También conocido como: deficiencia de cobalamina, deficiencia de ácido fólico, deficiencia de B9
¿En qué consiste?
La vitamina B12 y el folato forman parte del complejo vitamínico B, y son necesarios para la correcta síntesis de los glóbulos rojos o hematíes, para la regeneración de tejidos y células, y para la síntesis del ADN. Un déficit de vitamina B12 y/o folato es el reflejo de una escasez crónica de una o ambas vitaminas.
La vitamina B12 y el folato (también conocido como ácido fólico o vitamina B9) son nutrientes que no se pueden producir en el cuerpo y deben ser suministrados por la dieta. Un cuerpo sano normalmente tiene suficiente vitamina B12 almacenada para mantenerse durante un periodo de tres a cinco años, pero no almacena una cantidad significativa de folato. Una deficiencia de B12 y/o folato refleja una escasez crónica de una o ambas de estas vitaminas.
Las deficiencias de vitamina B12 y folato y sus signos y síntomas asociados pueden tardar meses o años en manifestarse en los adultos. Los bebés y los niños mostrarán signos de deficiencia más rápidamente porque aún no han tenido tiempo de almacenar cantidades suficientes.
Sin embargo, hay personas en riesgo de deficiencia, como:
• Los ancianos.
• Las personas con afecciones intestinales que les impiden absorber suficientes vitaminas.
• Los grandes bebedores de alcohol.
• Vegetarianos y veganos.
• Mujeres embarazadas, que necesitan mayores cantidades de estas vitaminas.
• Personas con tratamientos de larga duración de ciertos medicamentos.
Se estima que la prevalencia de una deficiencia de vitamina B12 en personas menores de 60 años es de alrededor del 6 % en los EE. UU. y el Reino Unido y de casi el 20 % en personas mayores de 60 años.
Con el tiempo, el déficit de vitamina B12 o folato puede conducir a una anemia macrocítica, caracterizada por una menor producción de los glóbulos rojos o hematíes, que son de mayor tamaño, pero con una disminución de la capacidad de transportar el oxígeno. Debido a la anemia, las personas afectadas pueden sentirse débiles, mareadas y con dificultades para respirar. La anemia megaloblástica, un tipo de anemia macrocítica, se caracteriza por la producción de menos glóbulos rojos, pero más grandes, además de producirse algunos cambios celulares en la médula ósea. Otros hallazgos de laboratorio asociados con la anemia megaloblástica incluyen disminución del recuento de leucocitos, recuento de hematíes (RBC), recuento de reticulocitos y recuento de plaquetas.
En algunos casos, la deficiencia de vitamina B12 puede causar diversos grados de neuropatías y/o lesiones nerviosas que producen sensación de hormigueo y entumecimiento de manos y pies. En los casos graves, pueden aparecer alteraciones mentales como confusión, irritabilidad e incluso demencia grave.
Las mujeres embarazadas necesitan mayores cantidades de folato para asegurar un desarrollo fetal adecuado. El aumento de las necesidades de folato obedece al estrés que supone el desarrollo celular fetal tan acelerado. Si previamente al embarazo una mujer presenta déficit de folato, este se intensificará durante la gestación, pudiendo conducir a un parto prematuro o a defectos del tubo neural (DTN) en el recién nacido, como la espina bífida. Desde la introducción de los suplementos de folato en todas las gestantes, el porcentaje de casos con defectos de formación del tubo neural ha disminuido ostensiblemente. El síndrome de las piernas inquietas que presentan algunas embarazadas también está en relación con el déficit de folato.
Para ayudar a prevenir los defectos del tubo neural, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) exigió aumentar la suplementación con folato en los productos de granos hace varios años, lo que provocó una disminución de alrededor del 50 % en los defectos del tubo neural en los EE. UU. A pesar de esto, a veces puede ser difícil obtener suficiente folato de los alimentos, por lo que se recomienda que todas las mujeres que puedan quedar embarazadas tomen 400 microgramos de folato todos los días.
