Inmunoglobulinas

24/7/2022

También conocido como: inmunoglobulinas totales, inmunoglobulina A, IgA, inmunoglobulina G, IgG, inmunoglobulina M, IgM

Nombre sistemático: inmunoglobulinas

Aspectos generales

¿Por qué hacer el análisis?

Para ayudar a evaluar el estado del sistema inmunitario de una persona; para detectar y monitorizar un exceso o deficiencia en una o más clases de inmunoglobulinas (IgG, IgA e IgM).

¿Cuándo hacer el análisis?

Cuando se producen infecciones de repetición y/o diarrea crónica; cuando el médico sospecha una deficiencia o exceso de inmunoglobulinas; periódicamente en la monitorización de los trastornos que repercuten sobre la concentración de inmunoglobulinas, ya sean genéticos (deficiencia selectiva de IgA) o adquiridos (VIH, mieloma múltiple).

¿Qué muestra se requiere?

Se obtiene una muestra de sangre insertando una aguja en una vena del brazo. Cuando es necesario, un profesional de la salud recoge una muestra de líquido cefalorraquídeo (LCR) de la parte inferior de la espalda mediante un procedimiento llamado punción lumbar. La saliva u otros fluidos se recogen en un recipiente proporcionado por el laboratorio.

¿Es necesario algún tipo de preparación previa?

Para esta prueba no se necesita ninguna preparación especial.


¿Qué es lo que se analiza?

Las inmunoglobulinas juegan un papel clave en el sistema inmunitario del organismo. Son proteínas producidas por unas células inmunitarias específicas llamadas células plasmáticas en respuesta a las bacterias, virus y otros microorganismos, así como a la exposición a otras sustancias que el cuerpo reconoce como antígenos nocivos "no propios". Esta prueba mide la cantidad de inmunoglobulinas IgA, IgG e IgM en la sangre y, en determinadas circunstancias, en el líquido cefalorraquídeo (LCR) o en la saliva.

La primera vez que una persona se infecta o se expone a una sustancia extraña (antígeno) su sistema inmunitario reconoce el microorganismo o la sustancia como "ajena" y estimula las células plasmáticas para que produzcan inmunoglobulinas específicas, también llamadas anticuerpos, que pueden unirse y neutralizar la amenaza de la sustancia extraña. En exposiciones posteriores, el sistema inmunitario "recuerda" el antígeno lo que permite la producción rápida de más anticuerpos y, en el caso de los microorganismos, ayuda a prevenir la reinfección.

Hay cinco clases de inmunoglobulinas y varias subclases. Cada clase representa un grupo de anticuerpos y tiene un papel ligeramente diferente. Las clases de inmunoglobulinas incluyen:

  • Inmunoglobulina M (IgM): se producen como la primera respuesta del organismo frente a una nueva infección o a un nuevo antígeno "no propio" lo que brinda protección a corto plazo. Aumentan durante varias semanas y luego disminuyen cuando comienza la producción de IgG.
  • Inmunoglobulina G (IgG): alrededor del 70-80% de las inmunoglobulinas en la sangre son IgG. Los anticuerpos IgG específicos se producen durante una infección inicial u otra exposición al antígeno, aumentan unas semanas después de que comienza, luego disminuyen y se estabilizan. El organismo retiene un catálogo de anticuerpos IgG que pueden reproducirse rápidamente cuando se exponen al mismo antígeno. Los anticuerpos IgG forman la base de la protección a largo plazo contra los microorganismos. En aquellos con un sistema inmunitario normal, se produce suficiente IgG para prevenir la reinfección. Las vacunas utilizan este proceso para prevenir infecciones iniciales y agregar al catálogo de anticuerpos IgG cuando la persona se expone a un microorganismo vivo debilitado o a un antígeno que estimula el reconocimiento del microorganismo. La IgG es la única inmunoglobulina que puede atravesar la placenta. Los anticuerpos IgG de la madre brindan protección al feto durante el embarazo y al bebé durante sus primeros meses de vida. Hay cuatro subclases de IgG: IgG1, IgG2, IgG3 e IgG4.
  • Inmunoglobulina A (IgA): comprende aproximadamente el 15 % del total de inmunoglobulinas en la sangre, pero también se encuentra en la saliva, las lágrimas, las secreciones respiratorias y gástricas y la leche materna. La IgA ofrece protección contra las infecciones en las áreas mucosas del cuerpo, como el tracto respiratorio (senos paranasales y pulmones) y el tracto gastrointestinal (estómago e intestinos). Cuando se transmite de la madre al bebé durante la lactancia ayuda a proteger el tracto gastrointestinal del bebé, ya que no se generan cantidades significativas de IgA hasta después de los 6 meses de edad, por lo que cualquier IgA presente en la sangre de un bebé antes de esa edad proviene de la leche materna. Hay dos subclases de IgA: IgA1 e IgA2 .
  • Inmunoglobulina D (IgD): el papel de esta clase de inmunoglobulina no se comprende por completo y, en general, no se determina en los laboratorios.
  • Inmunoglobulina E (IgE): está asociada con alergias, enfermedades alérgicas e infecciones parasitarias. Casi siempre se mide como parte de un perfil de sangre para pruebas de alergia, pero generalmente no se incluye como parte de una prueba cuantitativa de inmunoglobulinas.

