada mitad tiene dos cavidades internas, las aurículas en la parte superior y los ventrículos en la inferior. 

  • La sangre venosa que viene del organismo (pobre en oxígeno) entra por las venas en la parte derecha del corazón, a través de la aurícula derecha y se bombea por el ventrículo derecho hacia los pulmones, donde libera el dióxido de carbono y se incorpora el oxígeno. 
  • La sangre oxigenada sale de los pulmones, entra a la aurícula izquierda y se bombea desde el ventrículo izquierdo hacia las arterias encargadas de distribuirla por todo el organismo.

Hay cuatro válvulas cardiacas que regulan la dirección y el flujo de la sangre a través del corazón. El ruido característico del latido del corazón se debe a la apertura y cierre de dichas válvulas. 

El músculo cardiaco se llama miocardio. El endocardio es la membrana que recubre el interior de las cavidades del corazón y de las válvulas. El pericardio es una fina membrana serosa (secretora de fluidos) por su parte interior y fibrosa por el exterior que envuelve al corazón externamente. El pericardio forma una barrera protectora alrededor del corazón que le permite contraerse en un ambiente libre de fricciones.

Acerca de la enfermedad cardiaca

¿En qué consiste?

Enfermedad cardiaca es un término general que se utiliza para referirse a una gran variedad de trastornos agudos y crónicos que afectan a uno o más componentes del corazón. Cualquier situación que produzca una lesión en el corazón o que disminuya el aporte de oxígeno al mismo, hace que el corazón sea menos eficiente, reduciendo su capacidad de llenado y bombeo de la sangre, lo que repercute tanto directamente sobre el corazón como sobre otros órganos y tejidos. Las enfermedades cardíacas pueden ser congénitas o adquiridas.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en España el grupo de enfermedades del sistema circulatorio se mantuvo como primera causa de muerte, con el 24,3% del total y una tasa de 253,1 fallecidos por cada 100.000 habitantes.

La tendencia es similar en los Estados Unidos donde mueren alrededor de 610.000 personas al año a causa de las enfermedades cardiacas, según los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, suponiendo así 1 de cada 4 muertes aproximadamente. 

La enfermedad cardiaca es la principal causa de muerte, tanto para hombres como para mujeres.

Enfermedades comunes del corazón

Se pueden incluir las siguientes:

La enfermedad cardiaca coronaria (ECC) y la enfermedad arterial coronaria (EAC) son las formas más frecuentes de enfermedad cardiaca. Suelen formar parte de una enfermedad cardiovascular (ECV) sistémica, es decir, un estrechamiento de las arterias del corazón y del resto del organismo que sucede con el tiempo debido a la acumulación de los depósitos de grasa y que conduce a la formación de placas (aterosclerosis). Este estrechamiento puede limitar de manera significativa la cantidad de sangre transportada por las arterias y disminuir el aporte tisular de oxígeno, tanto al propio corazón como a otros órganos y tejidos. El estrechamiento arterial puede conducir a una angina de pecho, infarto agudo de miocardio (IAM) o accidente cerebrovascular (ACV).

La angina de pecho se caracteriza por causar un dolor torácico intermitente a consecuencia de un aporte inadecuado de sangre y de oxígeno al corazón (isquemia). A pesar de que las arterias coronarias se van estrechando progresivamente, los síntomas no aparecen hasta que prácticamente se interrumpe la totalidad del flujo sanguíneo en alguna zona del corazón, pudiendo causar un dolor torácico después de realizar ejercicio. Con el paso del tiempo el dolor se volverá más grave y aparecerá con mayor frecuencia. Si el dolor torácico aparece en reposo o ante un mínimo esfuerzo se habla de angina inestable.

En el infarto agudo de miocardio (IAM) se produce la muerte de las células musculares cardíacas debido a un bloqueo del flujo sanguíneo en las arterias coronarias, que son las que suministran la sangre oxigenada a las células cardiacas. Esto se traduce en la aparición brusca de dolor torácico. Las formas de dolor torácico de inicio brusco o súbito que engloban el infarto agudo de miocardio y la angina inestable constituyen lo que se conoce como síndrome coronario agudo (SCA).