Acerca del déficit de vitamina B12 y/o folato
Signos y síntomas
Con frecuencia, los signos y síntomas asociados al déficit de vitamina B12 o folato son sutiles e inespecíficos. Están relacionados con la anemia macrocítica resultante, la afectación del sistema nervioso y alteraciones gastrointestinales. Es posible detectar un déficit de manera precoz antes de que aparezca ningún síntoma. Algunas personas afectadas pueden presentar una gran variedad de síntomas, desde leves hasta más graves, como:
- Diarrea.
- Mareos.
- Fatiga, debilidad.
- Pérdida del apetito.
- Malabsorción.
- Palidez.
- Aumento de la frecuencia cardíaca.
- Dificultad para respirar.
- Dolor en la lengua y la boca.
- Hormigueo, entumecimiento, y/o sensación de quemazón en manos, brazos y piernas (en el déficit de vitamina B12).
- Confusión.
- Paranoia, irritabilidad.
Causas
Existe una gran variedad de causas de déficit de vitamina B12 y/o folato. Entre ellas se incluyen las siguientes:
Aporte dietético insuficiente
La vitamina B12 se encuentra en los alimentos de origen animal como la carne roja, el pescado, las aves, la leche y los huevos. El folato (también conocido como ácido fólico o vitamina B9) se encuentra en los vegetales de hoja verde, los cítricos, las alubias, la levadura, y los cereales enriquecidos. Normalmente, el organismo dispone de reservas de vitamina B12 para varios años. Puesto que esta vitamina se obtiene fácilmente por el aporte dietético, los déficits son bastante raros. Sí que pueden observarse estados deficitarios en la malnutrición, y en veganos o vegetarianos estrictos (no consumen ninguna proteína de origen animal) así como en sus hijos cuando siguen una lactancia materna. Los déficits en bebés y niños se manifiestan rápidamente, ya que sus reservas no son comparables a las de los adultos.
El folato es una vitamina soluble en agua, por lo que no se almacena en los tejidos grasos. En promedio, la cantidad corporal total de folato disponible es aproximadamente de 15 a 30 mg, la mitad de los cuales se almacena en el hígado y el resto en la sangre y otros tejidos. Debido a que el folato se almacena en cantidades más pequeñas que la B12, el folato debe consumirse con más regularidad que la B12.
Desde el enriquecimiento con ácido fólico del pan, cereales y otros productos derivados, los déficits de folato han disminuido mucho y el número de mujeres en edad fértil que presentan déficits de folato ha disminuido desde aproximadamente un 20% hasta menos de un 1% actualmente. Sin embargo, como las reservas de folato son menores a las de B12, es importante consumir alimentos ricos en ácido fólico con regularidad.
Malabsorción
Tanto la deficiencia de vitamina B12 como la de folato se pueden observar en las personas que tienen afecciones que interfieren con la absorción de las vitaminas en el intestino delgado. La absorción de vitamina B12 se realiza en una serie de pasos. La vitamina B12 normalmente se separa de la proteína de los alimentos por el ácido del estómago y la pepsina. Luego se procesa en el intestino delgado, donde se une al factor intrínseco (FI), una proteína producida por las células parietales en el estómago. Este complejo B12-FI se absorbe en el intestino delgado, unido por proteínas transportadoras (transcobalaminas) y entra en la circulación. Si una enfermedad o situación interfiere con cualquiera de estos pasos, la absorción de B12 se ve afectada.
Algunos ejemplos de estas situaciones incluyen:
- Anemia perniciosa: una enfermedad autoinmune que afecta a la absorción de B12 y es la causa más común de deficiencia de B12. El factor intrínseco (FI) lo fabrican las células parietales que recubren el estómago y es necesario para la absorción de B12. En la anemia perniciosa, la inflamación daña las células parietales, lo que da como resultado una producción escasa o nula de factor intrínseco, lo que impide que el intestino absorba la vitamina B12. Con una cantidad de vitamina B12 insuficiente, el cuerpo produce glóbulos rojos grandes. Debido a que los glóbulos rojos son más grandes de lo normal, se denomina anemia megaloblástica, un tipo de anemia macrocítica.
