Cribado de adultos (30-49 años)

5/6/2022

¿En qué consisten las pruebas de cribado?

Las pruebas de cribado de laboratorio permiten identificar a las personas que presentan mayor riesgo de desarrollar un trastorno o enfermedad antes de que aparezcan los síntomas, o incluso conocer que podrían estar en riesgo para poder tomar medidas preventivas. Por ello, constituyen un aspecto importante en el ámbito de la medicina preventiva.

Estas pruebas permiten detectar las enfermedades en sus fases más tempranas y en estadios en los que puede ser más fácil aplicar un tratamiento. Por lo tanto, son muy interesantes para las enfermedades graves que tienen tratamiento, ya que la detección de la enfermedad antes de que aparezcan los síntomas aporta un gran beneficio al individuo afecto.

Por ello, dichas pruebas tienen que ser sensibles, consiguiendo identificar a todos los individuos con una enfermedad determinada. Muchas de las pruebas realizadas normalmente en los controles rutinarios de salud son pruebas de cribado, como por ejemplo, la prueba del colesterol o la citología vaginal. En el caso de los recién nacidos, también se realizan una serie de pruebas de cribado al nacer.

Un resultado positivo en una prueba de cribado, a menudo obliga a realizar estudios adicionales con pruebas más específicas. Este aspecto es importante para poder descartar o excluir correctamente a las personas que no tengan la enfermedad o para confirmar el diagnóstico en aquellas que la tienen.

Una prueba diagnóstica también podría emplearse como una prueba de cribado, aunque su principal finalidad sea la de confirmar un diagnóstico cuando existen signos, síntomas u otra evidencia de que se padezca una enfermedad concreta.

Adultos (30-49 años)

Estas pruebas pueden ser de gran ayuda para la detección de estas enfermedades en sus etapas más iniciales, incluso antes de la aparición de síntomas.

La información proporcionada por estas pruebas de cribado permite al médico establecer medidas preventivas que mejoran la salud e incluso aumentan los años de vida saludable. Por ejemplo, la medida rutinaria de los valores de colesterol puede revelar la existencia de riesgo para desarrollar enfermedad cardiaca, permitiendo la adopción de medidas preventivas, como cambios en el estilo de vida, antes de la progresión a una enfermedad más grave.

En los apartados siguientes se tratan las pruebas de cribado recomendadas para los adultos entre 30 y 49 años. En cada uno de ellos se resumen las recomendaciones de diferentes organismos; sin embargo, en muchos casos no existe un consenso claro. Por este motivo, es importante que las decisiones acerca de estas pruebas de cribado las realice su médico considerando toda la información referente a su caso.

Si desea más información acerca de la prevención de enfermedades y de los pasos necesarios a seguir para mantener un buen estado de salud, puede leer el artículo titulado bienestar y prevención en la era de la responsabilidad del paciente por su salud.

Cáncer de colon

Última revisión el 08.02.2021

El cáncer de colon se produce por un crecimiento descontrolado de las células en el interior de las capas de tejido que recubren el colon. Frecuentemente se hace referencia a los cánceres de colon y recto de manera conjunta con la denominación de cáncer colorrectal.

Según los datos de la International Agency for Research on Cancer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud (OMC), el cáncer colorrectal fue el tercer tipo de cáncer más frecuentemente diagnosticado en el año 2020 en la población adulta, después del cáncer de pulmón y el de  mama, tanto a nivel mundial como en España. En España fue la segunda causa de muerte por cáncer en hombres y mujeres.

Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en el año 2021 el cáncer colorrectal fue el tumor diagnosticado con más frecuencia en España en ambos sexos (43.370 nuevos casos), siendo el segundo en los varones después del cáncer de próstata y el segundo en las mujeres después del cáncer de mama. Esta tendencia parece que se mantendrá durante el año 2022.

El cáncer colorrectal es un tipo de cáncer prevenible y tratable si se detecta precozmente. Un porcentaje muy elevado de cánceres colorrectales podría prevenirse con un estilo de vida saludable y con cribados regulares.

La incidencia del cáncer de colon ha disminuido en los últimos años en las personas mayores de 55 años, debido a los programas de cribado que han conseguido la eliminación de más pólipos cancerígenos o pre-cancerígenos. Sin embargo, desde el año 1994, el cáncer de colon ha aumentado un 51% en las personas menores de 50 años. En el año 2018, la American Cancer Society (ACS) recomendaba comenzar el cribado a los 45 años en las personas con riesgo medio. La razón de realizar los cambios en las guías clínicas fue debido al aumento de la incidencia del cáncer de colon en edades más tempranas.

Por otra parte, si tienes uno o más factores de riesgo de padecer un cáncer de colon deberías comentarlo con tu médico que puede ayudarte a valorar tus factores de riesgo individuales y decidir si debes comenzar antes el cribado o realizarlo con mayor frecuencia. Como dicen los Center for Disease Control and Prevention (CDC), cualquier prueba que se recomiende es mejor que no recomendar ninguna.

Recomendaciones de cribado

Muchas organizaciones sanitarias tienen recomendaciones para el cribado del cáncer de colon. En el año 2017, el US Multi-Society Task Force (MSTF) elaboró la guía clínica del cáncer colorrectal para la detección precoz de los pólipos pre-cancerígenos y del cáncer de colon. En el año 2016, el US Preventive Services Task Force (USPSTF) actualizó unas recomendaciones similares, y en el año 2018 fue la American Cancer Society (ACS )la que actualizó su guía clínica. Mientras que existen diferencias entre dichas guías con respecto a la prueba recomendada y su frecuencia, todas apoyan el cribado del cáncer de colon. Las recomendaciones se basan en la edad y el nivel de riesgo.

El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social de España incorporó en el año 2014 a la cartera común de servicios del Sistema Nacional de Salud el cribado del cáncer colorrectal, especificando que las comunidades y ciudades autónomas tendrían 5 años para iniciar su implantación y 5 más para alcanzar una cobertura próxima al 100% de la población. Las bases establecidas para su realización, en forma de programas organizados de carácter poblacional eran:

  • Población objetivo: hombres y mujeres de edades comprendidas entre 50 y 69 años.
  • Prueba de cribado: sangre oculta en heces (si es positiva se debe realizar una colonoscopia).
  • Intervalo entre exploraciones: 2 años.

Además del programa de cribado, a las personas de alto riesgo personal o que tienen riesgo de cáncer familiar o hereditario se les realiza la valoración del riesgo individual y su seguimiento, a través de protocolos de actuación específicos.

Riesgo aumentado y alto

El riesgo de desarrollar un cáncer de colon aumenta con la edad, el sobrepeso, la obesidad y la presencia de cáncer en otras partes del cuerpo. Ejemplos de otros factores de riesgo son:

  • Historia familiar: tener uno o más miembros de la familia con cáncer de colon o múltiples pólipos, especialmente si el diagnóstico se hizo antes de los 60 años.
  • Dieta: las dietas con alto consumo de carne y grasas son factores de riesgo, especialmente si se combina con el hecho de no comer suficientes frutas, verduras y/o comidas con mucha fibra.
  • Estilo de vida: incluye fumar cigarrillos, beber mucha cantidad de alcohol y no realizar ejercicio físico regularmente.
  • Tener colitis ulcerosa, que es una forma de enfermedad inflamatoria intestinal.
  • Tener diabetes tipo 2.
  • Origen racial o étnico: los afroamericanos y los judíos askenazi tienen mayor riesgo que otros de padecer cáncer de colon.
  • Tener una historia personal de cáncer de colon y/o alto riesgo de pólipos pre-cancerígenos.
  • Tener una rara enfermedad hereditaria llamada poliposis adenomatosa familiar (PAF): produce pólipos benignos que se desarrollan a una edad muy temprana y produce cáncer en casi todas las personas afectadas, excepto si se realiza la resección del colon.
  • Tener un síndrome genético llamado síndrome de Lynch (cáncer de colon hereditario no polipósico o CCHNP).

Las personas que tienen un riesgo elevado de padecer un cáncer de colon deben ser advertidas para que comiencen a realizarse el cribado a edades más tempranas (por ejemplo: a los 40 años). Habitualmente se les recomienda realizarse una colonoscopia porque es la forma más segura de diagnosticar. A las personas con un riesgo elevado, se les recomendaría que el intervalo entre los cribados regulares sea menor que para las personas que tienen un riesgo medio (por ejemplo: cada 1-2 años frente a realizarlo cada 10 años).

Las personas a las que mediante el cribado se les ha diagnosticado un cáncer de colon, o bien un alto riesgo de tener pólipos pre-cancerígenos también necesitan revisiones más frecuentes, habitualmente cada 3 años (esto se llama vigilancia). Por ejemplo, la guía clínica de la MSTF recomienda un aumento de la vigilancia en las personas que tienen de 3 a 10 adenomas tubulares pequeños, aquellas con 1 o más pólipos de alto riesgo (por ejemplo: características vellosas, adenoma tubular con un diámetro mayor de 10 mm o pólipos sésiles dentados, o cualquier pólipo que tenga características muy atípicas, llamadas displasia de alto riesgo). Además, aquellas personas con 1 ó 2 adenomas tubulares pequeños en el colon se les recomienda la revisión a intervalos regulares (por ejemplo: cada 10 años). Otro pólipo frecuente, llamado pólipo hiperplásico, no parece aumentar el riesgo de desarrollar un cáncer de colon.

Para tener más información sobre los tipos de pólipos, puede leer el artículo en la página web de la Clínica Mayo cuyo título es pólipos en el colon.

Riesgo medio

En este grupo se incluyen las personas que no tienen factores de riesgo conocidos, excepto la edad. La ACS recomienda que las personas con riesgo medio comiencen a realizarse el cribado a la edad de 45 años. Sin embargo, la MSTF y la USPSTF recomiendan que las personas con riesgo medio comiencen a realizarse el cribado a la edad de 50 años. La MSTF recomienda que los afroamericanos comiencen a la edad de 45 años.

Pruebas de cribado

En la siguiente tabla se indican las pruebas de cribado que se pueden recomendar a las personas con riesgo medio. Las pruebas de nivel 1 son las pruebas de elección, de acuerdo a la MSTF, mientras que las pruebas de nivel 2 tienen algunas desventajas comparadas con las de nivel 1. Las guías clínicas de la ACS no priorizan ninguna prueba de cribado, recomendando que la persona elija junto con su médico las pruebas más adecuadas, según sus preferencias.

