Gonorrea

21/12/2020

También conocido como: gonococo, cultivo de gonococo, PCR de gonorrea, Gram de ETS, diplococos gram negativos

Nombre sistemático: cultivo de Neisseria gonorrhoeae, tinción de Gram para Neisseria gonorrhoeae, ADN de Neisseria gonorrhoeae

Aspectos generales

¿Por qué hacer el análisis?

Para detectar o diagnosticar una infección por Neisseria gonorrhoeae, que es el agente causante de la gonorrea.

¿Cuándo hacer el análisis?

En las mujeres sexualmente activas se recomienda un cribado anual si son menores de 25 años o tienen alto riesgo de contraer las enfermedades de transmisión sexual (ETS). También en el caso del embarazo o si se está considerando la posibilidad de quedarse embarazada.

En los hombres que tienen sexo con otros hombres también se recomienda realizar un cribado anual.

En los adultos sexualmente activos, cuando aparecen síntomas de la enfermedad, tales como: dolor al orinar, secreciones anómalas por el pene, ano o vagina; sangrados vaginales entre las menstruaciones o dolor e hinchazón de los testículos.

En los recién nacidos, cuando existe conjuntivitis.

¿Qué muestra se requiere?

Una muestra de la secreción del área infectada (vagina, ano o uretra), realizando un frotis con una torunda o escobillón. También puede recogerse una muestra de la orina del principio de la micción en un recipiente adecuado.

En ocasiones puede realizarse un frotis de otras zonas no genitales que podrían estar infectadas (garganta, ojos).

¿Es necesario algún tipo de preparación previa?

Es importante informar al médico acerca de la toma de antibióticos o el uso de irrigaciones o cremas vaginales durante las 24 horas previas a la obtención de la muestra vaginal, ya que los resultados podrían verse afectados. La menstruación no afecta a los resultados.

En el caso de que la muestra sea orina, se recomienda esperar unas dos horas desde la última micción para recoger la muestra. Es importante seguir con cuidado las instrucciones del equipo médico.

¿Qué es lo que se analiza?

La gonorrea es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) que puede causar complicaciones graves si no se diagnostica y se trata rápido.

Esta prueba detecta la presencia de la Neisseria gonorrhoeae, microorganismo causante de esta infección.

Actualmente, los métodos de diagnóstico más habituales son las pruebas moleculares, como la prueba de amplificación de ácidos nucleicos. Esta prueba detecta el ácido desoxiribonucleico (ADN) de la Neisseria gonorrhoeae, y es más sensible y específica. Además, permite analizar una gran variedad de tipos de muestras: endocervicales, vaginales, uretrales u orina.

También se puede diagnosticar la gonorrea mediante un cultivo, donde se hace crecer la bacteria en un medio de cultivo selectivo para la misma, o mediante una tinción de Gram a partir de una muestra uretral, donde se observa la morfología típica de la bacteria al microscopio óptico. Estos métodos permiten diagnosticar la enfermedad, sin embargo no son lo suficientemente sensibles para descartar su presencia en pacientes asintomáticos. Además, la tinción de Gram no es recomendable en las muestras vaginales, ya que las bacterias que componen la flora vaginal pueden tener un aspecto similar a la Neisseria gonorrhoeae.

El cribado, diagnóstico y tratamiento de la gonorrea es muy importante para evitar la aparición de complicaciones y reducir la transmisión de la infección a otras personas. La Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) estima que en el año 2017 se produjeron 8.722 casos de infección por Neisseria gonorrhoeae, registrándose las mayores tasas en Cataluña (48,50 casos por 100.000 habitantes), Baleares (41,79 casos por 100.000 habitantes) y Madrid (28,48 casos por 100.000 habitantes).

La gonorrea suele transmitirse por contacto sexual, ya sea oral, vaginal o anal, con una pareja infectada. Los factores de riesgo incluyen tener múltiples parejas sexuales, coinfección o antecedentes de haber padecido otras ETS, y no utilizar siempre preservativo.

Aunque los varones suelen presentar síntomas si padecen la infección, las mujeres o no los demuestran o si los presentan pueden confundirse con otras infecciones genitourinarias. En los varones los síntomas suelen aparecer a los 2-5 días de contraer la infección, aunque este período se puede alargar hasta 30 días. En cambio, la mujer suele presentar los síntomas a los 10 días de haber contraído la infección.

Los síntomas de la gonorrea son similares a los de la infección por clamidia, por esta razón se suelen realizar las dos pruebas juntas.

La gonorrea suele tratarse con antibióticos. Si no se trata, puede causar complicaciones graves.

En las mujeres, si la gonorrea no se trata puede dar lugar a la enfermedad inflamatoria pélvica, que puede desarrollarse desde varios días hasta varios meses después de la infección, y puede originar múltiples complicaciones, tales como:

  • Dolor pélvico crónico.
  • Incremento del riesgo de sufrir un embarazo ectópico, complicación que puede ser mortal.
  • Infertilidad.
  • En mujeres embarazadas se aumenta el riesgo de aborto, rotura prematura de membranas, parto pretérmino o dar a luz a un recién nacido de bajo peso. Por otra parte, la infección se puede transmitir al bebé durante el parto, que podría desarrollar una conjuntivitis.