Las pruebas de inmunoglobulinas miden la cantidad total de cada clase de inmunoglobulina primaria, IgA, IgM e IgG, sin distinguir entre subclases. Se pueden realizar pruebas separadas para medir las subclases de inmunoglobulina y/o para detectar y medir anticuerpos específicos.

Hay una variedad de enfermedades que pueden causar un aumento (hipergammaglobulinemia) o una disminución (hipogammaglobulinemia) de la producción de inmunoglobulinas. Algunos causan un exceso o una deficiencia de todas las clases de inmunoglobulinas, mientras que otros afectan solo a una clase. Algunas de las enfermedades se transmiten de una generación a la siguiente (heredadas) y otras son adquiridas.

Preguntas comunes

¿Cómo se utiliza?

La prueba de las inmunoglobulinas (Igs) se utiliza para detectar un exceso o deficiencia en las tres clases principales de inmunoglobulinas (IgA, IgG e IgM). Proporciona información importante sobre la salud del sistema inmunitario de un individuo y se usa para ayudar a diagnosticar diversas afecciones y enfermedades que afectan a la concentración de una o más de estas clases de Ig.

En general, los trastornos de inmunoglobulina se pueden clasificar en:

Exceso de inmunoglobulinas (hipergammaglobulinemia):

  • Policlonal: un exceso de inmunoglobulinas de cualquiera o de todas las clases de inmunoglobulinas producidas por múltiples células inmunitarias (plasmáticas).
  • Monoclonal: el exceso de inmunoglobulinas proviene de los clones de una sola célula plasmática.

Deficiencia de inmunoglobulinas (hipogammaglobulinemia):

  • Secundaria (adquirida): las deficiencias de inmunoglobulinas más comunes son causadas por una afección subyacente o un factor contribuyente.
  • Primaria (hereditario): estos son trastornos raros en los que el cuerpo no puede producir una o más clases de inmunoglobulinas.

Esta prueba puede solicitarse junto con otras, como una electroforesis de proteínas en suero y/u orina.

Si hay una cantidad excesiva uno tipo de inmunoglobulina, se pueden realizar pruebas adicionales mediante inmunofijación para determinar si esta proviene de clones de una célula plasmática anormal (gammapatía monoclonal). Las gammapatías monoclonales se observan en el mieloma múltiple, una neoplasia maligna de las células plasmáticas. También se pueden realizar pruebas de determinación de cadenas ligeras libres en suero.

¿Cuándo se solicita?

Esta prueba se solicita cuando una persona tiene síntomas de una deficiencia de inmunoglobulinas como infecciones recurrentes, especialmente del tracto respiratorio (senos paranasales, pulmones) o del sistema digestivo (estómago, intestinos) y/o diarrea crónica.

Las pruebas de inmunoglobulinas también se pueden solicitar cuando una persona tiene signos de inflamación crónica o infección crónica y cuando un médico sospecha una producción excesiva o anormal de inmunoglobulinas. La prueba puede ordenarse periódicamente para monitorizar el curso de la enfermedad.

Esta prueba también se puede realizar en el líquido cefalorraquídeo (LCR) siempre que un médico sospeche que una afección que afecta al sistema nervioso central pueda estar asociada con una producción excesiva de inmunoglobulina.

¿Qué significa el resultado?

