Hierro sérico

12/7/2020

También conocido como: Fe, sideremia

Nombre sistemático: hierro en suero

Aspectos generales

¿Por qué hacer el análisis?

Junto con otras pruebas del metabolismo férrico, permite conocer la concentración de hierro en el organismo y detectar la anemia ferropénica o la sobrecarga de hierro.

¿Cuándo hacer el análisis?

Cuando se tiene una concentración baja de hemoglobina o de hematocrito detectados en el hemograma, o cuando el médico crea que puede existir un déficit o un exceso de hierro.

¿Qué muestra se requiere?

La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre venosa.

¿Es necesario algún tipo de preparación previa?

Es posible que sea necesario realizar la extracción a primera hora de la mañana tras un mínimo de 12 horas en ayunas, en las que sólo se permite beber agua.

¿Qué es lo que se analiza?

El hierro, entre otras funciones, es un elemento esencial para la producción de los glóbulos rojos (hematíes) sanos. Forma parte de la hemoglobina, que es la proteína que se une al oxígeno en los pulmones y lo libera a medida que la sangre circula por el organismo. Esta prueba determina la cantidad de hierro en la parte líquida de la sangre.

El hierro sérico casi siempre se mide junto con otras pruebas como la ferritina, transferrina y la capacidad de fijación del hierro. La interpretación conjunta de los resultados de estas pruebas permite diagnosticar o realizar el seguimiento de una deficiencia o una sobrecarga de hierro.

El organismo es incapaz de producir hierro, por lo que debe obtenerlo mediante la dieta o por la toma de suplementos. Una vez absorbido, se transporta por todo el organismo unido a la transferrina, que es una proteína que se produce en el hígado.

En personas sanas, la mayor parte del hierro que se absorbe pasará a formar parte de la hemoglobina que se encuentra dentro de los glóbulos rojos. El resto se almacenará en los tejidos en forma de ferritina o hemosiderina. Una pequeña parte participará en la composición de otras proteínas como la mioglobina y ciertos enzimas.

Si el aporte de hierro de la dieta es insuficiente, su concentración en sangre puede disminuir y empezaran a reducirse las reservas de hierro del organismo. Esto puede ocurrir por diferentes causas:

  • No se ingiere suficiente hierro (ya sea por la dieta o mediante suplementos).
  • El organismo es incapaz de absorber el hierro de la dieta. Esto ocurre en situaciones clínicas como la enfermedad celíaca.
  • Existe un aumento de las necesidades de hierro (como ocurre durante el embarazo, la infancia o la adolescencia) o una pérdida crónica de sangre (como en la úlcera péptica o en el cáncer de colon).

Si esta situación se mantiene, es posible que se desarrolle una anemia ferropénica (hemoglobina baja por falta de hierro). En las fases iniciales no existe ninguna manifestación clínica de la deficiencia, por lo que las reservas de hierro pueden reducirse de forma importante antes de que se desarrollen signos y síntomas de la deficiencia de hierro. Si una persona sana desarrolla anemia a lo largo de un período prolongado de tiempo, rara vez aparecen síntomas antes de que la concentración de hemoglobina en sangre caiga por debajo del límite normal.

Sin embargo, a medida que evoluciona la deficiencia de hierro, pueden aparecer síntomas como fatiga, debilidad, mareos, dolor de cabeza y palidez de piel. Para más información, consultar el artículo sobre anemia.

Por otra parte, una absorción excesiva de hierro puede hacer que éste se acumule progresivamente, llegando a producir una lesión tisular en órganos como hígado, corazón y páncreas. Un ejemplo de ello es la hemocromatosis, una enfermedad genética en la que el cuerpo absorbe demasiado hierro, aunque el paciente lleve una dieta normal. Además, la sobredosis de hierro puede aparecer cuando una persona consume más cantidad de hierro de la recomendada.

Preguntas comunes

¿Cómo se utiliza?