En los varones una gonorrea no tratada puede producir:

  • Inflamación de la próstata.
  • Cicatrices en la uretra, pudiendo aparecer estrechamientos o incluso un taponamiento total.
  • Infertilidad.

La infección por Neisseria gonorrhoeae puede diseminarse desde los genitales hacia la sangre (septicemia) y otras zonas del organismo como las articulaciones, dando lugar a una infección gonocócica diseminada. Entre los síntomas de esta infección diseminada se incluyen: fiebre, lesiones cutáneas múltiples, inflamación dolorosa de las articulaciones (artritis gonocócica), infección del recubrimiento interno del corazón e inflamación de las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal (meningitis). En los hijos de madres infectadas, la infección gonocócica diseminada se manifiesta con: artritis, meningitis y sepsis, poniendo en peligro la vida del recién nacido.

La infección diseminada también puede tratarse con antibióticos similares a los que se emplean en los casos de una gonorrea no complicada. Sin embargo, la gonorrea resistente al tratamiento es cada vez más frecuente y se está convirtiendo en una amenaza. Para más información, consultar el artículo sobre resistencia bacteriana a los antibióticos.

Actualmente, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan la ceftriaxona y azitromicina como tratamiento de elección en los casos de una gonorrea no complicada en los adultos. Cuando los síntomas no se resuelven con el tratamiento, es posible realizar pruebas como el antibiograma para conocer la sensibilidad de la cepa concreta que ha infectado al paciente.

Actualmente no existe ninguna prueba más fiable que el cultivo y antibiograma para conocer la sensibilidad de una cepa de Neisseria gonorrhoeae a los antibióticos. La mayoría de los laboratorios de microbiología son capaces de cultivar la bacteria, aunque la técnica se usa cada vez menos debido a la capacidad de diagnosticar la infección por medios moleculares (pruebas de amplificación de ácidos nucleicos). Así, puede que sea necesario realizar el cultivo y antibiograma en un laboratorio de referencia.

Preguntas comunes

¿Cómo se utiliza?

Esta prueba se utiliza para el cribado, diagnóstico o evaluación de la respuesta al tratamiento de una enfermedad de transmisión sexual (ETS) causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae.

Es importante realizar un diagnóstico definitivo porque los síntomas de la gonorrea pueden parecerse a los de una infección por clamidia, pero los dos trastornos necesitan tratamientos distintos. Debido a la semejanza de los síntomas entre ambas infecciones, el médico suele solicitar simultáneamente las pruebas para Neisseria gonorrhoeae y para Chlamydia trachomatis.

Se recomienda repetir la prueba alrededor de tres meses después de finalizar el tratamiento, para confirmar que dicho tratamiento ha sido efectivo.

¿Cuándo se solicita?

Cribado

Como muchas personas infectadas no presentan síntomas, las guías clínicas suelen recomendar la realización del cribado a intervalos regulares en las personas de riesgo.

Todas las mujeres sexualmente activas menores de 25 años de edad o que presenten alto riesgo de contraer la enfermedad deberían realizarse un cribado de forma anual.

Algunos factores de riesgo para contraer la gonorrea son:

  • Haber padecido la infección previamente.
  • Tener otras enfermedades de transmisión sexual (ETS), especialmente una infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
  • Tener una nueva pareja sexual o múltiples parejas sexuales.
  • Tener una pareja sexual que haya sido diagnosticada con alguna ETS.
  • No usar condones de manera consistente.
  • Ejercer la prostitución.
  • Consumir drogas de abuso.
  • Residir en un centro penitenciario.

Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan que las mujeres embarazadas menores de 25 años o con factores de riesgo se realicen la prueba durante la primera visita del ginecólogo durante el embarazo. Si la situación de alto riesgo se mantiene a lo largo del periodo de gestación, se recomienda un nuevo cribado en el tercer trimestre. En el caso de detectarse la infección, la prueba debe repetirse a los 3 meses de finalizar el tratamiento. Para más información, consultar el artículo sobre embarazo.

Los CDC recomiendan el cribado anual en los hombres que mantienen sexo con hombres. Sin embargo, este cribado no se recomienda en los varones que mantengan relaciones heterosexuales. También puede estar recomendado el cribado en los pacientes que viven en zonas donde la prevalencia de la infección sea muy alta.

Diagnóstico

Suele solicitarse esta prueba cuando existen síntomas que sugieren una infección por Neisseria gonorrhoeae o si la pareja sexual del paciente ha sido diagnosticada de gonorrea.