Además de las pruebas de cribado, el médico le puede realizar un tacto rectal (ERD) con un guante de látex, para descartar la presencia de una masa rectal. El ERD se utiliza habitualmente para realizar la exploración de la glándula prostática, pero también permite explorar la zona baja del recto, pelvis y vejiga. Sin embargo, la mayoría de los cánceres de colon están fuera del alcance del tacto rectal.

Si mediante una prueba diferente de la colonoscopia, el médico sospecha la posibilidad de que existan pólipos o un cáncer, se deberá hacer una colonoscopia, con objeto de examinar el colon entero y resecar los pólipos o las áreas potencialmente cancerígenas.

Toma de decisiones

Las pruebas invasivas tienen cierto riesgo, por ello debería hablar con su médico respecto a las pruebas recomendadas para su caso concreto.

Ten en cuenta los consejos de cribado que te indiquen y los intervalos adecuados para tu situación concreta.

Enlaces

Pruebas relacionadas:

Sangre oculta en heces

Estados fisiológicos y enfermedades:

Cáncer de colon

Síndrome de Lynch

En otras webs:

Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM): Cáncer de colon y recto

Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM): Las cifras del cáncer en España 2023

Asociación Española Contra el Cáncer (AECC): Cáncer de colon

Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social: Programa de cribado de cáncer colorrectal

Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC): Cáncer colorrectal  

International Agency for Research on Cancer. World Health Organization (WHO): Global Cancer Observatory

Your Disease Risk: Colon cancer risk calculator

Cáncer de cuello de útero

Última revisión el 10.03.2021

El cáncer de cuello de útero, también conocido como cáncer de cérvix o cáncer cervical, se produce por el crecimiento descontrolado de las células del cérvix o cuello uterino, que es la parte más baja del útero o matriz. Este tipo de cáncer es de crecimiento lento, por lo que puede tardar varios años en desarrollarse. Según la American Cancer Society (ACS), el cáncer de cérvix se diagnostica habitualmente en las mujeres con edades comprendidas entre 35 y 44 años, siendo la media de edad de diagnóstico los 50 años. En las mujeres menores de 20 años es raro que se diagnostique este tipo de cáncer.

Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) el cáncer de cérvix es la 11ª neoplasia más frecuente en las mujeres con 2.480 nuevos casos previstos para el año 2022, mientras que en el año 2018 la incidencia aproximada fue de 10,8 casos/100.000 mujeres/año y la mortalidad de 3,6 casos/100.000 mujeres/año.

Casi todos los cánceres de este tipo se producen por las infecciones persistentes con los serotipos de alto riesgo del virus del papiloma humano (VPH). Los serotipos de alto riesgo 16 y 18 del VPH causan el 80% de todos los cánceres de cérvix. El cáncer de cérvix causado por 9 serotipos de alto riesgo del VPH se puede prevenir mediante la vacuna que se administra a las niñas a la edad de 11 a 12 años.

El VPH es una enfermedad de trasmisión sexual (ETS) frecuente. Muchas infecciones producidas por el VPH se resuelven sin tratamiento, porque el cuerpo es capaz de eliminar la infección, pero las infecciones que producen los serotipos de alto riesgo y no se eliminan son las que pueden producir el cáncer de cérvix. Pueden pasar muchos años hasta que el cáncer se desarrolla. Una infección persistente con un serotipo del VPH de alto riesgo, puede hacer que las células crezcan sin control. Habitualmente el sistema inmune reconoce las células y limita su crecimiento, pero a veces las células permanecen y se convierten en precancerígenas.

La mayoría de las muertes por cáncer de cérvix pueden evitarse si las mujeres se realizan revisiones frecuentes y un cribado mediante la citología vaginal (prueba de Papanicolau). Los cribados pueden ayudar a identificar precozmente este tipo de cáncer, cuando es posible conseguir la curación. Además, en el cribado se pueden detectar lesiones precancerosas que pueden ser sometidas a un seguimiento e incluso a un tratamiento quirúrgico, antes de que el cáncer se desarrolle.

Recomendaciones

El cribado del cáncer de cuello de útero incluye:

  • Citología vaginal: esta prueba sirve para descartar la existencia de cambios precancerígenos o cancerígenos en las células del cérvix. Se toma una muestra de células del cérvix que se extiende en un porta y después se tiñe con un colorante, para poder observar al microscopio.
  • Prueba del VPH-AR: sirve para detectar la presencia de material genético (ADN o ARN mensajero) en una muestra de células del cérvix, o bien el serotipo del VPH de alto riesgo.

Las recomendaciones del U.S. Preventive Services Task Force (USPSTF) para el cribado del cáncer de cérvix están aprobadas por la Society of Gynecologic Oncology (SGO), la American Society for Colposcopy and Cervical Pathology (ASCCP) y están de acuerdo con las guías clínicas de la American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG), de la American Cancer Society (ACS), y de la American Society for Clinical Pathology (ASCP).

Estas organizaciones recomiendan que las mujeres con edades comprendidas entre 30 y 65 años elijan una de las siguientes estrategias diagnósticas, comentando con su médico las ventajas e inconvenientes de cada una y tomando la decisión más adecuada para su situación:

  • Realizar una citología vaginal y un cribado del VPH de alto riesgo (VPH-AR) cada 5 años ó
  • Citología vaginal cada 3 años ó
  • Realizar la prueba del VPH-AR cada 5 años (se considera como una estrategia de cribado alternativa).

Se recomienda realizar los cribados con más frecuencia en las mujeres con factores de riesgo como:

  • Aquellas mujeres que tuvieron exposición a un medicamento llamado DES (dietilestilbestrol) antes del parto (administrado a las mujeres entre los años 1940 y 1971 para prevenir el aborto espontáneo). En este caso se debe realizar el cribado con una citología vaginal.
  • Citología vaginal previa anormal en el cribado del cáncer de cérvix, o tener un diagnóstico previo de cáncer de cérvix.
  • Historia familiar de cáncer de cérvix.
  • Historia de infecciones por clamidia.
  • Un sistema inmune alterado (por ejemplo: infección por el virus de la inmunodeficiencia humana).

Para ver los factores de riesgo se puede consultar el artículo cáncer de cuello de útero.

En el año 2019, el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en España establece el programa de prevención del cáncer de cérvix, que consiste en:

  • Población objetivo: mujeres con edades comprendidas entre 25 y 65 años.
  • Prueba primaria de cribado e intervalo entre las exploraciones:

         -25-34 años: citología cada 3 años.

         -35-65 años: determinación del VPH de alto riesgo (VPH-AR).

         -Si VPH-AR es negativo: repetir la prueba VPH-AR a los 5 años.

         -Si VPH-AR es positivo: realizar el despistaje con la citología. Si el VPH-AR es positivo y la citología negativa,            repetir el VPH-AR al año.

Si te has vacunado del VPH, también deberías realizarte controles regulares.

Para las mujeres con una histerectomía:

Si te han realizado una histerectomía (te han operado para quitarte el útero y el cérvix) y no tienes historia de cáncer de cérvix ni cambios en tu cérvix, las guías clínicas sugieren que puedes interrumpir tus controles de cribado del cáncer de cérvix. Sin embargo, si tienes una historia clínica de cáncer de cérvix o cambios en el cérvix de carácter grave a moderado, entonces se recomienda que te sigas sometiendo a revisiones para el control del cáncer de cérvix durante 20 años después de realizarte la cirugía. Si la cirugía fue una histerectomía parcial (te quitaron el útero, pero no el cérvix), entonces debes continuar realizando los controles periódicos de cribado de cáncer.

Aunque no necesites hacerte un control anual de cribado de cáncer de cérvix, según las recomendaciones de las sociedades científicas como la ACOG deberías realizarte un control anual de salud.

Enlaces

Estados fisiológicos y enfermedades:

Cáncer de cuello de útero

Noticias:

Las sociedades científicas españolas apuestan por la determinación del virus del papiloma (VPH) para el cribado poblacional del cáncer de cuello de útero

El cribado del cáncer de cuello de útero que incluye la prueba del VPH es mejor que la citología vaginal sola, según un estudio

En otras webs:

Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Encuesta Nacional de Salud de España (ENSE), 2017. Detección Precoz de Cáncer

Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM): Cáncer de cérvix

Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM): Las cifras del cáncer en España 2023

Asociación Española Contra el Cáncer (AECC): Cáncer de cérvix

Instituto Nacional del Cáncer (NIH): Detección del cáncer de cuello uterino

Cáncer de mama

Última revisión el 13.03.2021

El cáncer de mama es el tipo de cáncer más frecuente en las mujeres en España y la primera causa de mortalidad por cáncer. En el año 2020 fallecieron 6.651 mujeres por cáncer de mama en España. La incidencia de este tipo de cáncer tiende a aumentar con la edad. La edad de máxima incidencia está por encima de los 50 años, pero aproximadamente un 10% se diagnostica en las mujeres menores de 40 años. Así, se estima que en el año 2022 habrá 34.750 casos, considerando que 1 de cada 8 mujeres tendrá un cáncer de mama en su vida. La menor incidencia de este cáncer se produce en las mujeres con edades comprendidas entre los 20 y 30 años.

El cribado sistemático puede ayudar a detectar los tumores en un estadio temprano, cuando son más tratables. Se dispone de diferentes métodos para el cribado, incluyendo la mamografía, una prueba de imagen que es especialmente efectiva en la detección del cáncer de mama, varios años antes de que se desarrollen los síntomas. Sin embargo, pueden obtenerse resultados falsos positivos que condicionen la realización de pruebas y procedimientos innecesarios, como una biopsia. Se ha demostrado que las mamografías disminuyen el riesgo de morir de cáncer de mama en un 35 % en las mujeres mayores de 50 años, aunque entre los 40 y 50 años, la reducción del riesgo parece ser algo menor.

Son diversos los organismos sanitarios (nacionales e internacionales) que ofrecen recomendaciones sobre el inicio y frecuencia de realización de las mamografías. Sin embargo, es importante considerar la valoración personalizada de la estrategia adecuada para cada mujer, por lo que debes tomar la decisión junto con tu médico

Recomendaciones para las mujeres con riesgo medio

Las mujeres con riesgo medio son las que no tienen historia familiar o personal de cáncer de mama, ni tampoco otros factores de riesgo para desarrollarlo.