El hierro sérico mide la cantidad de hierro que circula por la sangre unido a la transferrina. La interpretación conjunta de los resultados con otras pruebas permite diagnosticar o realizar el seguimiento de una deficiencia o una sobrecarga de hierro, y diferenciar entre las diferentes causas de anemia.

La concentración de hierro en la sangre varía a lo largo del día y de un día a otro. Por esta razón, el hierro sérico casi siempre se mide junto con otras pruebas del metabolismo férrico, como la ferritina, transferrina, la capacidad de fijación del hierro o el índice de saturación de transferrina.

¿Cuándo se solicita?

Generalmente las pruebas que evalúan el hierro se solicitan si en el hemograma aparecen la hemoglobina o el hematocrito bajos y los glóbulos rojos son más pequeños y pálidos de lo normal (microcíticos e hipocrómicos). Estos datos sugerirían la existencia de una anemia ferropénica incluso antes de la aparición de los síntomas.

También se puede solicitar esta prueba si el paciente presenta signos y síntomas de anemia como los siguientes:

  • Cansancio o fatiga crónica.
  • Mareos.
  • Debilidad.
  • Dolores de cabeza.
  • Palidez.

El estudio del hierro sérico también puede solicitarse cuando se sospecha una sobrecarga de este elemento (hemocromatosis). Los síntomas de un exceso de hierro varían en función de la persona y tienden a empeorar con el paso del tiempo, ya que se deben a la acumulación de hierro en la sangre y los tejidos. Entre ellos se incluyen:

  • Dolor en las articulaciones.
  • Fatiga, debilidad.
  • Falta de energía.
  • Dolor abdominal.
  • Disminución del apetito sexual.
  • Daño en algunos órganos, como el corazón o el hígado.

Si se piensa que un niño ha ingerido comprimidos de hierro, se solicita el hierro sérico para detectar si realmente ha sido así y establecer la gravedad de la intoxicación.

También puede solicitarse el hierro sérico periódicamente para evaluar la eficacia del tratamiento en los déficits o en las sobrecargas de hierro.

¿Qué significa el resultado?

Normalmente, los niveles de hierro sérico se interpretan junto con otras pruebas relacionadas con el metabolismo férrico. En la tabla siguiente se resumen algunas de las pruebas relacionadas con el metabolismo férrico y cómo se afectan por distintos trastornos.

Deficiencia de hierro

Las fases más precoces de la deficiencia de hierro consisten en la desaparición progresiva de las reservas de hierro. Esto significa que sigue habiendo suficiente hierro para fabricar hematíes, pero las reservas no se están rellenando. El hierro sérico puede ser normal en esta fase, pero la ferritina estará baja.

Si la deficiencia se mantiene en el tiempo, todo el hierro almacenado se ha gastado y el cuerpo intenta compensar la falta de hierro aumentando la transferrina, que es la encargada de transportar el hierro. El hierro sérico disminuye y la transferrina, capacidad total y capacidad libre de transporte del hierro aumentan, disminuyendo también la saturación de la transferrina. A medida que evoluciona la deficiencia, se producen menos hematíes y son más pequeños, resultando finalmente en una anemia ferropénica.

Sobrecarga de hierro

Si el hierro sérico y la saturación de la transferrina aumentan, la capacidad total de transporte de hierro (TIBC), capacidad libre de transporte de hierro (UIBC) y ferritina son normales y existen antecedentes compatibles con sobrecarga de hierro, es probable que exista una intoxicación por hierro. Esta intoxicación aparece cuando se ingiere una gran cantidad de hierro en un período corto de tiempo. En niños, la intoxicación por hierro es casi siempre aguda, y se da cuando los niños ingieren los suplementos de hierro de sus padres. En algunos casos, la intoxicación aguda puede llegar a ser mortal. Si la ferritina está aumentada, es probable que se trate de una sobrecarga de hierro crónica.