Los resultados de las pruebas para las concentraciones de IgA, IgG e IgM generalmente se evalúan de manera conjunta. Los resultados anormales de las pruebas pueden indicar que hay algo que afecta el sistema inmunitario y sugieren la necesidad de realizar pruebas adicionales. La prueba de inmunoglobulinas no es diagnóstica, pero puede ser un fuerte indicador de una enfermedad. Hay una serie de enfermedades que están asociadas con el aumento y la disminución de las inmunoglobulinas.

Concentraciones altas

Se pueden observar inmunoglobulinas policlonales aumentadas en una variedad de enfermedades.

Las inmunoglobulinas monoclonales se observan en los tumores de células sanguíneas que involucran linfocitos o células plasmáticas. En estos trastornos, suele haber un marcado aumento en una clase de inmunoglobulina y una disminución en las otras dos clases. Aunque las personas afectadas pueden tener un aumento en las inmunoglobulinas totales, en realidad están inmunocomprometidas porque la mayoría de las inmunoglobulinas producidas son anormales y no contribuyen a la respuesta inmunitaria.

La siguiente tabla enumera algunos ejemplos de enfermedades que pueden causar un aumento de las inmunoglobulinas (hipergammaglobulinemia):

Concentraciones bajas

Las causas más comunes de disminución de las inmunoglobulinas son las enfermedades subyacentes adquiridas (secundarias) que afectan a la capacidad del cuerpo para producir inmunoglobulinas o que aumentan la pérdida de proteínas del organismo. Las deficiencias también pueden deberse a fármacos como los inmunosupresores, los corticosteroides, la fenitoína y la carbamazepina o por toxinas.

La siguiente tabla enumera algunas de las causas comunes de que se presenten concentraciones bajas de inmunoglobulinas (hipogammaglobulinemia):

Las inmunodeficiencias hereditarias son raras y a menudo se denominan inmunodeficiencias primarias. Pueden afectar a la producción de todas las inmunoglobulinas, una sola clase o una o más subclases. Algunas de estas enfermedades incluyen la agammaglobulinemia, la inmunodeficiencia común variable (CVID), la agammaglobulinemia ligada al cromosoma X, la ataxia telangiectasia, el síndrome de Wiskott-Aldrich, el síndrome de hiper-IgM y la inmunodeficiencia combinada grave (IDCG).

En el LCR, las inmunoglobulinas normalmente están presentes en concentraciones muy bajas. Se pueden observar aumentos, por ejemplo, en las infecciones del sistema nervioso central (meningitis y encefalitis), enfermedades inflamatorias y esclerosis múltiple.

¿Hay algo más que debería saber?

Las personas con enfermedades que causan concentraciones bajas de inmunoglobulinas (hipogammaglobulinemia), con frecuencia no tienen una respuesta inmunológica fuerte a las vacunas; es posible que no produzcan un nivel suficiente de anticuerpos para garantizar la protección y por ello, puede ser que no puedan recibir vacunas vivas, como las de la poliomielitis o el sarampión.

Muchas pruebas de laboratorio se basan en el principio de medición de los anticuerpos en la sangre. Las personas con deficiencias de inmunoglobulinas pueden tener resultados falsos negativos en este tipo de pruebas. Por ejemplo, la prueba que se usa en el diagnóstico de la enfermedad celíaca detecta la clase IgA de anticuerpos antitransglutaminasa tisular (anti-tTG). Si una persona tiene una deficiencia de IgA, los resultados de esta prueba pueden ser negativos aunque presente la enfermedad. Por ello, cuando se tiene esta sospecha, se debería realizar una prueba cuantitativa de IgA.

Cuando las concentraciones de IgG o IgA disminuyen o si se sospecha una deficiencia en una de sus subclases, se pueden realizar pruebas de subclase para detectar y definir mejor la deficiencia. Las deficiencias de subclase pueden estar presentes incluso cuando la concentración de una clase de inmunoglobulina, como la IgG, es normal.

Algunas personas con deficiencias de IgA pueden desarrollar anticuerpos anti-IgA. Cuando las personas con anti-IgA reciben transfusiones de componentes sanguíneos que contienen IgA (como tratamientos con plasma o inmunoglobulinas) pueden experimentar una reacción transfusional anafiláctica grave.