Examen clínico de las mamas

  • El American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) y el National Comprehensive Cancer Network (NCCN) recomiendan que el médico les ofrezca a las mujeres, con edades comprendidas entre 25 y 39, un examen clínico de las mamas cada 1 a 3 años, como parte de un examen de salud y anualmente a las mujeres mayores de 40 años.
  • El U.S. Preventive Service Task Force (USPSTF) y la American Cancer Society (ACS) consideran que no hay suficiente evidencia y no recomiendan los exámenes clínicos de las mamas para las mujeres de cualquier edad.

De acuerdo al ACOG, las mujeres con riesgo medio de tener un cáncer de mama, deben tener conciencia de su estado de salud, comunicando a su médico cualquier cambio en el aspecto normal de la mama. Los cambios incluyen la aparición de dolor, una masa, enrojecimiento o la expulsión por el pezón de sustancias que no sean leche.

Mamografías

  • Generalmente, la mamografía no se recomienda para las mujeres menores de 40 años que no tengan factores de riesgo.
  • La American Cancer Society (ACS) considera que las mujeres con edades comprendidas entre 40 y 44 años tienen la opción de comenzar el cribado del cáncer de mama con mamografías y recomienda que las mujeres con edades comprendidas entre 45 y 54 años se realicen una mamografía anual.
  • La ACOG, USPSTF y el American College of Physicians (ACP) consideran que a las mujeres con edades comprendidas entre 40 y 49 años se les debería ofrecer el cribado y comentar con su médico las ventajas e inconvenientes de realizarse la mamografía. La decisión de comenzar el cribado debería ser una decisión individual. Si la mujer elige realizarse el cribado, la ACOG recomienda hacerlo cada 1-2 años, pero la USPSTF y la ACP consideran suficiente cada 2 años.

Riesgo aumentado

Los antecedentes familiares y la genética pueden contribuir a tener un mayor riesgo de padecer un cáncer de mama.

De acuerdo a la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), los factores de riesgo para padecer un cáncer de mama son:

  1. La edad es el principal factor de riesgo para padecer un cáncer de mama, el riesgo aumenta al aumentar la edad.
  2. Historia personal de cáncer de mama invasivo (las mujeres que han tenido un cáncer de mama invasivo tienen más riesgo de padecer un cáncer de mama contralateral), carcinoma ductal in situ o carcinoma lobulillar in situ.
  3. Historia personal de enfermedad proliferativa benigna de la mama.
  4. Historia familiar de cáncer de mama en un familiar de primer grado (madre, hija, hermana).
  5. Portadoras de mutaciones en los genes BRCA 1 y BRCA 2 o en otros genes que aumentan el riesgo de padecer un cáncer de mama.
  6. Densidad mamaria elevada en las mamografías.
  7. Factores reproductivos que aumentan la exposición a los estrógenos endógenos, como la aparición temprana de la primera regla, la menopausia tardía o la nuliparidad (no haber estado embarazada nunca).
  8. El uso de terapia hormonal sustitutiva después de la menopausia aumenta el riesgo de cáncer de mama, al igual que lo hace el uso de una combinación de las hormonas estrógeno y progesterona posterior a la menopausia.
  9. La exposición a radiaciones ionizantes, sobre todo durante la pubertad, y las mutaciones hereditarias relacionadas con el cáncer de mama, aumentan el riesgo.
  10. El consumo de alcohol.
  11. La obesidad.

Entre los factores de riesgo más importantes destacan:

  • Tener una mutación de los genes BRCA1 o BRCA2, o tener un familiar cercano con dicha mutación.
  • Haber recibido una irradiación excesiva en la zona torácica siendo joven (entre 10 y 30 años de edad).
  • Algunos antecedentes familiares, como tener muchos familiares cercanos con cáncer de mama o cáncer de ovario.

La ACS recomienda que a las mujeres con riesgo aumentado se les debe realizar el cribado con una resonancia magnética (RM) anual y además la mamografía, comenzando a los 30 años y continuando mientras tenga una buena salud.

Si existe la mínima sospecha de pertenecer a alguno de los grupos de riesgo, se debe informar al médico para realizar un programa de cribado individualizado en función de cada situación particular.

Enlaces

Estados fisiológicos y enfermedades:

Cáncer de mama

Noticias:

Biopsia líquida en cáncer de mama

La American Cancer Society recomienda mamografías más tarde y menos frecuentes para las mujeres con riesgo promedio de cáncer de mama

En otras webs:

Asociación Española Contra el Cáncer (AECC): Cáncer de mama

Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM): Cáncer de mama

Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM): Las cifras del cáncer en España 2023

American Cancer Society (ACS): Recomendaciones de la Sociedad Americana Contra el Cáncer para la detección temprana del cáncer de seno

American Cancer Society (ACS): Riesgo y prevención del cáncer de seno

American Cancer Society (ACS): Detección temprana y diagnóstico del cáncer de seno

Instituto Nacional del Cáncer (NIH): Exámenes de detección del cáncer de seno (mama) (PDQ®)–Versión para pacientes

Cáncer de próstata

Última revisión el 06.02.2021

El cáncer de próstata es el segundo cáncer más frecuente en los hombres en Estados Unidos (después del cáncer de piel) y la segunda causa de muerte por cáncer (después del cáncer de pulmón). En España es el cáncer que se diagnostica con mayor frecuencia. Se estima que aproximadamente uno de cada siete hombres acabará desarrollando un cáncer de próstata, siendo la mayoría de los casos diagnosticados después de los 65 años. Aunque la mayoría de estos cánceres progresan lentamente y puede que no comprometan la salud del individuo, algunos crecen rápidamente y evolucionan de manera grave. El cáncer de próstata detectado en sus etapas iniciales puede tratarse y curarse.

El cribado del cáncer de próstata es importante para los hombres, y deben de tratarlo con su médico. Hay muchos aspectos complejos a evaluar:

  • La tecnología actual no permite distinguir entre un cáncer de bajo crecimiento y otro más agresivo, además el cáncer de próstata a veces puede no afectar a la salud del individuo ni a su expectativa de vida.
  • Las pruebas de cribado con el antígeno prostático específico (PSA) no detectan todos los casos, y además algunos resultados elevados de PSA no siempre implican que se tenga un cáncer de próstata.
  • El diagnóstico mediante biopsia, tiene un pequeño riesgo de infección y sangrado, y los efectos colaterales del tratamiento podrían causar disfunción eréctil e incontinencia. Además, es importante tener en cuenta que la mayoría de los cánceres de próstata son de crecimiento lento y pueden no causar ningún problema.
  • Los resultados de los ensayos a largo plazo son ambiguos respecto a que el cribado con PSA mejore la supervivencia a largo plazo.

Decisiones informadas

A pesar de la controversia que existe con respecto al cribado del cáncer de próstata, la mayoría de las organizaciones de salud consideran que los hombres deben recibir una información adecuada respecto al cribado, decidiendo con su médico el realizarse el cribado o no.

Lo correcto es que el hombre conozca los riesgos, incertidumbres, beneficios y limitaciones del cribado del cáncer de próstata y el tratamiento posterior a través de su médico, de modo que pueda comprender las opciones existentes y tomar la mejor decisión para su situación concreta. Antes de elegir el cribado del cáncer de próstata, debes valorar las ventajas e inconvenientes, considerando tu edad, expectativa de vida, historia familiar, raza, salud general, resultados previos de las pruebas y tu tolerancia individual al riesgo.

Riesgo

Un factor importante a considerar es conocer el riesgo personal de desarrollar un cáncer de próstata:

  • Riesgo medio: hombres sanos sin factores de riesgo conocidos.
  • Riesgo aumentado: hombres de origen afroamericano o aquellos cuyo padre o hermanos hayan sido diagnosticados de cáncer de próstata antes de los 65 años.
  • Riesgo alto: hombres con más de un familiar afectado por cáncer de próstata en edades tempranas.

Pruebas

Cuando se realiza el cribado, se pueden utilizar una o ambas de las siguientes pruebas:

Recomendaciones

La mayoría de las organizaciones no recomiendan realizar el cribado del cáncer de próstata a los hombres de menos de 49 años, a no ser que tengan un riesgo alto. La excepción a este criterio es el National Comprehensive Cancer Network (NCCN).

  • El National Comprehensive Cancer Network (NCCN) recomienda comenzar el cribado a la edad de 45 años en aquellos hombres que deseen realizarse el cribado. Ellos decidirán cuándo hacerlo y la frecuencia de las posteriores pruebas. Se recomienda usar el PSA y el tacto rectal juntos, porque mejora la detección precoz del cáncer. Si el PSA es mayor de 1,0 ng/mL o si el hombre tiene un riesgo elevado se recomienda realizar el tacto rectal, así como realizar el PSA cada 1 ó 2 años.
  • El U.S. Preventive Services Task Force (USPSTF) considera razonable que los varones menores de 50 años con riesgo elevado, incluyendo los varones de raza afroamericana y aquellos con historia familiar de cáncer de próstata, comenten con su médico las ventajas e inconvenientes de realizarse el cribado con PSA, tomando una decisión informada.
  • La American Cancer Society (ACS) recomienda que aquellos hombres con riesgo medio que quieren realizarse el cribado esperen hasta la edad de 50 años para empezar. Sin embargo, recomienda realizar antes el cribado en los grupos de alto riesgo:
  • Si eres de raza afroamericana o tienes el padre o hermanos con un diagnóstico de cáncer de próstata antes de los 65 años, deberías empezar el cribado a los 45 años.
  • Si hay más de un pariente afectado de cáncer de próstata en edades jóvenes, deberías comenzar el cribado a los 40 años; después y dependiendo de los resultados, volver a realizar la prueba a los 45 años o antes.
  • La ACS recomienda repetir el cribado cada 2 años si el PSA es menor de 2,5 ng/mL y cada año si el PSA es igual o mayor de 2,5 ng/mL.
  • La American Urological Association (AUA) recomienda esperar hasta los 55 años para hacer el PSA y el ERD con el objeto de tener un valor de referencia para los hombres que desean realizarse el cribado y tienen un riesgo medio. Los que tienen un riesgo alto deben tomar la decisión individual, según las preferencias del paciente y tomar la decisión informada considerando las ventajas e inconvenientes.
  • El American College of Physicians (ACP), está en contra del cribado del cáncer de próstata en los hombres menores de 50 años.

Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) los factores de riesgo importantes para el desarrollo de un cáncer de próstata son coincidentes con los de otras sociedades internacionales:

  • Edad: la edad es el principal factor de riesgo para el cáncer de próstata. El riesgo de desarrollar un cáncer de próstata empieza a aumentar a partir de los 50 años en los hombres de raza blanca y a partir de los 40 años en hombres de raza negra o con historia familiar (padre o hermano) de cáncer de próstata. Casi dos de cada tres casos de cáncer de próstata se detectan en hombres mayores de 65 años.
  • Raza: el cáncer de próstata es más frecuente en hombres de raza negra que en hombres de otras razas. Además, los hombres de raza negra tienen una mayor probabilidad de ser diagnosticados en una etapa avanzada, y tienen más del doble de probabilidad de morir de cáncer de próstata en comparación con los hombres blancos. Por otra parte, la tasa más baja de cáncer de próstata se observa en los individuos de raza asiática.
  • Historia familiar: el riesgo de cáncer de próstata está fuertemente influenciado por la historia familiar. Aquellos hombres que tienen un familiar de primer grado (padre o hermano) diagnosticado de cáncer de próstata tienen más probabilidad de desarrollar la enfermedad. Un 5-10% de los cánceres de próstata tienen un componente hereditario.
    En el cáncer de próstata hereditario la edad de aparición del cáncer es más precoz (antes de los 55 años), a menudo los pacientes tienen familiares de primer grado afectos de cáncer de próstata. Se han descubierto genes implicados con una mayor susceptibilidad al desarrollo de un cáncer de próstata.
  • Dieta: estudios recientes sugieren que el consumo elevado de grasas animales puede aumentar el riesgo de padecer cáncer de próstata. Por otro lado, los suplementos de vitamina E y selenio, y el consumo elevado de licopenos podrían tener un efecto protector.
  • Alcohol: no parece que exista una correlación entre la ingesta de alcohol y la incidencia de cáncer de próstata, aunque su consumo elevado incrementa el riesgo de tener un cáncer más agresivo.
  • Café: el consumo elevado de café parece asociarse con una incidencia menor de cáncer de próstata más avanzado.
  • Tabaco: el tabaquismo se ha asociado a un incremento en la incidencia, así como a un mayor riesgo de recaída tras el diagnóstico.
  • Infección e inflamación de la próstata: algunos estudios han sugerido que la prostatitis (inflamación de la glándula prostática), puede estar asociada a un riesgo aumentado de cáncer de próstata, aunque otros estudios no han encontrado tal asociación.

Según la SEOM, en la actualidad no existe una recomendación formal para el cribado, aunque existe cierto entusiasmo por parte de los clínicos, traducido en un cribado oportunista.

Las guías clínicas españolas no apoyan claramente el cribado, pero dejan que la decisión la tome el clínico con cautela.

No obstante, si el paciente lo solicita hay que informarle de las ventajas e inconvenientes para que tome la decisión informada.

Si el varón elige realizarse el cribado, las recomendaciones son:

  1. Se recomienda cribado con PSA +/- tacto rectal (el tacto rectal es recomendable en varones con hipogonadismo por la baja sensibilidad del PSA).
  2. Los varones con un PSA inferior a 2,5 ng/mL, pueden ser controlados a intervalos bianuales; el cribado debería ser anual en los varones cuyo PSA esté entre 2,5 y 4 ng/mL.
  3. Un valor de PSA superior a 4 ng/mL requiere biopsia.

La guía clínica Fisterra sobre el cáncer de próstata recomienda:

  • En primer lugar, evitar la determinación de PSA en aquellos varones con poco beneficio de la detección. No hay razones para recomendar el uso de PSA en varones asintomáticos con una esperanza de vida corta.
  • En segundo lugar, ofrecer la determinación de PSA a aquellos pacientes con esperanza de vida superior a 10-15 años, dentro de una estrategia personalizada en función del riesgo individual de cada paciente. En la mayoría de las guías se sigue planteando el límite de los 50 años como el de inicio para el diagnóstico oportunista de cáncer de próstata, disminuyendo a 40-45 años si existen antecedentes familiares.
  • En las guías de la European Association of Urology (EAU) y las del National Comprehensive Cancer Network (NCCN), se aboga incluso por la edad de 40 años para el inicio. En el otro extremo parece razonable, aunque no se recoge específicamente en las guías clínicas, el detener la determinación de PSA hacia los 75 años.
  • Finalmente, se debe adecuar el seguimiento de PSA en base al PSA inicial y las características de cada paciente.
  • En ningún caso se debe realizar el cribado si el paciente no conoce las ventajas, limitaciones y posibles efectos adversos asociados al diagnóstico y posterior tratamiento.

Enlaces

Pruebas relacionadas:

Antígeno prostático específico (PSA)

Estados fisiológicos y enfermedades:

Cáncer de próstata

Noticias:

La incidencia de cáncer en España sigue aumentando y ya supera la prevista para 2020

¿Deberían los hombres cuidar más su salud?

El cáncer en España: más casos, mayor supervivencia

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Un grupo de expertos aconseja acerca del cribado en cinco de los principales tipos de cáncer

Artículos:

Tomar decisiones informadas para una mejor salud

En otras webs:

Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM): Cáncer de próstata

Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM): Las cifras del cáncer en España 2023

Asociación Española contra el Cáncer (AECC): Cáncer de próstata

Instituto Nacional del Cáncer (NIH): Prueba del antígeno prostático específico (PSA)

Instituto Nacional del Cáncer (NIH): Cáncer de próstata—Versión para pacientes

American Cancer Society (ACS): Cáncer de próstata

National Comprehensive Cancer Network (NCCN): Cáncer de próstata en estadio avanzado

National Comprehensive Cancer Network (NCCN): Prostate Cancer Early Detection

Ottawa Health Research Institute: Patient Decision Aids

Clamidia y gonorrea

La clamidia y la gonorrea son las principales causas de enfermedades de transmisión sexual (ETS), sin embargo, muchas personas infectadas no presentan síntomas. Estas infecciones generalmente afectan a los genitales, pero también pueden causar infecciones en otras membranas mucosas, ojos, o articulaciones. Las mujeres embarazadas pueden transmitir las infecciones al feto. Como estas infecciones generalmente progresan inadvertidamente, si no se tratan, pueden acabar causando infertilidad femenina. Sin embargo, ambas enfermedades son curables con los antibióticos adecuados.

Aunque las mayores tasas de infección por clamidia y gonorrea ocurren en las personas jóvenes, cualquier persona sexualmente activa puede padecerlas. Muchas personas presentan infección por clamidia y gonorrea al mismo tiempo.

Recomendaciones para las mujeres

Distintos organismos expertos en el tema, nacionales e internacionales, como el U.S. Centers for Disease Control and Prevention (CDC), el U.S. Preventive Services Task Force (USPSTF), la American Academy of Family of Physicians (AAFP), y el American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) recomiendan el cribado de clamidia en todas las mujeres sexualmente activas que presentan factores de riesgo, como una pareja nueva o múltiples parejas. El CDC recomienda, concretamente, un cribado anual.

El CDC, USPSTF, AAFP, and ACOG sugieren el cribado de Gonorrea en todas las mujeres adultas sexualmente activas con alto riesgo.

En relación a las recomendaciones durante el embarazo, consultar el artículo sobre el embarazo.

Recomendaciones para los hombres

Estas organizaciones no recomiendan el cribado rutinario en hombres heterosexuales, sanos, sexualmente activos. Sin embargo, el médico puede considerar la presencia de riesgo, como por ejemplo una cierta prevalencia de la infección en la comunidad. Es importante recordar que un hombre infectado puede diseminar estas enfermedades e incluso reinfectar su pareja en caso de no completar todo el tratamiento.

Para los hombres homosexuales sexualmente activos, la CDC recomienda el cribado de clamidia y gonorrea al menos de forma anual.

Riesgo

Se presenta un riesgo de infección por clamidia y gonorrea si:

  • Se ha padecido anteriormente alguna estas dos enfermedades.
  • Se padecen otras ETS, especialmente VIH.
  • Se tiene una nueva o múltiples parejas sexuales.
  • Se usa de forma discontinuada barreras contraceptivas.
  • Si se mantienen relaciones sexuales a cambio de dinero o drogas.
  • Se consumen drogas ilegales.
  • Si se han mantenido relaciones sexuales con una persona que pueda clasificarse dentro de las categorías que se acaban de citar o si no se conoce con detalle las posibles conductas de riesgo de la pareja.
  • Se es un hombre y se han tenido relaciones sexuales con otro hombre.

Puesto que la tasa de reinfección es alta, los CDC recomiendan que, tanto los hombres como las mujeres, que han recibido tratamiento para una infección de clamidia o gonorrea, deben ser reevaluados aproximadamente 3 meses después del tratamiento o al siguiente chequeo de salud, independientemente de si creen que sus parejas sexuales han recibido tratamiento. Es importante continuar con un cribado anual para estas enfermedades, puesto que la reinfección es siempre posible.

Enlaces

En otras webs:

Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC): Clamidia. Hoja informativa de los CDC

Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC): Gonorrea. Hoja informativa de los CDC

Diabetes

En España se estima que la prevalencia de la diabetes es del 13,8 por ciento. Específicamente, la diabetes tipo 2 está aumentando de manera alarmante en los países occidentales. El sobrepeso y  la obesidad, así como el sedentarismo, son factores favorecedores de esta enfermedad y constituyen verdaderos problemas sanitarios.

Existe también una cifra importante de personas adultas de más de 20 años con pre-diabetes; ello significa que tienen concentraciones de glucosa en sangre superiores a los valores de referencia, pero no suficientemente elevadas para ser diagnosticadas de diabéticas. La detección de la pre-diabetes permite la toma de medidas para detener o retrasar el desarrollo de diabetes tipo 2 y sus complicaciones. Entre estas complicaciones se encuentra el infarto agudo de miocardio, ictus, hipertensión, ceguera y problemas oculares, enfermedad renal, y enfermedades del sistema nervioso. Más del 60% de las amputaciones de miembros inferiores ocurren en diabéticos.