Si se detecta una mutación en el gen HFE se establece el diagnóstico de hemocromatosis hereditaria. Sin embargo, muchas personas con hemocromatosis no tendrán síntomas en toda su vida, otras desarrollarán dolor articular, dolor abdominal y debilidad alrededor de los 30-40 años. Los hombres suelen tener más síntomas que las mujeres en edad fértil, porque éstas pierden sangre durante la menstruación.

La sobrecarga de hierro también aparece en los pacientes con hemosiderosis y en personas que han recibido múltiples transfusiones de sangre (anemia falciforme, talasemia major y otras anemias que se traten con transfusiones). El hierro de cada unidad transfundida se almacena en el cuerpo, y se va depositando progresivamente en los tejidos. Algunas personas con alcoholismo y enfermedad hepática crónica también pueden desarrollar una sobrecarga de hierro.

¿Hay algo más que debería saber?

El consumo de alimentos ricos en hierro o la toma de comprimidos de hierro pueden alterar los resultados de la prueba, de la misma manera que pueden verse alterados por una transfusión de sangre, si ésta ha sido reciente.

Una concentración normal de hierro en sangre se mantiene mediante un equilibrio entre la cantidad ingerida y las pérdidas. Normalmente se pierde muy poca cantidad de hierro al día, por lo que si no se ingiere suficiente hierro para recuperarla, aparecerá la deficiencia de hierro. Una persona sana que lleve una dieta equilibrada estará ingiriendo suficiente hierro para prevenir la deficiencia de hierro y la anemia ferropénica.

Existen ciertas situaciones en las que aumentan las necesidades de hierro del organismo. Las personas con pérdidas crónicas de sangre, ya sea por vía digestiva (generalmente debido a úlceras o tumores como el cáncer de colon) o por una menstruación abundante, perderán más hierro diario de lo normal y podrían desarrollar una deficiencia. Esto también ocurre en las mujeres embarazadas o durante la lactancia, debido a que le transmiten el hierro al bebé. Los niños, especialmente en los momentos de crecimiento más rápido, pueden necesitar más cantidad de hierro y desarrollar deficiencia. Ciertas enfermedades malabsortivas, como la enfermedad celíaca, también pueden dar lugar a una deficiencia de hierro.

Una concentración baja de hierro en sangre también puede aparecer en los casos en que el organismo es incapaz de extraer el hierro almacenado. En ciertas enfermedades que conllevan inflamación crónica, como el cáncer, las enfermedades autoinmunes o las infecciones crónicas (incluido el SIDA), el cuerpo es incapaz de utilizar el hierro para fabricar nuevos glóbulos rojos. En estas condiciones, la transferrina disminuye y el hierro sérico es bajo porque ni se está absorbiendo en el intestino ni se puede movilizar desde las reservas, por lo que la ferritina estará aumentada.

¿Son lo mismo el déficit de hierro y la anemia?

Un déficit de hierro significa que existe una disminución de las reservas de hierro del organismo, mientras que la anemia por déficit de hierro (ferropénica) ya indica que el recuento de hematíes, la cantidad de hemoglobina y el hematocrito han disminuido por existir unas reservas de hierro reducidas (existen muchas otras causas de anemia). Normalmente son necesarias varias semanas desde que se empiezan a reducir las reservas de hierro hasta que la concentración de hemoglobina y la producción de hematíes disminuyen y aparece la anemia. Al principio, en un déficit de hierro existen muy pocos síntomas, pero si la situación evoluciona, la hemoglobina y el recuento de hematíes disminuirán, apareciendo también síntomas como debilidad, palidez y fatiga.

A medida que evoluciona el déficit de hierro, también pueden aparecer mareos y sensación de falta de aire. Si la anemia por falta de hierro es grave, también puede existir dificultad para respirar, dolor torácico y dolores en las piernas. En los niños pueden existir dificultades para el aprendizaje. Además de los síntomas propios de la anemia, existen otros signos y síntomas característicos de un déficit de hierro, entre los que se incluyen: pica (apetencia por sustancias concretas como el hielo, el regaliz, la harina, la tiza, tierra o barro), sensación de quemazón en la lengua, pérdida del relieve normal de la lengua, llagas en las comisuras bucales y uñas de manos y pies en forma de cuchara.