El paro cardiaco repentino se produce cuando el corazón deja de latir de forma repentina e inesperada. Cuando esto sucede, la sangre deja de fluir hacia el cerebro y otros órganos vitales. Si no se trata en cuestión de minutos, generalmente conduce a la muerte.

La insuficiencia cardiaca congestiva (ICC), provoca que el corazón sea menos eficiente en el bombeo de la sangre y sea incapaz de llenar o vaciar completamente sus cavidades, existiendo una dificultad para proveer sangre oxigenada al resto del organismo. Como consecuencia, la sangre se acumula en las piernas, las manos, los pies, los pulmones y el hígado, provocando edemas (hinchazón), dificultad para respirar y fatiga. Puede aparecer una insuficiencia cardíaca transitoria por una causa temporal. Sin embargo, la insuficiencia cardíaca suele ser una situación crónica que empeora con el paso del tiempo, aunque puede mejorar con el tratamiento adecuado.

La miocardiopatía es una anomalía del músculo cardíaco:

  • Miocardiopatía dilatada: una o varias cavidades del corazón se dilatan.
  • Miocardiopatía hipertrófica: una o varias paredes cardíacas se engrosan.
  • Miocardiopatía restrictiva: ocasionalmente se puede acumular material anómalo en las paredes del corazón, reduciendo la flexibilidad de las paredes de los ventrículos.
  • Miocardiopatía isquémica: disminución del flujo sanguíneo al corazón.
  • Miocardiopatía idiopática: cuando se desconoce la causa.

La miocarditis es una inflamación del músculo cardiaco. Se presenta como una dificultad respiratoria de inicio brusco o con arritmias. Puede desencadenar una insuficiencia cardiaca que se instaura con rapidez.

La enfermedad pericárdica es una enfermedad de la membrana que envuelve al corazón. La pericarditis o inflamación del pericardio puede provocar dolor torácico y un aumento de la fricción al latir el corazón.

La endocarditis es una inflamación de la membrana que recubre internamente el corazón y las válvulas cardiacas.

La fibrilación auricular es una forma de arritmia (irregularidad del ritmo cardíaco) que puede favorecer la formación de coágulos de sangre. Estos coágulos pueden ser la causa de un accidente vascular cerebral. Además, pueden desarrollarse otras complicaciones cardiacas e insuficiencia cardiaca.

Entre los trastornos que afectan a las válvulas cardiacas se encuentran:

  • Prolapso: parte de la válvula protruye hacia la aurícula, impidiendo un sellado completo, lo que conduce a la regurgitación (la sangre vuelve hacia atrás) y a un aumento del riesgo de sufrir endocarditis.
  • Estenosis: estrechamiento de la apertura de la válvula que puede afectar al flujo de sangre. En función de la válvula afectada se habla de estenosis pulmonar, estenosis aórtica o estenosis mitral.

Factores o enfermedades que pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad cardiaca

  • Consumo abusivo de alcohol.
  • Amiloidosis: enfermedad rara y progresiva debida a la presencia de una proteína anómala conocida como amiloide. Esta proteína se deposita en diferentes órganos, entre los cuales se encuentra el corazón, ocasionando fallo tisular y orgánico.
  • Uso de esteroides anabolizantes.
  • Aterosclerosis: depósitos principalmente de sustancia grasa (lípidos) en las paredes arteriales, que con el tiempo estrechan y endurecen las arterias y dificultan el flujo normal de sangre.
  • Enfermedades autoinmunes, como el lupus.
  • Determinados trastornos congénitos: los que se presentan ya desde el nacimiento.
  • Diabetes.
  • Dieta, especialmente si es rica en grasas saturadas y en colesterol.
  • Consumo de drogas de abuso, como cocaína.
  • Toma de determinados fármacos, por ejemplo los empleados en el tratamiento del VIH/SIDA o del cáncer.
  • Exposición a toxinas o a sustancias químicas tóxicas, como el mercurio.
  • Hipertensión.
  • Infecciones causadas por bacterias, virus u hongos.
  • Traumatismos.
  • Fiebre reumática.
  • Estilo de vida sedentario.
  • Consumo de tabaco.
  • Enfermedades tiroideas (hipotiroidismo, hipertiroidismo).