Factores de riesgo

El sobrepeso, tener un índice de masa corporal (IMC) igual o superior a 25 Kg/m2 , es el factor de riesgo más importante para la diabetes tipo 2.

Otros factores de riesgo relacionados con el estado de salud individual incluyen:

  • Inactividad física.
  • Hipertensión, significa tener una presión arterial igual o superior a 140/90 mmHg o estar tomando medicación para la hipertensión.
  • Historia de enfermedad cardiovascular.
  • Concentración de HDL-colesterol inferior a 35 mg/dL (0,90 mmol/L) y/o concentración de triglicéridos superior a 250 mg/dL (2,82 mmol/L).
  • Resultado previo de hemoglobina A1c igual o superior a 5,7%, intolerancia a la glucosa o alteración del test de glucosa en ayunas.
  • Presencia de enfermedades relacionadas con la resistencia a la insulina, como obesidad grave y acantosis nigricans.

Los factores de riesgo familiares incluyen:

  • Que alguno de los padres o hijos tengan diabetes.
  • Ser de descendencia afroamericana, latina, americano nativa, asiática-americana, o de las islas del Pacífico.

Los factores de riesgo para las mujeres incluyen:

  • Dar a luz un bebé de más de 4 Kg o haber tenido diabetes gestacional.
  • Presentar síndrome del ovario poliquístico.

Recomendaciones

La American Diabetes Association (ADA) recomienda:

  • Personas con sobrepeso y con al menos otro factor de riesgo: realizar un cribado de diabetes con las pruebas de la hemoglobina A1c, glucosa en ayunas, o la prueba de tolerancia a la glucosa oral a las 2 horas.
  • Si los resultados son normales: repetirlos como mínimo cada 3 años.
  • Personas diagnosticadas de pre-diabetes: realizar un seguimiento anual.
  • Personas sin factores de riesgo para diabetes tipo 2: el cribado empieza a los 45 años de edad.

La American Association of Clinical Endocrinologists (AACE) también recomienda el cribado de diabetes en personas asintomáticas con factores de riesgo, así como las personas en tratamiento con fármacos antipsicóticos para el tratamiento de la esquizofrenia o con enfermedad bipolar grave.

El U.S. Preventive Services Task Force (USPSTF) identifica sólo un factor de riesgo, la presión arterial elevada, con un punto de corte inferior para el cribado de diabetes tipo 2, a 135/80 mmHg.

Enlaces

En otras webs:

National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (NIH): Factores de riesgo para la diabetes tipo 2

National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (NIH):  Diabetes tipo 2

American Diabetes Association: Diagnóstico

Hepatitis B

El VHB es la causa más frecuente de hepatitis aguda y la causa más extendida de infecciones víricas crónicas en todo el mundo. Según los Centers for Disease Control and Prevention (CDC), el número de casos que se comunica es inferior al número real de casos, ya que muchas personas no presentan síntomas o muy pocos, y no llegan a saber nunca que tienen la enfermedad. La forma crónica de la hepatitis B sigue siendo un problema sanitario a nivel mundial, ya que se cree que afecta aproximadamente a unos 350 millones de personas y podría constituir un factor desencadenante de la muerte en unas 620.000 personas cada año.

El virus de la hepatitis B (VHB) es uno de los cinco “virus de la hepatitis” identificados hasta ahora que se conoce que infectan principalmente el hígado. El VHB se transmite por contacto con sangre u otros fluidos biológicos de una persona infectada. La exposición puede tener lugar, por ejemplo, compartiendo jeringuillas en consumidores de drogas de abuso por vía intravenosa, o por mantener relaciones sexuales sin protección. Las personas que viven o viajan a áreas en las que la hepatitis B es prevalente están expuestas a mayor riesgo. Las madres pueden pasar la infección a sus bebés, normalmente en el momento del parto o poco después del nacimiento.

La infección del VHB puede ser aguda o crónica, con un curso que puede variar desde una forma leve que dura unas pocas semanas, hasta una forma crónica más grave que dura años. Algunas veces, la infección crónica por el VHB acarrea complicaciones graves como cirrosis o cáncer de hígado.

La mayoría de las personas con infecciones crónicas no presentan síntomas. La prueba del antígeno de superficie de la hepatitis B (HBsAg) puede utilizarse para el cribado de personas asintomáticas que pertenecen a uno de los grupos de alto riesgo de infección crónica por el VHB. Se dispone de vacunas efectivas contra el VHB; sin embargo, aquellas personas que no han estado vacunadas o que presentan un alto riesgo y que fueron vacunadas antes de realizarles el cribado para la infección del VHB, puede considerarse realizarles las pruebas diagnósticas.

Riesgo

Según el United States Preventive Services Task Force (USPSTF), las personas con un riesgo alto para tener la infección del VHB son aquellas que proceden de países con alta prevalencia para la infección del VHB, las personas VIH-positivas, los consumidores de drogas inyectadas, los familiares en contacto con personas infectadas por el VHB, y los varones homosexuales. Puesto que la prevalencia para la infección del VHB es baja en la población general, y que la mayoría de las personas infectadas no presentan síntomas, el USPSTF  no recomienda el cribado del VHB en aquellas personas que no pertenezcan a algún grupo de alto riesgo.

Recomendaciones

Los CDC, según sus guías del 2008, recomiendan realizar el cribado del VHB a todas las personas incluidas en alguna de las siguientes categorías de alto riesgo para la hepatitis B:

  • Personal sanitario y trabajadores sociales.
  • Personas nacidas en áreas con una prevalencia superior al 2%  para la infección del VHB (por ejemplo: la mayor parte de Asia y África).
  • Personas no vacunadas cuyos progenitores proceden de áreas con prevalencia para la infección del VHB mayor al 8%.
  • Varones homosexuales.
  • Personas con elevación de los niveles de enzimas hepáticos (ALT y AST) sin causa aparente.
  • Personas con el sistema inmunitario deprimido.
  • Embarazadas.
  • Personas en contacto íntimo con infectados por el VHB.
  • Infectados por el VIH.

En el 2014, el USPSTF actualizó sus guías, recomendando el cribado para el VHB entre los adolescentes y adultos no embarazados asintomáticos,  para algunos grupos de alto riesgo, llegando a unas recomendaciones similares a las de los CDC. El USPSTF había publicado previamente las recomendaciones para el cribado del VHB durante el embarazo.

¿Por qué realizar el cribado?

Las personas con infección por el VHB crónica pueden propagar la infección a otras personas sin ser conscientes de ello, y además permanecen en situación de riesgo frente a posibles complicaciones graves de la infección.

Enlaces

En otras webs:

Centros para el Control y la Prevenc ión de Enfermedades (CDC): Hepatitis B. Información general

Hepatitis C

Última revisión el 04.02.2021

El número de casos nuevos de hepatitis C ha aumentado de manera alarmante desde el año 2010, particularmente en los adultos jóvenes, y según los Centers for Disease Control and Prevention (CDC), se debe a la utilización de las drogas por vía intravenosa. En algunas personas, la infección por el virus de la hepatitis C (VHC) se manifiesta como una enfermedad de corta duración, habitualmente con pocos síntomas de carácter medio o sin síntomas, y el virus desaparece del organismo sin recibir un tratamiento específico. Este cuadro se llama hepatitis C aguda.

Sin embargo, más del 50% de los pacientes que padecen una hepatitis aguda desarrollarán una hepatitis C crónica. Sin recibir el tratamiento adecuado, la hepatitis C crónica puede llevar a padecer enfermedades graves a largo plazo, como la cirrosis y el carcinoma hepatocelular, que pueden tener un desenlace fatal. La hepatitis C crónica progresa lentamente con el tiempo, de modo que los individuos infectados pueden no ser conscientes de padecer la enfermedad, hasta que causa suficiente daño hepático como para afectar a la función del hígado.

De acuerdo al CDC, hay 2,4 millones de americanos viviendo con la infección por el VHC y muchos de ellos no lo saben.

Según un estudio del Ministerio de Sanidad, Seguridad Social e Igualdad de España realizado entre los años 2017 y 2018, la prevalencia de anticuerpos frente al VHC era del 0,85% y la de infección activa era del 0,22% en la población de 20 a 80 años. En España había unas 337.107 personas con anticuerpos frente al  VHC, de las que 76.839 tendrían una infección activa. De estas últimas, un 29,4% desconocía su infección, situando el número de personas con infección activa no diagnosticadas en 22.478 personas a finales del año 2017.

Factores de riesgo

El riesgo de infectarse con el VHC se produce si se está expuesto al virus. La hepatitis C se extiende con frecuencia por la exposición a sangre contaminada por compartir agujas, jeringas o equipos similares que se utilizan durante el abuso de las drogas por vía intravenosa. Con menor frecuencia, la transmisión se puede producir a través de la actividad sexual, compartiendo objetos como maquinillas de afeitar o cepillos de dientes y también se puede transmitir de la madre infectada al niño durante el embarazo y el parto. Antes del año 1992, cuando se estableció el cribado de la hepatitis C a los donantes de sangre de manera sistemática, también era posible infectarse por la hepatitis C mediante una transfusión de sangre o el trasplante de un órgano. Los trabajadores sanitarios que se han expuesto a sangre infectada (por ejemplo: con pinchazos con agujas), también se encuentran en riesgo.

Recomendaciones

Las organizaciones sanitarias, incluyendo el CDC, la Infectious Diseases Society of America (IDSA) y la American Association for the Study of Liver Diseases (AASLD) recomiendan:

  • Hacer la prueba de la hepatitis C al menos una vez, a las personas con una edad ≤ 18 años, independientemente de los factores de riesgo de padecer la hepatitis C.
  • Hacer la prueba de la hepatitis C una vez, sin tener en cuenta la edad, a aquellas personas que:

             -Se han inyectado alguna vez drogas ilegales.

             -Recibieron una transfusión de sangre o un trasplante de órganos antes del mes de julio del año 1992                 (antes de que la sangre y los órganos fueran sometidos a un cribado sistemático de la hepatitis C).

             -Hayan recibido transfusiones de concentrados de factores de coagulación antes del año 1987.