- Enfermedad celíaca: es una enfermedad autoinmune producida por una respuesta inmune incorrecta al gluten, una proteína que se encuentra en el trigo, centeno y cebada.
- Enfermedad inflamatoria intestinal: incluyendo la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.
- Sobrecrecimiento bacteriano o presencia de parásitos en el intestino.
- Disminución de la producción ácida del estómago: el ácido secretado por las células del estómago es necesario para separar la vitamina B12 de las proteínas de los alimentos. Esta es la causa más frecuente de déficit de B12 en ancianos y en personas que toman fármacos supresores de la producción de ácido del estómago (antagonistas de los receptores H2 o inhibidores de la bomba de protones).
- Las intervenciones quirúrgicas en las que se extrae parte del estómago (con sus células parietales) o parte del intestino pueden ser la causa del déficit de B12; esto debe tenerse en consideración cuando se practican procedimientos de "by-pass" gástrico.
- Pancreatitis crónica: inflamación de larga duración en el páncreas causada con mayor frecuencia por cálculos biliares o abuso de alcohol a largo plazo.
Aumento de las necesidades de folato y/o vitamina B12
- Durante el embarazo, aumenta la producción de células y la síntesis de ADN, por lo tanto, aumenta la necesidad de folato. Se recomiendan los suplementos vitamínicos prenatales que incluyen ácido fólico antes de quedar embarazada y durante el embarazo, lo que puede ayudar a prevenir ciertos defectos de nacimiento. Las mujeres en edad fértil deben considerar seriamente las dietas y/o suplementos adecuados para garantizar una ingesta diaria de 400 µg/día, porque los defectos del tubo neural pueden desarrollarse en las primeras semanas de embarazo, incluso antes de que la mujer conozca que está embarazada. (Para más detalles, lea el artículo sobre los defectos del tubo neural). Si una mujer tiene una deficiencia de folato antes del embarazo, esta falta se intensificará durante el embarazo y puede provocar un parto prematuro y defectos del tubo neural en el niño.
- Las personas con cáncer que se ha propagado a distancia (metástasis) o con anemia hemolítica crónica, como la anemia falciforme, tienen una mayor necesidad de folato.
- Los medicamentos anticonvulsivos como la fenitoína pueden disminuir el folato al bloquear la absorción de dicho folato.
- El metotrexato, un medicamento contra el cáncer, afecta el metabolismo del cuerpo y al uso de folato.
Otras causas
- El alcoholismo crónico o el consumo elevado de alcohol puede ocasionar un déficit de B12 y/o folato debido a un aporte insuficiente, problemas de malabsorción y a una liberación irregular de la B12 desde las proteínas de los alimentos.
- Algunos fármacos pueden causar déficits de B12. Por ejemplo, la metformina y el omeprazol, que respectivamente alteran la liberación de B12 desde las proteínas de la dieta y afectan a su absorción, debido a la disminución de la secreción ácida del estómago.
- Una variante genética (mutación) en el gen de la metilentetrahidrofolato reductasa (MTHFR) altera la actividad del folato. Alrededor del 25 % de los hispanos, el 10 % de los caucásicos y el 1 % de los afroamericanos pueden tener esta anomalía.
Pruebas relacionadas
No se recomienda realizar la evaluación de las personas para detectar una deficiencia de B12, excepto si tienen factores de riesgo alto. Las pruebas de laboratorio se pueden usar para detectar una deficiencia de vitamina si está en riesgo, determinar su nivel de gravedad, establecer una causa subyacente de los síntomas o monitorizar la efectividad del tratamiento.