Signos y síntomas

Las enfermedades cardiacas pueden ser agudas (de inicio rápido) o crónicas (se desarrollan a lo largo del tiempo), y transitorias, relativamente estables o progresivas. Pueden originar una gran variedad de signos y síntomas que frecuentemente cambian y/o empeoran con el paso del tiempo.

Las enfermedades cardiacas crónicas pueden presentar episodios de exacerbaciones con sintomatología aguda. Estos episodios pueden resolverse espontáneamente o con tratamiento, o pueden persistir e incluso suponer una amenaza para la vida del individuo.

Las personas con enfermedad cardiaca a edades más tempranas pueden presentar muy poca sintomatología y poco específica como:

  • Fatiga.
  • Dificultad al respirar.
  • Mareos.
  • Náuseas.

Sin embargo, estos síntomas no indican el tipo de enfermedad cardíaca que padece el individuo y pueden verse en multitud de situaciones diferentes.

A medida que la enfermedad progresa, los signos y síntomas empeoran y pueden aparecer:

  • Hinchazón (edema) en pies, piernas y/o abdomen.
  • Arritmia (ritmo cardíaco irregular).
  • Dolor torácico, malestar, sensación de opresión.
  • Dolor irradiado normalmente hacia el hombro izquierdo, brazo izquierdo, espalda o mandíbula.
  • Dilatación: ensanchamiento de una o más de las cavidades del corazón, lo que hace que el interior se agrande debido al aumento de la presión.
  • Incapacidad para responder a demandas elevadas de oxígeno y para eliminar los productos de desecho durante la realización de ejercicio físico.
  • Contracción insuficiente: llenado o vaciado incompleto de las cavidades cardíacas.
  • Hipertrofia ventricular: aumento del grosor de las paredes del corazón, lo que provoca una disminución en el tamaño de las cavidades cardíacas y también una pérdida de flexibilidad del corazón.

Pruebas relacionadas

Los objetivos de las pruebas consisten en poder distinguir entre los síntomas relacionados con una afectación cardíaca y los debidos a otros procesos. Las pruebas se solicitan para conocer el tipo de enfermedad cardíaca, para determinar si el trastorno es agudo o crónico, para monitorizar un fenómeno cardíaco en progreso, por ejemplo, un infarto agudo de miocardio (IAM) y para determinar la gravedad y la extensión de la enfermedad.

Es posible que una enfermedad cardíaca que ocasione pocos síntomas no se detecte hasta que el individuo consulte al médico por síntomas inespecíficos, como sensación de fatiga. El médico solicitará entonces toda una serie de pruebas que le permitirán investigar acerca de la causa de los síntomas.

Pruebas de laboratorio

Cribado del riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV).

La evaluación del riesgo cardíaco se realiza en las personas asintomáticas para establecer su riesgo de desarrollar una enfermedad cardiaca coronaria. Evaluar el riesgo cardíaco mediante unas pruebas y los factores de salud, permitirán evaluar la posibilidad de tener un infarto agudo de miocardio (IAM) o un accidente cerebrovascular (ACV). Entre los factores considerados se incluyen: edad, historia familiar de enfermedad cardiaca, dieta, actividad física y presión arterial. Entre las pruebas de laboratorio se incluyen:

  • Perfil lipídico (colesterol LDL, colesterol HDL, colesterol total, triglicéridos): conjunto de pruebas que permiten conocer la cantidad y tipo de lípidos (grasas) que existen en la sangre.
  • Proteína C reactiva ultrasensible (PCR-hs): permite detectar las concentraciones bajas de esta proteína y constituye un marcador de inflamación asociado con la aterosclerosis.
  • Lipoproteína (a): para identificar si existen concentraciones elevadas de lipoproteína (a). Esta proteína se corresponde con una modificación del colesterol LDL que se ha relacionado con un riesgo incrementado de aterosclerosis.

Si desea más información, consultar el artículo de riesgo cardiaco.