             -Llevan mucho tiempo recibiendo diálisis.

             -Son niños que han nacido de una madre con el VHC positivo.

             -Han tenido una exposición a la sangre de alguien que tiene hepatitis C.

             -Son trabajadores sanitarios, de los servicios de urgencias o de las fuerzas del orden público que han estado                expuestos a la sangre de personas que son positivas para el VHC.

             -Tienen evidencia de enfermedad hepática crónica.

             -Tienen virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).

  • Pruebas periódicas para aquellos pacientes con factores de riesgo, como el uso de drogas por vía intravenosa.

El CDC también recomienda:

  • Realizar el cribado a todas las mujeres embarazadas, durante cada embarazo.
  • Realizar el cribado a cualquier persona que lo solicite.

De modo similar, el United States Preventive Services Task Force (USPSTF) recomienda:

  • Realizar la prueba una vez a todos los adultos, con edades comprendidas entre 18 y 79 años.
  • Hacer el cribado general a todas las personas que tengan un riesgo elevado, independientemente de la edad.
  • Realizar el cribado a todas las mujeres embarazadas, sin considerar la edad.

El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en España recomienda:

  • Personas sin signos ni síntomas y sin antecedentes de exposición o situaciones de riesgo: no se recomienda el cribado de la infección por el VHC.
  • Personas con criterios clínicos compatibles con infección por el VHC: se debe descartar la infección por el VHC.
  • Personas sin signos ni síntomas de infección por VHC:

               -Realización obligatoria de la prueba del VHC: es un requisito de verificación obligatorio en los centros                  de transfusión para la donación de sangre, células y tejidos (incluidas células reproductoras) y                  de trasplante de órganos.

               -Oferta dirigida de la prueba del VHC: cribado de infección por el VHC en personas con                  antecedentes de exposición o situación de riesgo.

               -Exposiciones y situaciones de riesgo para la infección por el VHC en las que está indicado el cribado del                  VHC:

                         Consumo de drogas por vía inyectada y/o inhalada.

                         Relación sexual de riesgo.

                         Pareja sexual con infección activa por el VHC o con consumo activo de drogas inyectadas.

                         Co-infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y/o de la hepatitis B (VHB).

                         Tatuajes y/o procedimientos estéticos y similares realizados con instrumental punzante sin las debidas                          precauciones de seguridad.

                         Exposición laboral al VHC.

                         Ingreso en unidades de hemodiálisis crónica.

                         Intervenciones sanitarias invasivas realizadas en lugares sin las medidas                          de seguridad adecuadas, como intervenciones quirúrgicas con material no esterilizado antes de 1975 o                          la recepción de productos sanguíneos o hemoderivados antes de 1990.

                         Recién nacidos/as de madres con infección por el VHC.

                         Ingreso en centros penitenciarios.

                         Procedencia de países con prevalencia de infección por el VHC media o alta.

Pruebas del VHC

  • La prueba inicial de cribado son los anticuerpos frente al VHC que detecta la presencia de anticuerpos en la sangre. Tu cuerpo produce estos anticuerpos al estar en contacto con el virus. La prueba no distingue entre una infección pasada que ha desaparecido y una infección activa.
  • Si la prueba de los anticuerpos es positiva, se realiza una segunda prueba para el virus (VHC ARN) para determinar si tienes una enfermedad activa.

Para tener más información, leer el artículo para consultar las pruebas que existen para diagnosticar la hepatitis C.

¿Por qué se realiza el cribado?

Muchas personas pueden haber contraído el virus hace años y no tener síntomas, por lo que no serían conscientes de padecer la enfermedad. La prueba que se realiza solamente una vez podría detectar estas infecciones, para poder aplicar el tratamiento y hacer una prevención de las complicaciones futuras.

Las complicaciones como la cirrosis, el carcinoma hepatocelular y la muerte se pueden prevenir si se detecta la hepatitis C crónica y se trata, antes de que las lesiones en el hígado sean graves. El tratamiento para la hepatitis C permite curar más del 90% de los casos, antes de que aparezcan las complicaciones tardías.

Enlaces

Estados fisiológicos y enfermedades:

Hepatitis C

Noticias:

El premio Nobel de medicina 2020 premia a los descubridores del virus de la hepatitis C

Las personas con hepatitis C e infección por el VIH presentan mayor riesgo de desarrollar complicaciones de la enfermedad hepática

En otras webs:

Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social: Guía de cribado de la infección por el VHC

Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social: Prevalencia de la infección por el virus de la hepatitis C en población general en España; 2017-2018

Organización Mundial de la Salud (OMS): Hepatitis C

Medline: Hepatitis C

MayoClinic: Hepatitis C

Guía de la OMS para el screening de las hepatitis B y C

Centers for Disease Control and Prevention (CDC): Hepatitis C Questions and Answers for the Public

Hipercolesterolemia

El colesterol y otras sustancias grasas conocidas como lípidos empiezan ya a depositarse en las paredes arteriales desde la infancia; esto conduce a un endurecimiento progresivo de la pared de la arteria, que acaba con la formación de una placa que crea una estrechez vascular, dificultando el paso de la sangre. En los adultos, la placa crece, conduciendo a problemas circulatorios que además de afectar a las arterias del corazón, tiene consecuencias sobre las del resto del organismo (problema conocido como arteriosclerosis). En los países desarrollados, la enfermedad cardiovascular constituye una de las primeras causas de muerte en los adultos, presentando una asociación con los niveles de colesterol sanguíneo.

Como la enfermedad cardiovascular constituye un problema de salud de primer orden, puede comprenderse que los profesionales sanitarios se esfuercen en intentar evitar sus consecuencias (infarto de miocardio, accidente cerebrovascular, muerte a edad temprana, etc.), solicitando una determinación de los valores de colesterol. La población (cualquiera que sea su edad) debe concienciarse de la importancia de disminuir la concentración de colesterol. Los expertos incluso animan a disminuir el colesterol durante la infancia y la adolescencia, como una estrateia para prevenir la enfermedad cardiovascular en la edad adulta.

Recomendaciones

Distintos organismos expertos en el tema, nacionales e internacionales, como el National Cholesterol Education Program (NCEP) y la American Heart Association (AHA) han elaborado las siguientes recomendaciones:

  • Cualquier adulto mayor de 20 años debería someterse a un estudio lipídico completo (en ayunas) cada 5 años. En el caso de acudir al análisis en ayunas (no haber comido durante las 9-12 horas previas), la prueba aporta información sobre:

         - Colesterol total.
         - Colesterol-LDL: sus concentraciones deberían ser bajas, puesto que contribuye al endurecimiento de la pared             arterial y a la formación de la placa.
         - Colesterol-HDL: sus concentraciones deberían ser altas.
         - Triglicéridos: otro tipo de sustancia lipídica que se encuentra en sangre.

Este análisis en ayunas constituye la prueba de primera línea, según la NCEP. Si no se está en ayunas, solamente pueden obtenerse dos de esos resultados: colesterol total y colesterol-HDL.

  • Si existe una o más de las siguientes circunstancias, puede ser necesario realizar los análisis con mayor frecuencia:

         - Colesterol total igual o superior a 200 mg/dL.
         - Varones mayores de 45 años o mujeres entre 50 y 55 años.
         - Colesterol-HDL inferior a 40 mg/dL.
         - Existencia de otros factores de riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.

EL U.S. Preventive Services Task Force (USPSTF) recomienda el siguiente cribado para la hipercolesterolemia:

  • Varones entre 20 y 35 años: deberían someterse a controles si presentan alto riesgo de enfermedades cardiovasculares.
  • Varones de 35 años o más: recomendación alta de someterse a controles independientemente de los factores de riesgo.
  • Mujeres entre 20 y 45 años: deberían someterse a controles si presentan alto riesgo de enfermedades cardiovasculares.
  • Mujeres de 45 años o más: recomendación alta de someterse a controles si presentan alto riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Factores de riesgo

La vulnerabilidad a padecer trastornos cardiovasculares es mayor si se presentan factores de riesgo asociados:

  • Fumar.
  • Presión arterial alta: 140/90 o superior, o si se toman medicamentos antihipertensivos.
  • Diabetes.
  • Obesidad o sobrepeso.
  • Inactividad física.
  • Historia familiar de enfermedad cardiaca.

Los hombres tienen un riesgo superior de padecer un infarto de miocardio que las mujeres. El riesgo de padecer una enfermedad cardiaca aumenta con la edad.

Enlaces

En otras webs:

National Heart, Lung, and Blood Institute (NIH): ¿Qué es el colesterol en la sangre?

MayoClinic: Heart Disease Risk Calculator

Hipertensión

Última revisión el 25.01.2021

Según la American Heart Association (AHA), la mitad de los adultos en los Estados Unidos tienen la presión arterial elevada, prevalencia que también se observa en el resto del mundo según la Guía europea ESC/ESH 2018. La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre al empujar contra las paredes de las arterias. La presión arterial elevada, también conocida como hipertensión, se produce cuando constantemente la sangre empuja con demasiada fuerza las paredes arteriales.

La detección y el tratamiento de la presión arterial elevada es importante porque con el tiempo la hipertensión produce daños en el sistema circulatorio y contribuye al desarrollo del síndrome coronario agudo, accidente cerebrovascular, y posteriormente, otros problemas de salud con los años. La hipertensión produce 1 de cada 7 muertes en los Estados Unidos. En general, cuanto más elevada es la presión arterial, mayor es el daño potencial para el corazón y para otros órganos, como los riñones, el cerebro o los ojos.

Como el riesgo de tener la presión arterial alta aumenta con la edad, los adultos jóvenes deberían prestar atención a sus valores de presión arterial. Tener la presión arterial alta antes de los 40 años es un factor de riesgo para desarrollar una enfermedad cardiaca.

La mayoría de las personas con presión arterial elevada no son conscientes de ello, porque no presentan síntomas obvios. El único medio de conocer si se tiene la presión arterial elevada es medirla.

¿Cómo se mide la presión arterial?

La presión arterial se medía tradicionalmente en las instalaciones sanitarias utilizando un brazalete con un medidor de presión (esfingomanómetro). El brazalete se coloca alrededor de la parte superior del brazo y se llena de aire evitando su salida. Después se van liberando pequeñas cantidades del aire del brazalete, de modo que el flujo de la sangre retorna lentamente al brazo. La presión que se mide en el interior del brazalete será la misma que hay en el interior de las arterias.