En las mujeres, si aparecen síntomas, pueden incluir:

  • Secreciones vaginales amarillentas o sanguinolentas.
  • Sangrado asociado a las relaciones sexuales o no asociado a la regla.
  • Dolor abdominal.
  • Dolor al mantener relaciones sexuales.
  • Dolor o escozor al orinar.
  • Secreciones vaginales anormales.

En los varones pueden aparecer síntomas como:

  • Secreciones blancas, amarillentas o verdosas por el pene.
  • Dolor o escozor al orinar.
  • Dolor y/o sensación de firmeza e hinchazón de los testículos

Tanto los varones como las mujeres pueden tener una infección rectal, y debería realizarse la prueba cuando aparezcan síntomas como el picor, inflamación, dolor, secreciones o sangrados rectales.

La prueba conjunta de la clamidia y la gonorrea se puede realizar también cuando un recién nacido presenta signos de conjuntivitis como inflamación, enrojecimiento ocular o presencia de secreciones oculares.

Las personas que se sometan a un tratamiento para la gonorrea deben repetirse la prueba a los tres meses de la finalización del tratamiento, para confirmar su eficacia.

¿Qué significa el resultado?

Un resultado positivo indica una infección activa que requiere tratamiento antibiótico.

Un resultado negativo indica que no existe evidencia de la enfermedad en el momento de realizar la prueba. Es importante que las personas con riesgo de contraer la infección se sometan regularmente a este tipo de análisis para detectar las posibles exposiciones a la bacteria.

En el caso de estar infectado, es importante que la pareja sexual se realice la prueba y siga también un tratamiento antibiótico.

¿Cuánto se tarda en obtener los resultados?

Depende de dónde se encuentra el laboratorio que va a realizar las pruebas y del método utilizado. Las técnicas moleculares (amplificación de ácidos nucleicos) tardan de uno a varios días en proporcionar los resultados. Por otra parte, los resultados de los cultivos tardan algo más, entre tres y cinco días. Las tinciones de Gram se pueden realizar inmediatamente, aunque sus resultados no son tan sensibles como los del cultivo.

¿Cómo se puede prevenir la gonorrea?

La única forma eficaz para evitar la infección por Neisseria gonorrhoeae o cualquier otra enfermedad de transmisión sexual (ETS) es abstenerse de mantener sexo oral, vaginal y anal, o mantener una relación monógama duradera con una pareja no infectada. En cualquier otro caso, las personas sexualmente activas deberían emplear siempre preservativo para reducir el riesgo de contraer infecciones como la gonorrea y otras ETS.

¿Cómo se trata la gonorrea?

Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan tomar dos antibióticos diferentes a la vez, para evitar que la bacteria desarrolle resistencia a alguno de ellos. Cuando los síntomas no se resuelven con el tratamiento, es posible realizar pruebas como el antibiograma para conocer la sensibilidad de la cepa concreta que ha infectado al paciente. Se recomienda evitar las relaciones sexuales hasta que finalice el tratamiento y realizar una nueva prueba tres meses después de dicho tratamiento.

Si una persona recibe tratamiento ¿se puede volver a infectar?

Sí. Aunque el tratamiento sea eficaz y elimine la infección, se puede volver a contraer si se tiene contacto con una persona infectada. De hecho, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), la reinfección es un hecho muy frecuente.

¿Es necesario comunicar a la pareja que se padece gonorrea?

Sí, es importante informar a la pareja para que también se pueda realizar la prueba y recibir el tratamiento.

¿Tener gonorrea aumenta el riesgo de padecer otras enfermedades de transmisión sexual?

Sí, el riesgo de contraer otra enfermedad de transmisión sexual (ETS) está incrementado, incluyendo el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).

¿Hay algo más que debería saber?

Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan la realización de pruebas moleculares como la amplificación de ácidos nucleicos para el diagnóstico de la gonorrea, excepto en los casos de que exista un abuso sexual infantil. En estos casos, se recomienda realizar el cultivo.

Enlaces

Pruebas relacionadas:

Clamidia

Pruebas para el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)

Sífilis

Herpes

Virus del papiloma humano (VPH)

Tricomonas

Estados fisiológicos y enfermedades:

Enfermedades de transmisión sexual (ETS)

Vaginitis y vaginosis

Noticias:

Infecciones de transmisión sexual: datos actualizados, Organización Mundial de la Salud (OMS) 2019

En otras webs:

Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC): Enfermedades de transmisión sexual (ETS)

Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Enfermedades de transmisión sexual (ETS): Gonorrea. Hoja informativa de los CDC

MayoClinic: Gonorrea

Medline: Gonorrea

Actualización en Medicina de Familia (AMF): Cribado y estudio de contactos de infecciones de transmisión sexual en Atención Primaria. Más allá del diagnóstico


También conocido como:
HSV-1, HSV-2, HHV1, HHV2, VHS, herpes oral, herpes labial, herpes genital
Nombre sistemático: virus del herpes simple tipo 1 y tipo 2

Aspectos generales
¿Por qué hacer el análisis?
Para hacer un cribado o un diagnóstico de la infección por el virus del herpes simple (VHS).                  

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