Diagnóstico del infarto agudo de miocardio (IAM)

Cuando una persona acude a urgencias con un síndrome coronario agudo (SCA), se realizan una variedad de pruebas de laboratorio y pruebas de imagen. Todas ellas sirven para conocer la causa del dolor y la gravedad del proceso. Es muy importante confirmar el diagnóstico lo antes posible, ya que a menudo el tratamiento de un infarto de miocardio(IAM) debe iniciarse en un período de tiempo muy corto desde el inicio de los síntomas.

Las pruebas de las proteínas que se liberan cuando se dañan las células musculares del corazón (cardiomiocitos), a menudo llamadas marcadores cardiacos se solicitan con frecuencia cuando alguien tiene síntomas del síndrome coronario agudo (SCA), como dolor en el pecho, dolor en la mandíbula, cuello, abdomen, espalda o dolor que irradia al hombro o los brazos, náuseas, dificultad para respirar y mareos.

Entre las pruebas se incluyen:

  • Troponina: la prueba de la troponina de alta sensibilidad se solicita principalmente para ayudar a diagnosticar un ataque cardiaco y descartar otras afecciones con signos y síntomas similares. Una troponina elevada e incluso elevaciones leves pueden indicar cierto grado de lesión cardíaca. Si se observan valores significativamente elevados de troponina y, en particular, un aumento y/o una disminución en los resultados seriados de las pruebas realizadas durante varias horas, entonces es probable que haya tenido un ataque al corazón o alguna otra forma de daño cardíaco. Los valores de troponina pueden elevarse en la sangre dentro de las 3 a 6 horas posteriores a la lesión cardíaca y pueden permanecer elevados durante 10 a 14 días.
  • Creatina quinasa MB (CK-MB): creatina quinasa (CK) y CK-MB han sido durante muchos años las principales pruebas solicitadas para detectar y controlar los ataques cardiacos, pero en la actualidad han sido reemplazadas por la prueba de troponina. La CK es una enzima que se encuentra en el tejido muscular, por lo que lesiones musculares no cardiacas tabién elevaran sus valores en sangre. La CK-MB es más especifica del músculo cardiaco.
  • Péptidos natriuréticos (BNP o NT-proBNP): liberado por el organismo como respuesta natural a la insuficiencia cardíaca. Los valores elevados de BNP, indican un mayor riesgo de complicaciones cardíacas en las personas con un SCA.

Pruebas solicitadas cuando se sospechan otras enfermedades cardiacas

  • BNP o NT-proBNP: este péptido también se libera en situaciones que provocan distensión o ensanchamiento del corazón, el BNP se mide también en las personas con edemas en extremidades inferiores o en abdomen, o en las que tienen dificultad respiratoria, para saber si coexiste una insuficiencia cardíaca.
  • Análisis del líquido pericárdico: analizando este fluido se puede saber si existe una inflamación o infección o si la insuficiencia cardiaca congestiva (ICC) es la responsable de la acumulación de líquido alrededor del corazón.
  • Hemocultivo: para identificar las infecciones del corazón (endocarditis).

Otras pruebas de laboratorio más genéricas incluyen:

  • Proteína C reactiva ultrasensible (PCR-hs): puede determinarse para establecer el pronóstico, incluyendo la probabilidad de que aparezcan complicaciones cardiacas en las personas con enfermedad cardíaca coronaria estable o síndrome coronario agudo (SCA).
  • Gases en sangre (gasometría): para evaluar el oxígeno, el dióxido de carbono y el pH.
  • Pruebas para evaluar la función de distintos órganos.
  • Electrolitos: normalmente incluyen tres o cuatro pruebas que ayudan a saber si se mantiene el equilibrio entre el líquido y las sales en el organismo.
  • Hemograma: evalúa las células de la sangre y detecta si existe anemia asociada o infecciones.

Otras pruebas ajenas al laboratorio

Se utilizan también una serie de pruebas para evaluar el dolor torácico y los otros síntomas que puede presentar el individuo. Entre ellas se incluye:

  • Historia clínica, incluyendo una evaluación de los factores de riesgo como edad, peso, diabetes, consumo de tabaco.
  • Exploración física.
  • Electrocardiograma (ECG): permite estudiar la actividad eléctrica del corazón, así como su ritmo.
  • Ecocardiografía: imagen del corazón obtenida por ultrasonidos.