A mi recién nacido le hicieron una prueba de inmunoglobulina, ¿por qué?

A veces, se usa una prueba de IgM para determinar si un recién nacido adquirió una infección antes del nacimiento (congénita). La IgM puede ser producida por un bebé en desarrollo (feto) en respuesta a una infección. Debido al tamaño de los anticuerpos IgM, no pueden pasar a través de la placenta de la madre al bebé durante el embarazo. Por lo tanto, cualquier anticuerpo IgM presente en la sangre de un recién nacido no proviene de la madre sino que fue producido por el bebé. Esto indica que la infección comenzó durante el embarazo.

¿Qué es la hipogammaglobulinemia transitoria de la infancia?

Los bebés con un sistema inmunitario normal pueden tener concentraciones de IgG reducidas temporalmente cuando se retrasa la producción. La protección contra las infecciones se pierde a medida que las concentraciones de IgG de la madre en la sangre del bebé disminuyen durante varios meses. La concentración de IgG permanece en concentraciones bajas hasta que aumenta la producción de IgM e IgG del bebé. Esto crea un período de tiempo durante el cual el bebé corre un mayor riesgo de infecciones recurrentes.

Sin embargo, los bebés que son amamantados adquieren IgA de la leche materna. La IgA en la leche materna puede ser protectora contra infecciones, particularmente en el tiempo transcurrido entre la disminución de los anticuerpos de la madre y la producción de los propios anticuerpos del bebé.

¿Hay algo que pueda hacer para alterar mis concentraciones de inmunoglobulina?

En la mayoría de los casos, las inmunoglobulinas no responden a los cambios en el estilo de vida. Si se está tomando un medicamento que está disminuyendo una o más de sus inmunoglobulinas, el médico puede decidir modificar el tratamiento. Sin embargo, es muy importante NO interrumpir ni cambiar la dosis del medicamento sin consultar con el médico.

Los bebés pierden gradualmente la protección contra las infecciones a medida que las concentraciones de IgG que reciben a través de la placenta de las madres disminuyen después del nacimiento. Se puede dar una mayor protección a los bebés a través de la lactancia materna, ya que la leche materna contiene IgA.

¿Hay síntomas asociados con la disminución de las inmunoglobulinas?

No son específicos. Las infecciones recurrentes sin explicación, las infecciones múltiples o las infecciones oportunistas, con o sin diarrea crónica, pueden indicar la necesidad de controlar el estado inmunitario de una persona. Un historial familiar positivo de una inmunodeficiencia también puede requerir un seguimiento. Un examen físico completo y un historial médico cuidadoso pueden ser críticos para realizar un diagnóstico.

Además de la muestra de sangre para esta prueba, se indicó recoger una muestra de orina.
¿Por qué?

Es posible que le hayan indicado recoger una muestra de orina para verificar la presencia de proteína en la orina y/o para determinar la cantidad y el tipo de proteína presente en la orina. El médico puede sospechar que, en base al historial médico, signos y síntomas y/u otros resultados de las pruebas, la persona tiene una enfermedad asociada con una producción anormal o excesiva de inmunoglobulinas. En tales casos, a menudo se realiza una prueba cuantitativa de inmunoglobulinas junto con pruebas como la electroforesis de proteínas en suero y/u orina para ayudar a establecer un diagnóstico.


Enlaces

Pruebas relacionadas:

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Estados fisiológicos y enfermedades:

Mieloma múltiple

Diabetes

Enfermedad celíaca

Alergias

Enfermedades autoinmunes

Leucemia

Linfoma

Enfermedad hepática

En otras webs:

Sociedad Española de Inmunología (SEI)

Medline: Sistema inmunitario y sus enfermedades

Medline: Trastornos por inmunodeficiencia

Fundación Jeffrey Modell (JMF): 10 señales de peligro de la inmunodeficiencia primaria

American Academy of Allergy, Asthma, and Immunology (AAAAI): Primary Immunodeficiency Disease


También conocido como:
HSV-1, HSV-2, HHV1, HHV2, VHS, herpes oral, herpes labial, herpes genital
Nombre sistemático: virus del herpes simple tipo 1 y tipo 2

Aspectos generales
¿Por qué hacer el análisis?
Para hacer un cribado o un diagnóstico de la infección por el virus del herpes simple (VHS).                  

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