¿Qué alimentos aportan hierro a la dieta?

El hierro hemínico es el más fácil de absorber por el organismo, y se encuentra en la carne y los huevos. Otras fuentes de hierro no hemínico son los vegetales de hoja verde (espinacas, berza, kale), el germen de trigo, el pan y los cereales integrales, las pasas y la melaza.

¿Cuándo está indicado tomar suplementos de hierro?

Los suplementos de hierro son especialmente útiles en las mujeres embarazadas y personas diagnosticadas de deficiencia de hierro. Por norma general, nadie debería tomar suplementos de hierro sin consultarlo previamente con el médico, ya que un aporte excesivo puede causar una sobrecarga crónica de hierro. Pueden darse intoxicaciones por sobredosis de comprimidos con hierro, especialmente en los niños.

¿La anemia ferropénica se desarrolla de forma rápida o tarda más tiempo?

La anemia ferropénica aparece de forma gradual. Cuando las pérdidas de hierro son superiores a la cantidad aportada por la dieta o mediante suplementos, el cuerpo utiliza las reservas de hierro y éstas comienzan a agotarse. En esta fase, la concentración de ferritina será baja, pero el hierro y la capacidad total de transporte de hierro (TIBC) se mantendrán dentro de los rangos normales y no habrá anemia. A medida que evoluciona la deficiencia de hierro, la concentración de hierro sérico disminuirá, la TIBC y la transferrina aumentarán, y aparecerán los primeros síntomas de anemia. Si la deficiencia de hierro es muy prolongada o muy grave, los glóbulos rojos se volverán pequeños y pálidos debido a la falta de hemoglobina. El recuento de reticulocitos también disminuirá.

¿Donar sangre afecta a la concentración de hierro?

Sí. Cada vez que se dona sangre, el cuerpo pierde hierro. La concentración de ferritina, que refleja las reservas de hierro del cuerpo, disminuye con cada donación para volver a la normalidad con el tiempo. Otras pruebas, como el hierro sérico o la capacidad total de transporte de hierro (TIBC), no se ven afectadas por la donación de sangre. 

¿Por qué se solicitan las pruebas del metabolismo del hierro después de un tratamiento con suplementos de hierro?

Este procedimiento se realiza ante la sospecha de una absorción incorrecta del hierro de los suplementos o de la dieta. Si después de una temporada tomando suplementos las pruebas dan resultados anormalmente bajos, es posible que exista una patología de base que afecte a la absorción del hierro. En estos casos, será necesario tratar la causa de esta malabsorción para que la concentración de hierro vuelva a la normalidad.

Enlaces

Pruebas relacionadas:

Metabolismo férrico

Evaluación de hemoglobinopatías

Ferritina

Hematocrito

Hemoglobina

Hemograma

Protoporfirina zinc

Receptor soluble de transferrina

Reticulocitos

Transferrina y capacidad de fijación del hierro

Estados fisiológicos y enfermedades:

Anemia

Hemocromatosis

En otras webs:

Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH)

Asociación Española de Hemocromatosis (AEH): ¿Qué son las hemocromatosis?

Asociación Española de Pediatría (AEP): Anemia por falta de hierro

Vademecum: Sulfato ferroso

Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC): Hierro 

MayoClinic: Anemia por deficiencia de hierro

Medline: Hierro en la dieta


También conocido como:
HSV-1, HSV-2, HHV1, HHV2, VHS, herpes oral, herpes labial, herpes genital
Nombre sistemático: virus del herpes simple tipo 1 y tipo 2

Aspectos generales
¿Por qué hacer el análisis?
Para hacer un cribado o un diagnóstico de la infección por el virus del herpes simple (VHS).                  

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