En función de los resultados de estas pruebas, pueden requerirse estudios adicionales, como:

  • Prueba de esfuerzo (para obtener más información consultar en el link de la clínica Mayo).
  • Radiografía de tórax.
  • Tomografía computarizada (TC).
  • Monitorización electrocardiográfica continua (también conocida como holter): se coloca un monitor al individuo para evaluar la actividad cardíaca durante un período de tiempo concreto, normalmente 24 horas.
  • Resonancia magnética (RM).
  • Tomografía por emisión de positrones (PET por las siglas en inglés).
  • Estudios con radionúclidos (tipo de prueba de imagen).
  • Cateterismo cardíaco: se introduce un dispositivo fino y flexible por una arteria de la pierna hasta alcanzar las arterias coronarias, evaluando así el flujo sanguíneo y la presión en el corazón, así como el estado de las arterias coronarias.
  • Angiografía coronaria: visualización de las arterias coronarias mediante rayos X una vez introducido un contraste radiopaco. Se realiza durante el cateterismo.
  • Prueba de la mesa inclinada: para evaluar los síncopes.

Si desea más información acerca de las pruebas de imagen, acceda al artículo: RadiologyInfo.org

Tratamiento

El tratamiento de la enfermedad cardíaca depende de su causa y de la gravedad. Las situaciones agudas, como el infarto agudo de miocardio (IAM), requieren una intervención médica inmediata, para minimizar las lesiones cardíacas. En las situaciones crónicas, los médicos recomiendan una modificación de los estilos de vida (dieta, pérdida de peso, ejercicio supervisado, control de las situaciones estresantes, abandono del consumo de tabaco). También deben controlarse los posibles estados de hipertensión y de diabetes, para minimizar su repercusión en el corazón. En el tratamiento de la insuficiencia cardíaca a menudo es necesario llevar una dieta baja en sal y diuréticos (para intentar disminuir la cantidad de líquidos que se acumulan en el organismo), así como fármacos que mejoran la función del músculo cardíaco (digoxina).

Todos estos tratamientos pueden ser necesarios para controlar los síntomas y la propia enfermedad cardíaca. En ocasiones se requieren intervenciones quirúrgicas (by-pass) para desobstruir las arterias, para sustituir válvulas cardíacas defectuosas o para corregir anomalías congénitas. Si existen infecciones es necesario administrar fármacos antimicrobianos.

Se sigue trabajando en el desarrollo de nuevos fármacos, procedimientos y recomendaciones para corregir y evitar al máximo la enfermedad cardiaca. Cada individuo debería consultar con su médico acerca de las mejores opciones terapéuticas para su situación en particular.

Enlaces

Pruebas relacionadas:

Colesterol          

Colesterol HDL        

Colesterol LDL         

Perfil lipídico         

Triglicéridos          

Creatina quinasa (CK)     

Creatina quinasa MB (CK-MB)          

Mioglobina          

Troponina

Péptidos natriuréticos: BNP o NT-proBNP       

Homocisteína          

Riesgo cardiaco          

Marcadores cardiacos          

Proteína C reactiva ultrasensible

Estados fisiológicos y enfermedades:

Infarto agudo de miocardio y síndrome coronario agudo          

Accidente cerebrovascular (ACV)         

Insuficiencia cardiaca congestiva          

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En otras webs:      

National Heart, Lung, and Blood Institute (NIH): El corazón          

Medline: Enfermedades del corazón        

Medline: Cómo prevenir las enfermedades del corazón                 

MayoClinic: Enfermedad cardiaca       

MayoClinic: Heart Disease Risk Calculator

Heart Rhythm Society

Hormone Health Network: Hormones and Your Heart

Centers for Disease Control and Prevention (CDC): Heart Disease  

Women's Health.gov: Heart Disease and Stroke          

American Heart Association (AHA)         

       

       

 

     

   

     

     

     

 

     

   

     

     

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