Pruebas realizadas para diagnosticar o monitorizar las deficiencias de B12 y folato
- Hemograma: el recuento sanguíneo completo es un grupo de pruebas solicitadas de forma rutinaria para evaluar la salud de las células sanguíneas. El hemograma determina la cantidad de glóbulos blancos (WBC) y glóbulos rojos (RBC), la concentración de hemoglobina, el hematocrito, el recuento de plaquetas y el volumen corpuscular medio (VCM: refleja el tamaño de los glóbulos rojos). La anemia macrocítica/megaloblástica y los glóbulos rojos grandes se asocian con una deficiencia de vitamina B12 o folato y, a menudo, se detectan inicialmente durante un hemograma de rutina. Además, se identifican características físicas anormales de algunas de las células que son consistentes con estas deficiencias. Tanto con deficiencias de vitamina B12 como de folato, la cantidad de hemoglobina, hematocrito, glóbulos rojos, plaquetas y glóbulos blancos pueden disminuir.
- Cantidad de B12 en la sangre: si es bajo, indica una deficiencia, pero no identifica la causa. Por ejemplo, las condiciones que deterioran la producción del factor intrínseco (FI) pueden ser una causa, lo que resulta en la malabsorción de B12. También se pueden ordenar pruebas de B12 para monitorizar la efectividad del tratamiento.
- Cantidad de folato: se pueden analizar los niveles de folato en suero o glóbulos rojos; si alguno de ellos está bajo indica una deficiencia. Las pruebas también se pueden solicitar para monitorizar la efectividad del tratamiento. Sin embargo, algunas organizaciones de salud recomiendan no medir los niveles de folato. Más bien, recomiendan simplemente tratar al paciente que con rareza tiene una deficiencia con suplementos de folato.
- Ácido metilmalónico (MMA por sus siglas en inglés): si el nivel de B12 es bajo, el MMA generalmente es alto. Esta prueba puede solicitarse para ayudar a detectar una deficiencia de vitamina B12 leve o temprana.
- Homocisteína: esta prueba rara vez se solicita, pero puede estar elevada, tanto en la deficiencia de vitamina B12 como en la de folato.
Pruebas solicitadas para ayudar a determinar la causa de una deficiencia de B12
- Anticuerpo antifactor intrínseco: el anticuerpo impide que el factor intrínseco lleve a cabo su función, es decir, transportar vitamina B12 y permitir que la vitamina B12 se absorba en un segmento específico del intestino delgado.
- Anticuerpos anticélulas parietales: este es un anticuerpo contra las células parietales que producen el factor intrínseco. Este anticuerpo puede interrumpir la producción del factor intrínseco y está presente en un gran porcentaje de las personas con anemia perniciosa, pero también puede verse en otros trastornos autoinmunes.
- Gastrina: una hormona que regula la producción de ácido en el estómago durante el proceso digestivo. A veces se observa un aumento de la gastrina en la anemia perniciosa.
Tratamiento
El tratamiento de los déficits de vitamina B12 y de folato en general implica la administración de suplementos durante largos períodos de tiempo e incluso durante el resto de la vida. Es posible que aquellas personas con un déficit de factor intrínseco o con alguna situación responsable de una malabsorción generalizada, requieran inyecciones de vitamina B12. En cambio, los suplementos de folato/ácido fólico se administran por vía oral.
Actualmente se recomienda que todas las mujeres que contemplen la posibilidad de quedarse embarazadas tomen suplementos de folato antes y durante el embarazo para asegurar unas reservas suficientes de folato para el correcto desarrollo fetal y prevenir los defectos del tubo neural.
Si una persona presenta déficit de vitamina B12 y folato simultáneamente, será necesaria la administración de ambos. Si se presenta un déficit de vitamina B12 y únicamente se toman suplementos de ácido fólico, es posible que la anemia macrocítica se resuelva, pero la neuropatía (lesión nerviosa) subyacente causada por el déficit de vitamina B12 persistirá. Un tratamiento adecuado debería solucionar los síntomas, aunque es posible que no se reviertan todas las lesiones nerviosas.
Enlaces
Pruebas relacionadas:
Anticuerpos antifactor intrínseco
Estados fisiológicos y enfermedades:
En otras webs:
National Institutes of Health (NIH): Vitamina B12
National Institutes of Health (NIH): Folato
National Heart, Lung, and Blood Institute (NIH): Anemia por deficiencia de vitamina B12
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