En la presión arterial se dan dos cifras. La presión arterial sistólica es la que tiene el corazón al latir. La presión arterial diastólica es la que tiene el corazón al relajarse entre dos latidos. En conjunto se escribe la sistólica por encima de la diastólica. Por ejemplo, una presión arterial de 120/80 mm Hg (milímetros de mercurio) corresponde a una presión sistólica de 120 y a una diastólica de 80.

El utilizar un esfingomanómetro se considera todavía como el mejor método, pero habitualmente se emplean dispositivos que combinan un brazalete de presión arterial con sensores electrónicos que se usan para medir dicha presión arterial. Otro método es utilizar un dispositivo que monitoriza y registra la presión arterial a intervalos regulares durante el día para evaluar la presión arterial a lo largo del tiempo. Este sistema es muy útil durante el proceso diagnóstico y permite descartar la hipertensión de “bata blanca”, que son las medidas elevadas que se producen en la consulta médica, pero no en otros momentos.

Una simple medición de la presión arterial no es suficiente para diagnosticar la hipertensión. Habitualmente se deben tomar múltiples lecturas y en distintos días. El diagnóstico de hipertensión se establece si las medidas son consistentemente elevadas.

¿Cuál es la presión arterial normal?

Las guías clínicas que definen lo que es una presión arterial “normal” difieren entre ellas. Para conocer lo que indican las lecturas de tu presión arterial puedes leer el artículo sobre hipertensión.

Factores de riesgo

Algunos factores de riesgo se relacionan con cosas que no se pueden cambiar:

  • Descendencia afroamericana.
  • Historia familiar de presión arterial elevada.
  • Edad elevada.

Otros factores relacionados con el estilo de vida que puedes controlar:

  • Sobrepeso y obesidad.
  • No realizar suficiente ejercicio.
  • Fumar.
  • Consumo elevado de alcohol.
  • Dieta con alto contenido de sal.

A veces las medicaciones, el consumo de drogas ilegales o algunas enfermedades como la diabetes, la enfermedad renal o la enfermedad tiroidea, pueden producir una hipertensión. Este tipo se llama hipertensión secundaria y cuando se tratan esas enfermedades o se interrumpe la medicación, desaparece la causa que produce la hipertensión.

La Fundación Española del Corazón (FEC) ha elaborado un vídeo sobre la hipertensión en el que explica, entre otras cosas, cómo se mide la presión arterial, por qué es necesario medirla, cuáles son sus causas más frecuentes y cómo puede afectar al organismo.

Recomendaciones de cribado

En el año 2017 las guías de práctica clínica del American College of Cardiology (ACC)/American Heart Association (AHA), recomiendan medir la presión arterial anualmente en los adultos cuya presión arterial es menor de 120/80 mmHg.

  • Si tienes la presión arterial elevada y tu riesgo de enfermedad cardiovascular es bajo, las guías clínicas recomiendan realizar de nuevo el cribado a los 3-6 meses de haber tenido esas cifras elevadas (para más información consulta el artículo de la hipertensión).
  • Si tienes hipertensión y tu riesgo de enfermedad cardiovascular es alto, las guías clínicas recomiendan realizar cribados más frecuentes, de acuerdo a tu riesgo de enfermedad cardiaca y a tus cifras de presión arterial. En estos casos probablemente sea necesario establecer un tratamiento con fármacos contra la hipertensión.

El U.S. Preventive Services Task Force (USPSTF), junto con la American Academy of Family Physicians (AAFP), recomiendan realizar el cribado de hipertensión a los adultos a partir de los 18 años.

  • Los adultos mayores de 40 años, o aquellos que tienen un riesgo aumentado de tener la presión arterial elevada, deben realizarse el cribado anual. La USPSTF y la Guía europea ESC/ESH 2018 consideran que las personas que tienen una presión arterial alta-normal (130 a 139/85 a 89 mmHg), los que tienen sobrepeso u obesidad, o los que son afroamericanos, tienen un riesgo elevado.
  • La USPSTF también recomienda confirmar la hipertensión fuera de la consulta médica, realizando medidas repetidas antes de establecer el diagnóstico e instaurar un tratamiento.

Según la Guía europea ESC/ESH 2018 los objetivos del tratamiento de la hipertensión son:

  • El primer objetivo recomendado del tratamiento es reducir la presión arterial de todos los pacientes por debajo de los 140/90 mmHg, y si el tratamiento se tolera bien, bajarlo a 130/80 mmHg o menos, para la mayoría de los pacientes.
  • Se recomienda la reducción de la presión arterial sistólica a 120-129 mmHg para la mayoría de los pacientes de menos de 65 años.
  • Debe considerarse un objetivo mantener la presión arterial diastólica por debajo de los 80 mmHg para todos los pacientes hipertensos, independientemente del nivel de riesgo y las comorbilidades.

Enlaces

Estados fisiológicos y enfermedades:

Hipertensión

Noticias:

Hipertensión arterial: nuevo enfoque

Nuevos biomarcadores en orina para detectar el daño renal incipiente en la hipertensión

La hipertensión es el factor de riesgo modificable más importante

Videos:

Fundación Española del Corazón: Presión arterial

En otras webs:

National Institute for Health and Care Excellence (NICE): Hypertension in adults: diagnosis and management

National Institute for Health and Care Excelence (NICE). Hypertension in pregnancy: diagnosis and management

Obesidad

Última revisión el 23.01.2021

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad y el sobrepeso han alcanzado caracteres de epidemia a nivel mundial. Más de mil millones de personas adultas tienen sobrepeso y, de ellas, al menos 300 millones son obesas, por lo que es imprescindible una prevención en las edades tempranas de la vida. Recientemente, ha elaborado unas directrices sobre la actividad física y hábitos sedentarios con el objetivo de promocionar las políticas nacionales para la realización del ejercicio físico, adaptándolo a la situación o edad de cada persona.

La prevalencia en España va aumentando desde que existen registros. Si en el año 2014, un 10,8% de los varones y un 14,9% de las mujeres del mundo presentaban obesidad, se calcula que en el año 2025 estas cifras aumentarán hasta un 18 y un 21%, respectivamente.

La obesidad es una enfermedad compleja, con diferentes factores que contribuyen a su desarrollo, tales como las conductas, el entorno, la comunidad, las enfermedades presentes y las medicaciones que se toman.

De acuerdo con los Centers for Disease Control and Prevention (CDC), los genes podrían tener un importante papel en el desarrollo de la obesidad.

La obesidad es un grave problema de salud que influye en la calidad total de vida y que aumenta el riesgo de padecer enfermedades como:

Los profesionales de la salud deben realizar un cribado rutinario a los pacientes, sea cual sea su edad, para detectar los problemas de sobrepeso.

Por todo ello se recomienda el cribado de la obesidad en toda la población adulta. La medida del índice de masa corporal (IMC) es útil para evaluar la grasa corporal. El IMC es una prueba de cribado que ayuda a determinar si existe un problema de sobrepeso.

Puedes calcular tu índice de masa corporal (IMC) aquí:

En los adultos, se emplean la siguiente fórmula y clasificación:

IMC = peso (en Kg) / talla al cuadrado (en m)

La obesidad se puede dividir en varias categorías: 

Recomendaciones

El U.S. Preventive Services Task Force (USPSTF) recomienda que el médico ofrezca un tratamiento en forma de programas intensivos para aquellas personas con un IMC igual o mayor de 30. Los programas ofrecen diferentes estrategias como los cambios de hábitos, reducción de peso y aumento de la actividad física. La American Academy of Family Physicians (AAFP) apoya estas recomendaciones.

La Canadian Task Force on Preventive Health Care (CTFPHC) recomienda que el médico realice un cribado de obesidad en todos los adultos en las visitas de atención primaria, mediante la medición del IMC.

Diferentes organizaciones de salud como la American College of Cardiology (ACC), la American Heart Association (AHA) y el National Institute for Health and Care Excellence (NIHCE) recomiendan un cribado periódico de la obesidad en los adultos midiendo la circunferencia de la cintura y/o el IMC.

El hecho de realizar un cribado periódico permite a tu médico observar que el peso va aumentando con el tiempo. Tu médico te puede recomendar un cambio de tu estilo de vida para poder cambiar esta tendencia. Por ejemplo, comer una dieta sana y hacer ejercicio regularmente te puede ayudar a evitar el sobrepeso y la obesidad.

Si te diagnostican sobrepeso u obesidad, tu médico puede recomendarte un tratamiento. Dicho tratamiento dependerá de la causa y gravedad de la obesidad y podría incluir un tratamiento con medicamentos para la pérdida de peso. La consulta con un cirujano especialista en cirugía de la obesidad podría ser otra posibilidad para considerar en determinados pacientes.

Enlaces

Noticias:

Uno de cada cinco españoles tendrá obesidad en 2030 según la OCDE

Embarazo y sobrepeso

En otras webs:

Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social: Porcentaje de personas con obesidad, por sexo según comunidad autónoma

Organización Mundial de la Salud (OMS): Obesidad y sobrepeso

Organización Mundial de la Salud (OMS): Directrices de la OMS sobre actividad física y hábitos sedentarios

National Heart, Lung, and Blood Institute (NIH): Calcule su Índice de Masa Corporal

Sociedad Española de Obesidad (SEEDO)

Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN)

Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA)

Tuberculosis

La tuberculosis (TB) es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis. La TB afecta principalmente a los pulmones, pero puede llegar a afectar a muchos otros órganos y tejidos. Puede transmitirse por el aire de persona a persona a través de secreciones respiratorias, como el esputo (al escupir o con la flema), o por la liberación de aerosoles al toser, estornudar, reír o respirar.

La mayoría de gente infectada por M. tuberculosis consigue confinar la micobateria en unas pocas células de sus pulmones, donde permanece viva, pero en una forma inactiva. Esta infección latente de TB no convierte al individuo en enfermo o infeccioso y, en la mayoría de los casos, no progresa a tuberculosis activa. Sin embargo, en algunas personas, especialmente las inmunodeprimidas, la infección inicial puede progresar directamente hacia una tuberculosis activa. Los individuos infectados con el VIH presentan una probabilidad mucho mayor de enfermar en el caso de que se infecten por la micobacteria. Una persona con TB latente en la que su sistema inmune se debilite, puede desarrollar TB activa. Otro aspecto importante lo constituye la existencia de formas de TB resistentes a los antibióticos que normalmente se utilizan para tratar esta enfermedad.

La TB ha sido una de las principales causas de muerte. Aunque su incidencia ha disminuido mucho en los países desarrollados, todavía es un problema de salud importante en los grupos de riesgo. Las guías actuales recomiendan en cribado en estos grupos de riesgo.

Grupos de riesgo

  • Personas que mantienen íntimo contacto con pacientes tuberculosos o con elevada sospecha de serlo.
  • Personas con el sistema inmunitario débil, como en la infección por el VIH, malnutrición, edad avanzada, o abuso de drogas y/o alcohol.
  • Inmigrantes de países con elevadas tasas de la enfermedad (suelen ser países en vías de desarrollo).
  • Personas con falta de servicios médicos.
  • Residentes de centros para enfermedades crónicas (residencias geriátricas, asilos), cárceles, centros de acogida de indigentes, etc.
  • Personas que viven en ambientes sucios o con mucha gente y/o con comida deficiente.
  • Personal sanitario que está en contacto con personas incluidas en cualquier de los grupos anteriores, o con pacientes que presentan alto riesgo de tener TB.
  • Personal del laboratorio que trabaja con muestras que pueden contener TB o con cultivos de TB.

Recomendaciones

Los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) recomiendan el uso de las pruebas de la TB para identificar a las personas que probablemente se beneficiarían del tratamiento, incluyendo aquellos que tienen un mayor riesgo de infección o de progresión a TB activa, si están infectados. Se pueden realizar dos tipos de pruebas:

  • Prueba cutánea de la TB: supone la inyección intradérmica de un derivado proteico purificado (PPD) en solución, a nivel de la capa más superficial de la piel. Deben esperarse entre 48 y 72 horas para la observación de una posible reacción de hipersensibilidad.
  • Prueba en sangre: conocida como ensayo de liberación de interferón gama (IGRA).

El médico seleccionará la prueba más óptima para cada caso. Los factores a considerar para la selección de la prueba incluyen la razón por la cual se realiza, aspectos logísticos, vacunación previa con BCG, y la disponibilidad de la prueba. Generalmente, se recomiendo un cribado con una de ellas, pero no con ambas a la vez.

Enlaces

En otras webs:

Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC): Tuberculosis (TB)

Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)

El VIH es el virus que causa el SIDA (síndrome de la inmunodeficiencia adquirida), una enfermedad que puede suponer un peligro para la vida. Inicialmente, la infección por el VIH puede no causar síntomas, o bien un cuadro agudo con signos y síntomas inespecíficos similares a los de la gripe, que se resuelve después de un corto período de tiempo. Si la infección no se detecta ni se trata, finalmente aparecen los síntomas del SIDA y empiezan a empeorar de forma progresiva. Con el tiempo, el VIH destruye el sistema inmune y el organismo es más vulnerable a infecciones oportunistas.

En el año 2010, la Organización Mundial de la Salud (OMS), estimó que a nivel mundial había 2,7 millones de personas que adquirirían la infección por el VIH y que 1,8 millones morirían a consecuencia de alguna enfermedad relacionada con el SIDA; además, 44 millones de personas ya convivían con el VIH.

El VIH puede transmitirse de las siguientes formas:

  • Manteniendo relaciones sexuales sin protección con una persona infectada.
  • Mediante el uso compartido de agujas y jeringas (como el que se da en consumidores de drogas).
  • Durante el embarazo o el nacimiento. Si una mujer embarazada está infectada por el VIH, el virus puede pasar a través de la placenta e infectar el feto.
  • A través del contacto con sangre infectada.

Actualmente, debido al cribado de la infección por VIH en la sangre de donantes y gracias al tratamiento térmico de los derivados sanguíneos, el riesgo de contagio por transfusiones es muy pequeño. Sin embargo, antes de que la sangre se analizara para detectar la presencia del VIH y antes de emplear técnicas de calor para eliminar el VIH en los derivados sanguíneos, como el factor VIII y la albúmina, el VIH se podía transmitir a través de transfusiones de sangre o de componentes sanguíneos contaminados.

¿Por qué realizar el cribado?

El cribado de la infección por el VIH es una parte importante de la medicina preventiva. Un diagnóstico precoz de la infección conduce a un tratamiento temprano y efectivo que ralentiza la progresión de la enfermedad y que también tiene importantes beneficios para otras personas y para la sociedad en general. Si una persona conoce que es positiva al VIH, puede modificar sus actos para no exponer a otras personas a la infección, y por lo tanto evitar una mayor propagación de la enfermedad. Si una mujer embarazada conoce que es positiva al VIH, la instauración del tratamiento adecuado puede prevenir la transmisión al feto. Si las pruebas de cribado demuestran que no existe infección, se pueden tomar medidas para evitar la infección.

Conocer el riesgo

Existen varias situaciones que aumentan el riesgo de contraer el VIH:

  • Haber mantenido relaciones sexuales sin protección con más de una pareja; padecer alguna enfermedad de transmisión sexual (ETS) parece hacer más susceptibles a las personas a adquirir una infección por el VIH durante las relaciones sexuales con parejas infectadas.
  • En los varones que mantienen relaciones homosexuales.
  • Si se mantienen relaciones sexuales a cambio de dinero o drogas.
  • Cuando se realizan inyecciones de drogas de abuso, especialmente si se comparten jeringuillas u otros dispositivos.
  • Si la persona con la que se han mantenido relaciones sexuales es VIH-positiva.
  • Si se han mantenido relaciones sexuales con una persona que pueda clasificarse dentro de las categorías que se acaban de citar, o si no se conoce con detalle las posibles conductas de riesgo de la pareja.

La frecuencia con que se deben realizar las pruebas depende de las propias actividades y de las parejas sexuales. Por ejemplo, en las parejas de larga duración sexualmente monógamas, puede ser que una sola prueba sea necesaria. Sin embargo, si una de las dos personas de la pareja han tenido relaciones sexuales con más de una persona, el riesgo de infección aumenta. Además, si una persona, o una persona con la cual esta tiene relaciones sexuales, tiene comportamientos de riesgo, el riesgo de infección también aumenta.

Pruebas de cribado

Existen varias pruebas de detección de anticuerpos que pueden utilizarse para el cribado del VIH. Para aumentar la probabilidad de detección de la infección del VIH se puede utilizar, lo antes posible después de la exposición, la combinación de pruebas que detectan anticuerpos frente al VIH con la determinación del antígeno p24.

Se dispone de varias opciones para el test:

  • En la mayoría de los casos se usan las denominadas técnicas inmunoenzimáticas a partir de una muestra de sangre. En el caso de que el resultado sea positivo, con la misma muestra de sangre extraída se realiza una técnica más específica.
  • Existen pruebas rápidas, que emplean generalmente una pequeña muestra de sangre, que se obtiene de un dedo mediante un pinchazo con una lanceta, o que se realizan en saliva. Su característica fundamental es que el resultado puede obtenerse en menos de 30 minutos.

Las pruebas de cribado tienen algunas limitaciones que es importante recordar:

  • Una persona sana en la que no se detecten anticuerpos frente al VIH: el test de cribado negativo solamente indica que no hay evidencia de enfermedad en el momento de realizar la prueba. Sin embargo, si esta persona tiene un riesgo elevado de infección por el VIH, aunque presente un resultado negativo del test de cribado, es importante repetir la prueba de forma regular.
  • Los anticuerpos pueden detectarse entre las 2 y 8 semanas después de la exposición al virus: si la exposición al virus es más reciente, los valores de anticuerpos pueden ser demasiado bajos para poderlos detectar, por lo que la prueba debería repetirse más tarde, con otra prueba de detección de anticuerpos o en combinación con la prueba del antígeno p24.
  • Un resultado positivo de una prueba de cribado no es diagnóstico de la infección: un resultado positivo debe ser confirmado con una segunda prueba de anticuerpos frente al VIH, generalmente la prueba de Western blot o una prueba de anticuerpos que detecta antígenos diferentes y permite diferenciar entre el VIH-1 y VIH-2.

Recomendaciones de cribado

El U.S. Centers for Disease Control and Prevention (CDC) recomienda realizar la prueba de cribado del VIH a todas las personas entre 13 y 64 años, al menos una vez, independientemente del sexo, orientación sexual, grupo étnico y el riesgo de padecer la infección. El CDC recomienda realizar el test anualmente si existe un riesgo elevado de contraer la infección por el VIH.

El American College of Physicians (ACP) y el United States Preventive Services Task Force (USPSTF) realizan recomendaciones similares.

En España, la prueba del VIH está recomendada a cualquier persona, hombre o mujer, que pueda estar infectada por el VIH si ha tenido prácticas de riesgo. Se recomienda especialmente, sin ser obligatorio, a las embarazadas, si ha tenido relaciones sexuales sin protección con una persona con el VIH, si presenta signos o síntomas indicativos de infección por el VIH, si ha compartido material para la inyección de drogas, o si ha tenido relaciones sexuales sin protección en los países de alta prevalencia de infección por VIH.

Para las recomendaciones específicas en mujeres embarazadas, ver el artículo sobre el embarazo.

Aparte de estas recomendaciones, algunas personas deberían realizarse la prueba. Entre estas, se incluyen:

  • Personas diagnosticadas de hepatitis, tuberculosis o alguna ETS.
  • Personas que recibieron transfusiones de sangre antes del año 1985 o personas con parejas sexuales que recibieron una transfusión y que posteriormente han resultado ser VIH-positivas.
  • Personal sanitario con exposición directa a la sangre.
  • Cualquier persona que crea que puede haber resultado infectada.

Contacte con el médico

No debe extrañarse si el médico le pide, a usted o a su pareja su consentimiento para realizar una prueba de cribado del VIH, puesto que estará de acuerdo con las recomendaciones de los CDC. El cribado rutinario permite la detección precoz de la infección, y así establecer un tratamiento y las pautas necesarias para evitar el contagio a otras personas

Enlaces

En otras webs:

Medline: Viviendo con VIH

MayoClinic: VIH/sida

Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad

Cruz Roja Española